¿Sirve de algo contemplar arte? En 2023, una investigación publicada en la revista Cognition & Emotion reveló que el arte tiene un poderoso efecto en el cuerpo y las emociones. El estudio se realizó en más de mil personas, mientras observaban distintas obras de arte, y concluyó que su contemplación evoca sentimientos y emociones principalmente positivas, incluso si las obras desarrollan temas tristes o aterradores. Los efectos también se observaron en las sensaciones corporales y cuanto más fuerte era la reacción corporal, más intensas eran las emociones experimentadas; los científicos identificaron, además, que las afectaciones estimulan los centros de placer en el cerebro.
En estas vacaciones de verano, al tiempo libre pueden sumarse los efectos positivos del arte a las razones para visitar Tradición, reforma y vanguardia, exposición del Museo Nacional de San Carlos, cuyo hilo curatorial es histórico, pero que incluye una infinidad de temas que alientan al espectador a disfrutar el arte y profundizar en su historia.
El objetivo de la exposición es acercar el acervo del museo al público en general y, a través de más de 100 obras, mostrar la forma en la que el arte se configuró en distintos centros artísticos de Europa, la Nueva España y México. Se trata de un recorrido por 500 años de cambios y permanencias en el arte, el cual abarca el papel que este jugó en distintos momentos de la historia y la manera en la que refleja los cambios y preocupaciones sociales de su época.
De lo sacro a lo mundano, los temas son conocidos: mitos, episodios bíblicos, la nostalgia por el pasado, las intensas emociones del periodo romántico, la galantería, el hedonismo… En todos, la figura humana persiste como poderoso elemento de diálogo entre obra y espectador.
Hace cinco siglos el arte religioso debía estremecer el alma del observador al evocarle los sentimientos que lo acercaran a Dios, el color, la luz, la sombra, pero sobre todo los cuerpos eran plasmados para que el espectador se afectara profundamente. Ya en el arte sobre temas mundanos, la presencia de la figura humana pervive en asombrosos paisajes y escenas cotidianas que cautivan al visitante en la recta final de la exposición, lo motivan a desplazarse de un lado a otro para no perder sus detalles o a sentarse frente a las obras para comprender lo que sucede a sus personajes, para verse reflejado o distinguirse de esas figuras humanas y sin duda, para gustoso o intrigado dejarse afectar por la obra. Curiosamente, los investigadores observaron en su estudio que los impactos eran particularmente intensos cuando la obra contemplada incluía figuras humanas.
Indudablemente esta nueva propuesta del Museo Nacional de San Carlos para conocer su acervo es también una oportunidad para experimentar placer a través de la contemplación del arte.