¿Te sientes fatigado por el uso excesivo de dispositivos? ¿Utilizas el teléfono móvil antes de dormir o al despertar? ¿Te cuesta concentrarte en tareas laborales, familiares o personales debido al exceso de tiempo en línea? Si respondiste afirmativamente a algunas de estas preguntas, es posible que la hiperconectividad esté afectando tu salud mental. Sin embargo, no todo está perdido, ya que es posible que recuperes tu equilibrio emocional, el control de la atención y fortalecer tus relaciones interpersonales, para que de esa manera, propicies una relación más sana con este tipo de equipos.
En las últimas tres décadas, el internet se ha integrado de manera profunda en nuestras vidas, convirtiéndose en un elemento indispensable. Cada vez más personas están expuestas a dispositivos inteligentes que prometen simplificar y agilizar nuestras tareas. Se estima que dos tercios de la población mundial está conectada a la red, dedicando en promedio más de seis horas diarias a esta actividad, según datos de Statista de 2024. En México, de acuerdo con la Asociación de Internet MX, más de 100 millones de personas mayores de seis años utilizan internet, y un 39 por ciento de ellas se conecta más de nueve horas al día.
Vivimos en una era de gratificación instantánea, donde la información y la validación social están al alcance de un clic. Esta sobreestimulación constante fragmenta nuestra atención y nos expone a una gran cantidad de distractores. Diversos estudios han demostrado una relación entre la hiperconectividad, el uso excesivo de redes sociales y el aumento de síntomas de depresión, ansiedad y estrés, lo que puede dificultar la toma de decisiones, reducir la productividad y afectar el sueño.
Desde el enfoque de la psiquiatría integrativa, la salud mental se aborda desde cuatro dimensiones interrelacionadas: estilo de vida, cuerpo, mente y propósito o espiritualidad. Reconociendo que somos seres biopsicosociales, es fundamental que adoptemos una visión integral de nuestro bienestar, más allá de centrarnos únicamente en la resolución de síntomas.
A continuación, te presento algunas recomendaciones que nos brinda la Organización Mundial de la Salud (OMS) que te ayudarán a proteger tu salud mental, ante el uso inevitable que tenemos de los dispositivos y la tecnología:
● Desarrolla competencias para la vida: Fortalece habilidades como la comunicación efectiva, el pensamiento crítico, la resolución de problemas y la inteligencia emocional. Estas competencias te permitirán enfrentar los desafíos de la vida con mayor resiliencia y adaptarte a los cambios de manera más saludable.
● Cuida de tu cuerpo: Adopta hábitos de vida saludables, como realizar actividad física regularmente, mantener una alimentación equilibrada, dormir lo suficiente y evitar el consumo de sustancias nocivas. Es cierto: un cuerpo sano favorece una mente sana.
● Gestiona el estrés: Aprende técnicas de relajación como la respiración profunda, la meditación o el yoga para reducir los niveles de estrés y ansiedad. Además, practica la gratitud y cultiva una actitud positiva ante la vida.
● Fomenta la autoestima: Cree en ti mismo y en tus capacidades. Establece metas realistas y celebra tus logros. Cultiva un sentido de propósito y significado en tu vida.
● Conéctate con los demás: Fortalece tus relaciones sociales y busca apoyo en tu círculo familiar y de amigos. La conexión humana es fundamental para el bienestar emocional.
● Explora tu dimensión espiritual: Ya sea a través de la religión, la meditación, la naturaleza o cualquier otra práctica que te conecte contigo mismo y con algo más grande, cultivar tu espiritualidad puede aportar un sentido de paz y bienestar.
● Busca apoyo profesional: Si experimentas dificultades para manejar tus emociones o si crees que necesitas ayuda, no dudes en buscar el apoyo de un profesional de la salud mental. La terapia puede ser una herramienta valiosa para superar desafíos y mejorar tu calidad de vida.
Recordemos que la salud mental es fundamental para el bienestar de las personas, sin embargo, las necesidades para su atención serán cada vez mayores y los recursos seguirán siendo insuficientes. Por ello, es necesario que cada uno de nosotros tomemos en nuestras manos la responsabilidad de mejorar cada día en este ámbito, por beneficio propio, de nuestras familias y con ello, de la sociedad en su conjunto.
La autora es integrante del comité de expertos de la secretaria de Salud especializada en psiquiatría integrativa.
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