Durante la sesión de ayer, el presidente de la Suprema Corte, Arturo Zaldívar, no dejó que ningún ministro explicara por qué había avalado la minuta de la sesión del 7 de abril, ni que se explicara por qué se había llevado a cabo una votación tan extraña, que expertos consideran habría derivado en alcanzar los votos suficientes para declarar inconstitucional la Ley de la Industria Eléctrica. Curiosa forma de salir al paso del tema; hasta parece que temía que alguien se enojara con él si le daba más cuerda de lo debido.
La discusión en el Senado
No causó mucha sorpresa que en el Senado se aprobara la reforma a la Ley Minera, que establece como prioridad la exploración y explotación del litio, por dos cuestiones; la primera, que la ley requería mayoría simple y Morena y sus aliados contaban con los números para sacarla; la segunda, el método de Ricardo Monreal para seguir escuchando a la oposición, dándole su lugar y buen trato; además, la diferencia del Senado con la Cámara de Diputados radicó en que se aplicó el proceso legislativo como se establece: se envió a comisiones para su discusión, y posteriormente se dio una amplia discusión en el Pleno con respeto y con la participación de todas las fuerzas políticas.
Pisa y corre
La secretaria general de Morena, Citlalli Hernández, regresó ayer, con bombos y platillos, al Senado para ocupar su escaño, hasta entonces en manos de su suplente, María Celeste Sánchez, quien, sin embargo, no tardará en volver. Resulta que el regreso de la senadora Hernández sólo será temporal, pues sólo quiso participar en la sesión del pleno en la que se aprobó la reforma a la Ley Minera, mediante la cual se estatiza el litio y se prohíbe otorgar concesiones para su explotación. Por lo tanto, la legisladora regresará para abocarse de lleno a sus actividades partidistas, entre las que, por cierto, destaca la campaña mediante la cual se colocarán tendederos con las fotografías y nombres de los diputados “vendepatrias” que votaron en contra de la llamada ley Bartlett.
Bajan la cortina en San Lázaro
Aunque tienen “cerca de 60 dictámenes” en la Mesa Directiva pendientes de votar en el pleno, los diputados de plano ya bajaron la cortina y en los hechos ya dieron por concluido su periodo ordinario de sesiones, que culmina el 30 de abril. Después de ayer, tendrán sesión hasta el próximo martes y el jueves clausuran sus trabajos. Todo indica que dejarán para mejor ocasión temas como horario de verano y dobles remolques, entre muchos otros. Y en su recta final, lo único que les queda es recibir y escuchar, el lunes próximo, si nada se interpone nuevamente, a la olvidada titular de la SEP, Delfina Gómez, para exponer su decisión de desaparecer las Escuelas de Tiempo Completo.
Salpican diputados a Sheinbaum
El choque y la tensión entre Morena y el PAN por la caída de la reforma eléctrica de AMLO salpicó ayer hasta la jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum. La diputada federal del PAN por Veracruz, María Josefina Gamboa Torales, denunció que, al salir ayer de su hotel en avenida Reforma, fue víctima de la inseguridad y la violencia que sufre la capital del país. Reclamó que, camino a su oficina en San Lázaro, fue perseguida, asaltada y agredida. Lo malo es que la legisladora relaciona el asalto con el “discurso de odio” del presidente López Obrador y con la campaña de Morena contra la oposición de Va por México. Los ánimos se calientan y el ambiente de tensión se expande fuera del Legislativo.
Soberanía a modo
Aunque desde el inicio de su sexenio había mencionado que la inversión para el corredor interoceánico del Istmo de Tehuantepec sería únicamente nacional, el Presidente alista una reunión con empresarios norteamericanos en Veracruz para dialogar sobre el proyecto. No es la primera vez que el mandatario los alienta a entrarle al proyecto transexenal; con la polémica que suscitó la reforma eléctrica entre los estadounidenses, ya los ha animado a aprovechar las condiciones de inversión.