Colaborador Invitado

Consolidar el IMSS Bienestar: un reto presupuestal monumental

La idea de consolidar al IMSS Bienestar promete homologar sus servicios con los del IMSS ordinario, lo que requeriría un presupuesto de 410 mil millones de pesos

Médico especialista y analista en temas de salud.

A dos meses de que termine la actual administración y comience una nueva era política en México, la presidenta electa Dra. Claudia Sheinbaum ha subrayado su compromiso con la consolidación del sistema de salud pública del país. Este ambicioso proyecto, además de buscar mejorar la prevención y atención de la salud en todos los niveles, aspira a garantizar el acceso a medicamentos gratuitos en todos los centros de salud. Sin embargo, detrás de esta noble intención se esconde un desafío monumental: el impacto presupuestal que implica consolidar el IMSS Bienestar.

La presidenta electa ha dejado claro que no planea fusionar el IMSS ordinario con el IMSS Bienestar. La razón es sencilla pero fundamental: el IMSS ordinario se financia mediante un esquema tripartita que incluye aportaciones del sector empresarial, los trabajadores afiliados y el gobierno. En cambio, el IMSS Bienestar depende exclusivamente del gobierno federal y en algunos casos de los estados.

El Informe al Ejecutivo Federal y al Congreso sobre la situación financiera del IMSS 2023-2024 revela que el instituto contó con 1.3 billones de pesos en ingresos totales. De estos, 559 mil millones de pesos se destinaron al Seguro de Enfermedades y Maternidad. El gasto para brindar asistencia médica, hospitalaria, farmacéutica y preventiva, sin considerar las prestaciones en especie (incapacidades), fue de 362 mil millones de pesos, incluidos todos los gastos de funcionamiento: servicios personales, materiales, suministros y servicios generales.

No obstante, este gasto no refleja la totalidad de la población que potencialmente puede requerir los servicios del IMSS, puesto que sólo el 60 por ciento de los derechohabientes utilizan sus servicios, según la ENSANUT 2022. Si todos los derechohabientes utilizaran los servicios del IMSS, el gasto se elevaría a 600 mil millones de pesos.

El IMSS Bienestar -actualmente implementado en 23 estados, y considerando que Yucatán posiblemente se sume pronto-, atiende a una población de 52 millones de mexicanos sin seguridad social. La idea de consolidar al IMSS Bienestar promete homologar sus servicios con los del IMSS ordinario, lo que requeriría un presupuesto de 410 mil millones de pesos. Sin embargo, el presupuesto actual del IMSS Bienestar es de aproximadamente 128 mil millones de pesos, lo que deja un déficit de 282 mil millones de pesos.

El Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) señaló que se necesita un punto del PIB, equivalente a 308 mil millones de pesos, para que el IMSS Bienestar pueda ofrecer servicios médicos comparables a los del IMSS ordinario. La administración saliente prometió incrementar el presupuesto para todo el sector salud en al menos un punto del PIB, pero cerrará su sexenio con un aumento de 0.8 puntos.

Frente a este desafío financiero, el IMSS ordinario, a través de la División de Innovación y Modelos de Financiamiento, ha desarrollado una metodología validada por la CEPAL para estimar el costo de la universalización de los servicios de salud y medicamentos gratuitos para la población sin seguridad social laboral.

La magnitud financiera de consolidar el IMSS Bienestar ha llevado a la formulación de dos escenarios: uno de “techo”, con un presupuesto que equipara los servicios del IMSS Bienestar con los del Régimen Ordinario del IMSS, y otro de “piso”, que sólo considera la incidencia de uso de servicios de salud reportada por los Sistemas de Salud Estatales. Ambos escenarios presentan un déficit presupuestario. En Veracruz, por ejemplo, el “escenario de techo” muestra un déficit de cinco mil 946 millones de pesos, mientras que el “escenario de piso” revela un déficit de dos mil 736 millones de pesos.

El “escenario de piso” que propone el IMSS Ordinario para aplicarse al IMSS Bienestar representaría un avance menor ante la gran necesidad que tiene la población sin seguridad social: contar con mayor cobertura y acceso a servicios de salud de calidad.

El equipo de la Dra. Sheinbaum ya está trabajando en el Proyecto de Presupuesto de Egresos para el 2025. La gran pregunta es si habrá voluntad política y capacidad hacendaria para incrementar significativamente el presupuesto de salud, y especialmente para consolidar el IMSS Bienestar.

Por el bien de millones de mexicanos la promesa de mejorar el sistema de salud pública no puede quedar en el aire. La consolidación del IMSS Bienestar y la mejora de la calidad de la atención médica en el IMSS ordinario es más que una promesa de campaña; es una necesidad imperiosa para millones de mexicanos. Hay confianza en que la Dra. Sheinbaum cumpla a las y los mexicanos.

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