Colaborador Invitado

La pena que produce la sentencia

Perder la libertad por todo lo que resta de vida nos hace reflexionar como humanidad en varios sentidos; uno de ellos es dimensionar el tamaño del delito que cometió el señor García Luna.

El próximo 9 de octubre en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos, un juez dará a conocer la sentencia para el exsecretario de Seguridad Pública de nuestro país en el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, Genaro García Luna.

La fiscalía de Nueva York pidió al juez Brian Cogan, quien juzga el caso del exsecretario, la pena de cadena perpetua, esto además de una multa de cinco millones de dólares.

El solo hecho de imaginarlo estremece; perder la libertad por todo lo que le resta de vida nos hace reflexionar como humanidad en varios sentidos; uno de ellos es dimensionar el tamaño del delito que cometió el señor García Luna, toda esa gente que directa e indirectamente se vio afectada y con pérdidas irreparables en su vida producto del consumo de drogas o, en su caso, de la violencia que produce el crimen organizado, miles de vidas destruidas producto de este ilícito.

Las consecuencias de esta traición al pueblo de México aún las estamos padeciendo como nación. Según la fiscalía de Nueva York, así como la Fiscalía General de la República, en ese entonces se utilizaron recursos públicos para beneficiar a una organización criminal, lo cual representa graves delitos diversos.

También está el otro lado, un hombre que se equivocó en su actuar, seguramente por ambición económica, y que hoy, tanto él, como su familia y cercanos en un “daño colateral” (frase icónica e inolvidable de dicha administración) padecen una tragedia difícil de imaginar. Enfrentar una cadena perpetua para un esposo, hermano, padre, ante eso es difícil no sentir pena.

Pero no solo es eso, también es el descrédito, el repudio nacional que queda de manera permanente para la historia de México.

Este mosaico de infortunios nos lleva a concluir que el crimen no paga, sino que cobra y muchas ocasiones el costo más alto, como el aquí descrito.

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