Este es el sexenio de los ferrocarriles. El gobierno de Andrés Manuel López dispone de dinero no solo para su proyecto insignia, el Tren Maya, sino para nuevas líneas interurbanas y no se diga el Metro.
En ese contexto la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario (ARTF) se convirtió en un objeto del deseo. Tras de que Alejandro Álvarez Reyes-Retana renunciara en febrero, hubo manotazos para controlarla.
La directora del Metro, Florencia Serranía, quiso colar a su socio en el Tren de Cholula, José Antonio Guevara; el director de Fonatur, Rogelio Jiménez Pons, a Juan Javier Carrillo, y el senador Ricardo Monreal a Benjamín Alemán, quien le redactó la reforma a la ley de ferrocarriles.
También Banobras, que dirige Jorge Mendoza, quiso entrarle, pues ellos controlan el financiamiento de muchos proyectos ferroviarios, empezando, por ejemplo, la conclusión del Tren México-Toluca.
Al final el que se quedó con la posición fue David Camacho, un ingeniero civil y ambiental por la Universidad de Massachusetts y maestro en planeación de infraestructura por la Universidad de Stuttgart, Alemania.
Tiene un doctorado en ingeniería ferroviaria por esa misma universidad. Su tema se enfocó al mantenimiento de las vías férreas de sistemas de tren ligero por medio de procesamiento de señales.
Camacho, que era director de estadísticas de esa misma agencia, ha dirigido más de 25 tesis en diversos temas enfocados al mantenimiento de las vías y planeación de sistemas de trenes ligeros para México.
El funcionario de marras removió hace unos días a los directores de Asuntos Jurídicos Iván Ángeles Zermeño, al de Verificación y Supervisión José Luis López Amaya y al de Administración Jesús López Flores.
Los corrió por oponerse a la reforma de la Ley Reglamentaria del Servicio Ferroviario que en fast-track aprobó hace una semana Morena, calificada de anticonstitucional y que afecta tanto a Ferromex, de Germán Larrea, como al Kansas City Southern México, que dirige Oscar del Cueto.
Camacho está armando su equipo con gente sin experiencia y a los que les están inflando el currículum para cubrir el perfil, básicamente académicos, como el caso de sus nuevos cuatro directores adjuntos.
Se trata de Baldomero Garza que asumió Estudios de Estadística y Registro Ferroviario; Abelardo Rodríguez, de Regulación Ferroviaria; Ulises Ramírez, de Estadística; e Isidro Enrique Zepeda, de Regulación Técnica Ferroviaria.
La ARTF es clave en todo lo que va venir en materia de trenes. La ‘cofradía teutona’ ya está abriendo negocios al Deutsche Bahn. Esta firma que dirige aquí Gorden Rumpff se benefició del ascenso de Camacho.
Ganó el contrato de preinversión del Tren Ligero de Monterrey y el Fonatur les acaba de dar otro de ‘operador sombra’ del Tren Maya. Y hay planes para meterlos fuerte al Metro, de la impresentable Serranía.
TAL Y COMO le adelantamos, el viernes el mismo Fonatur recibió ofertas para el material rodante del Tren Maya, unos 42 trenes que componen la primera fase, negocio cercano a 40 mil millones de pesos. El organismo que dirige Rogelio Jiménez Pons esperaba cuatro propuestas, pero solo llegaron dos. La de las españolas CAF de Max Zurita y Rubau de Jorge Rubau por 37 mil 453 millones de pesos; y la del trabuco Bombardier-Alstom que dirige Maite Ramos, Gami de Manuel Muñozcano y Construcciones Urales que capitanea Manuel Contreras por 36 mil 563 millones. No llegó la dupla que integraban la alemana Siemens y la suiza Stadler, que presiden respectivamente Roland Busch y Peter Spuhler. Y la que se retiró argumentando que las bases estaban hechas a modo de CAF y Alstom fue la china CRRC Zhuzhou Locomotive, que lleva aquí Gao Feng. Ésta iba aliada a la francesa Thales que maneja Jean Pierre-Nougier, la española Aldesa que encabeza Albert Guillén y la mexicana Citcocomex de Andrés Álvarez. CRRC mandó escritos al mismo Fonatur, a la Presidencia y a las secretarías de Economía y Relaciones Exteriores, pidiendo su intervención para romper los candados que favorecen a Alstom-Bombardier y a CAF, las tres que por cierto ganaron la Línea 12 del Metro y que hoy están siendo cuestionadas por la tragedia de hace una semana en la que murieron 26 personas. Sin embargo, el gobierno de la 4T los ignoró.
OTRA LICITACIÓN, ÉSTA por 3 mil 500 millones de pesos para comprar combustible de 40 mil vehículos del gobierno de la CDMX que parecía transparente, tomó un giro de última hora para beneficiar a 21 estaciones de Grupo Hidrosina, de William y Paul Karam, y dejar fuera a mil 100 gasolineras. Sí Vale, que dirige Gerardo Yépez, fue la que ganó a través de tarjetas electrónicas la licitación pública SAF-DGRMSG-LP-03-21. Pero el oficial mayor de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, Celso Sánchez, ordenó que los 16 mil vehículos de esa dependencia solo carguen gasolina o diésel en los puntos de Hidrosina. Quienes pusieron el grito en el cielo fueron los demás gasolineros privados y los concesionarios de Pemex, porque esa práctica anticompetitiva del gobierno de Claudia Sheinbaum deja fuera de la venta del combustible a la mayoría de las empresas.
MAÑANA LA SECRETARÍA de la Defensa, que comanda Luis Cresencio Sandoval, emitirá el fallo del concurso para la compra de 2 mil 700 cajeros automáticos para el Banco del Bienestar, que dirige Diana Álvarez, otro sustancioso contrato que ronda entre 800 y mil 200 millones de pesos. Sin embargo, no es descartable que se termine declarando desierto. Las bases están muy rígidas para cumplir los tiempos y las especificaciones técnicas. Deibold, que preside Gerrard Schmid, entrega entre 120 y 180 días; NCR, que comanda Michael D. Hayford, posee un blindaje menor al requerido; la china GRG, que dirige Ziyu Ye, no cumple ni con la garantía ni con el soporte de mantenimiento; y la coreana Hyosung, de Cho Hyun-joon, falló su trámite y no apareció su firma electrónica.
TRAS DE QUE el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), que preside interinamente Adolfo Cuevas, rechazara el jueves en su pleno la petición de The Walt Disney Company de otorgar una nueva prórroga para vender FoxSports, la multinacional del entretenimiento que capitanea Bob Chapek tiene 10 días contados a partir de hoy para presentar al regulador los términos y condiciones del contrato de fideicomiso, incluyendo la identificación del posible fiduciario. El IFT puede tomarse todavía entre dos y tres meses para aprobarlos. Y dicho fideicomiso tiene como plazo máximo un año para enajenar o liquidar FoxSports.
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