Solitario apareció ayer, ahora en San Lázaro, el diputado y presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno. Al acudir a una sesión de la Comisión de Gobernación, que él preside, le hicieron el vacío hasta sus aliados, que esperaban verlo vía Zoom, pero que tampoco fue posible. Resulta que la reunión tuvo que suspenderse porque no hubo quórum, debido a que la mayoría de Morena, PVEM y PT decidió no asistir. Los de la 4T se quejaron de que Alito Moreno “ha descuidado los trabajos de la comisión”, “sesiona cuando quiere y cuando puede”, y que “no incluye en el orden del día de sus reuniones ninguno de los temas importantes y pendientes de procesar”. El priista respondió que “a Morena ya no le interesa el trabajo legislativo”, sólo busca “poner obstáculos a la coalición Va por México”.
Reunión urgente
La jefa de Gobierno de la capital, Claudia Sheinbaum, tenía ayer anotado en su agenda asistir a la inauguración del call center del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México. No obstante, la funcionaria nunca llegó al acto, porque, de acuerdo con la explicación dada por Salvador Guerrero Chiprés, presidente de la organización, fue convocada por la Presidencia de la República a una reunión urgente. En su representación acudió la coordinadora general de Asesores y Asuntos Internacionales del gobierno capitalino, Diana Alarcón González.
Necesaria, mejor coordinación
En este encuentro estuvo presente el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Francisco Cervantes Díaz, quien, en su intervención, consideró necesario que haya una mejor coordinación –vaya timing el suyo– entre los distintos ámbitos de gobierno en el país para enfrentar el problema de la inseguridad pública. Además, celebró los buenos resultados que ha tenido el call center del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México, proyecto que, consideró, debería de replicarse en otras entidades del país.
Reunión en Palacio, nomás pa’ los cuates
Aprovechando la presencia de la mayoría de los gobernadores del país, incluso algunos de sus más férreos críticos, como Enrique Alfaro o Diego Sinhué –no así Francisco García Cabeza de Vaca–, quienes asistieron al aniversario de la Guardia Nacional, el presidente López Obrador organizó una reunión en Palacio Nacional, pero, ahí sí, sólo con el club de morenistas y aliados, incluidos Mara Lezama y Salomón Jara, mandatarios electos de Quintana Roo y Oaxaca, respectivamente. Según Miguel Barbosa, mandatario de Puebla, en el encuentro se habló de la coyuntura política, lo que sea que eso signifique.
El contraste
Al referirse a los invitados a la conmemoración del aniversario 246 de la Independencia de Estados Unidos, celebrada ayer, el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, afirmó que “son de diferentes partidos los gobernadores. PAN, PRI, Morena, de donde quieran, porque aquí nos reunimos como una comunidad”. La diplomacia a su máxima expresión.
Nuevo día, nuevos frentes en Palacio
A pesar de que en la comunidad judía no cayó nada bien el comentario de López Obrador al comparar al comunicador Carlos Alazraki con Hitler, al mandatario poco le importó y, desde el púlpito presidencial, reafirmó su postura. En apenas una semana el Presidente logró enemistarse con jesuitas y judíos por igual.
El amparo de nunca acabar
Un juez del primer distrito de Yucatán otorgó una ampliación al amparo solicitado por diferentes agrupaciones en contra del tramo 5 del Tren Maya. Con esto, las organizaciones que apoyan dicho recuso legal sostienen que el juez se da cuenta de que la manifestación de impacto ambiental (MIA) es una “pantomima”, que no debería ser válida. Un nuevo revés al proyecto presidencial.