Les faltó Zócalo a los manifestantes. Las muestras de descontento contra los constantes intentos desde Palacio Nacional para mermar al Instituto Nacional Electoral siguen creciendo. En la marcha del 13 de noviembre, los organizadores calcularon 200 mil participantes. En la concentración de ayer aseguraron que fueron 500 mil. En la “guerra de cifras”, la Secretaría de Seguridad capitalina rebajó la cantidad de asistentes al Zócalo a sólo 90 mil. Las imágenes de la plaza abarrotada son elocuentes y reflejan una realidad distinta. Y no sólo en la Ciudad de México, sino en prácticamente todo el país y allende fronteras. Aunque se busque desestimar, la marea rosa tiene “otros datos”.
Simbolismos para agraviar la expresión ciudadana
La respuesta anticipada del oficialismo a la concentración de ciudadanos que advierten un golpe a la democracia con el plan B electoral fue, por decir lo menos, burda. Desde tapizar paredes con carteles con la imagen de Genaro García Luna, el logo del PAN y la leyenda “Calderón sí sabía”, hasta el despliegue de una gran manta, también con la imagen del exsecretario de Seguridad y el mensaje “García Luna no se toca”, fueron algunos de los actos simbólicos, se podría decir, de provocación. Pero lo más grave fue el haber retirado la bandera de México del asta del Zócalo. Quizá no contaban con que varios de los asistentes llevarían en lábaro patrio para ondearlo en la manifestación.
PRI, juntos pero no unidos
Marcada y pública fue ayer en el Zócalo la distancia que aún prevalece entre los priistas. El dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, por un lado con los suyos, y los senadores por otro, aparte. A Alito lo acompañaba su siempre escudero, el diputado Rubén Moreira, junto con los legisladores Pablo Angulo, Carolina Viggiano, Cinthya López, y el senador Manuel Añorve. Por el otro lado, la senadora Claudia Ruiz Massieu sola, con su familia, lejos del contingente tricolor, sin la camiseta ni el logo del PRI. De plano, al senador Miguel Ángel Osorio Chong ni se le vio en el grupo de priistas.
Finísima persona quiere hueso en el INE
Aunque dentro de la lista de aspirantes a consejeros del INE existen varios especialistas en materia electoral, la lista incluye una que otra ‘joya’, como el líder del Frente Popular Francisco Villa, Agustín González Cázares, quien seguramente cansado de que la 4T no suelta prenda para que siga recibiendo recursos, ahora busca nuevo hueso.
Políticas intervencionistas
El fin de semana, el líder morenista en el Senado, Ricardo Monreal, salió en defensa del plan B ante el comunicado conjunto emitido por los presidentes de los comités de Relaciones Exteriores de las cámaras del Congreso de Estados Unidos, quienes consideraron que esta reforma “pone en peligro el futuro de las instituciones democráticas” de México. Pese a que el año pasado criticó que el paquete de reformas es inconstitucional, el senador ayer advirtió que este “es un asunto que sólo le compete a nuestro país”, por lo que rechazó la postura de los congresistas de Estados Unidos sobre el tema.