Para seguir los pasos de su líder, que se va a “macanear arriba de 300″ con Vinny Castilla y Chito Ríos, la corcholata favorita se reunió nada menos que con Rodrigo Fernández, director de la oficina de Grandes Ligas en México y Latinoamérica. “Estamos preparando buenos proyectos para la Ciudad de México, estén pendientes”, posteó en Twitter Claudia Sheinbaum, con todo y la foto sonriente con el personaje. Y, por qué no, rubricó un mensaje con un “¡Batearemos un jonrón!”. ¿Habrá un juego de beisbol de grandes ligas en el Zócalo? A estas alturas, todo es posible.
La osadía de Sodi
Tiene sentido que Demetrio Sodi busque la candidatura de PAN, PRI y PRD. Después de todo, ya estuvo en los tres partidos, y éste, más que un salto sería una fusión. Lo difícil va a ser convencer a la ciudadanía de que, a sus 77 años de edad, él es el político con ideas jóvenes y frescas que México estaba esperando, y no el cartucho quemado que parece ser.
¿Segundo pase de charola?
Lo de ayer en Palacio Nacional pareció no ser más que el segundo pase de charola del Presidente entre los empresarios, aderezado con tamalitos y chocolate. Recordemos que, en 2020, López Obrador ofreció una cena similar a los integrantes de la IP para forzarlos a comprar boletos de la rifa del avión presidencial –que ni se rifó– y cuyo fin supuestamente fue la compra de equipos médicos, los cuales prometió estarían identificados con una “plaquita”. A la fecha, el mandatario nunca ha presumido los dichosos aparatos con plaquita especial.
Reconciliación e ingratitud
El coordinador de los senadores morenistas, Ricardo Monreal, ayer posteó un video en el que aseguró que “todos juntos lograremos la reconciliación nacional y la grandeza de nuestro país”, e invitó a sus seguidores a no dejar de soñar y no tener miedo a nada, “ni a la crítica ni a la descalificación, ni siquiera a la ingratitud”. ¿Ingratitud? ¿Acaso se estará refiriendo a alguien en particular? ¿Será un mensaje para quienes no lo mencionan entre las corcholatas?
Caro Quintero, secreto de Estado
El titular de la Segob, Adán Augusto López, de plano evitó el tema. “El caso de Caro Quintero es un asunto de seguridad nacional y no podemos nosotros dar los detalles de cuál es el estatus, de si hay o no una solicitud de extradición”, dijo a periodistas en Chihuahua. “El señor fue detenido prácticamente en un pueblo en la zona limítrofe con Chihuahua, fue puesto a disposición de las autoridades federales y se encuentra recluido en el Altiplano. Y con eso nos quedamos…”. Pero, para evitar suspicacias, añadió: “Este gobierno federal no pacta con nadie, niego eso, eso que sólo existe en la cabeza de algunos trasnochados…”.
Adán Augusto se pone los guantes
Y hablando del tabasqueño amigo del Presidente, aunque se había mantenido cauteloso, ayer, el secretario de Gobernación se puso los guantes y respondió fuerte a los partidos de oposición. Les reprochó que la iniciativa presidencial de reforma electoral “los trae acongojados y no se acuerdan o no quieren hablar de sus historias oscuras, como el Pemexgate, del financiamiento a través de Monex. ¿A poco ya no se acuerdan? (...) Ahí anda hoy todavía un dirigente de la prehistoria, vanagloriándose de cómo va, pide dinero a empresarios y chantajea”. Nomás le faltó decir ¿Me estás oyendo, Alito?
Verlo por el lado amable
Dice Ken Salazar que el camino en la relación entre México y Estados Unidos nunca ha sido fácil; sin embargo, “siempre han sido buenos vecinos”. En parte, esto es porque la manera de trabajar de México no es la misma que hay en China o en Rusia. En este sentido, el embajador aplaudió que exista la legalidad en la relación entre ambas naciones, y como muestra puso el proceso de consultas que se está llevando a cabo por la política energética de México. Vaya forma amable de ver las cosas de mister Ken.