La Cuarta Transformación

¿Podrá la 4T mejorar al calderonismo?

Darío Celis relata cómo en 2010 la Federal Aviation Administration (FAA) degradó a Categoría 2 a México.

Fue el 23 de julio de 2010 cuando la Federal Aviation Administration (FAA) degradó a Categoría 2 a México. Barack Obama asumía la presidencia de Estados Unidos y un nuevo secretario de Transporte arribó.

Se trató de Ray LaHood, quien curiosamente entraba casi a la par de Randy Babbitt como titular de la FAA, cuando éste era y es un puesto autónomo. Fue éste, Babbit, el que notificó a nuestro país la degradación.

México sabía que venía el golpe, que se agravó cuando un juez de Ciudad Valles detuvo la suspensión de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) a Aviacsa, precisamente, por un tema de seguridad.

En Estados Unidos cuestionaron ese amparo y aplicaron una inspección más estricta, ya no solo con supervisores que tradicionalmente mandaban de la oficina de la FAA de Dallas.

Auditores de Dallas, Miami, Los Ángeles, Washington y Nueva Jersey llegaron a México y empezaron con una exhaustiva revisión, que incluyó aspectos de normatividad y hasta de carácter legislativo.

Se encontraron varias irregularidades: las principales, como ahora, falta de supervisores suficientes, personal, infraestructura, equipos, archivos y sueldos competitivos. La SCT de entonces metió el acelerador.

Humberto Treviño Landois. (Ilustración de Nelly Vega)

El titular era Juan Molinar Horcasitas, el subsecretario de Transporte Humberto Treviño Landois y el director de la desaparecida Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) Héctor González Weeks.

Se negoció con la FAA que las solicitudes en trámite de rutas o vuelos adicionales no se detuvieran, para que una vez que se recuperara la Categoría 1 las aerolíneas mexicanas incrementaran presencia.

México planteó recalendarizar revisiones parciales. Se tuvieron 15 reuniones. En cada una se solventaba la observación. Con ello se acortaron los tiempos porque se evitó entrar a la tubería de la burocracia.

Se contrataron parcialmente pilotos de Aeroméxico y Mexicana para que hicieran ciertas inspecciones. También se mandaron a entrenar al extranjero al personal, en simuladores en Toulouse, Seattle y Sidney.

La SCT también tuvo que comprar nuevos simuladores, porque lo que la FAA encontró fue que los que tenía México no correspondían a los simuladores que tenían los operadores aéreos.

En suma, se invirtieron cerca de mil millones de pesos entre un nuevo edificio que albergara a la DGAC, la contratación de unas 70 nuevas personas y la nivelación de sueldos a 530 empleados.

Así y solo así, con el apoyo de Aeroméxico, la extinta Mexicana y la buena disposición de la FAA, pero sobre todo con presupuesto, el gobierno calderonista recuperó la categoría en cuatro meses y una semana.

Para el 1 de diciembre de 2010 México ya estaba otra vez en el radar de la FAA.

Andrés Conesa. (Ilustración de Nelly Vega)

LA MÁS AFECTADA con la degradación a Categoría 2 es Aeroméxico. Más allá de que ayer sus acciones llegaron a caer más de 10 por ciento en la Bolsa Mexicana de Valores, en Nueva York se afirmaba este martes que la compañía va a requerir de otro empuje financiero. La aerolínea que dirige Andrés Conesa esperaba salir del Chapter 11 en el cuarto trimestre del año, en buena medida por la recuperación de vuelos e itinerarios, muchos de los cuales están programados a Estados Unidos. Pero ahora se habla de un posible retraso y de un nuevo financiamiento preferencial que podría rondar otros 500 millones de dólares. La firma que preside Javier Arrigunaga obtuvo meses atrás un crédito en posesión de deudor de mil millones de dólares. Apollo Global lo otorgó. Se desconoce si este mismo fondo ampliaría el financiamiento o si entraría un nuevo prestamista.

PORQUE YA NO tuiteó nada, no le debió gustar a Andrés Manuel López Obrador lo que la semana pasada le fueron a decir a Palacio Nacional los ejecutivos de Altán, que preside Bernardo Sepúlveda y dirige Salvador Álvarez. El Presidente debió conocer los números del operador de la Red Compartida, que tiene una deuda del orden de los 30 mil millones de pesos. Estamos hablando de lo que Homex, Geo y Urbi registraron conjuntamente de pasivos y que a la postre las haría quebrar. El tabasqueño está en una disyuntiva: o rescata a Altán o verá esfumarse la meta de llevar Internet a todos, y con ello los beneficios de sus programas sociales a su base electoral antes de las elecciones federales de 2024.

Carlos Alberto Martínez. (Ilustración de Nelly Vega)

ADEMÁS DE ASEGURAR la estabilidad de precios, otra función de Banco de México es la de regulador. Ahora que se sabe que en diciembre se abrirá un espacio con la salida de Alejandro Díaz de León, entre los analistas se enfatiza la necesidad de que un abogado financiero se incorpore. La Junta de Gobierno históricamente ha tenido. El último con ese perfil fue Roberto del Cueto y las tres designaciones de subgobernadores que ha realizado Andrés Manuel López Obrador todos son economistas. Carlos Alberto Martínez es un abogado y economista afín a la 4T. No lo pierda de vista porque reúne todos los requisitos.

LA INVERSIÓN EXTRANJERA empezará a llegar al futbol mexicano. Como parte de las decisiones que adoptó el lunes la Asamblea General de Clubes de Futbol estuvo la aprobación para que NX Football USA adquiriera 50 por ciento del capital del Necaxa, de Ernesto Tinajero. En esa empresa están asociados el inversionista y ejecutivo de DC United, Sam Porter; el futbolista alemán, Mesut Ozil; el expitcher de beisbol, Justin Verlander y la actriz Eva Longoria. En esta primera reunión que presidió Mikel Arriola se dio también luz verde al Atlético de San Luis para continuar las negociaciones con otro grupo estadounidense.

LA BARRA COLEGIO de Abogados vive algo parecido a un cisma. Tanto así, que el consejo directivo podría pedirle la renuncia a su presidenta, Claudia de Buen. La abogada lleva apenas cuatro meses en el cargo y al parecer su estilo no ha gustado a no pocos asociados y asociadas. Trascendió que al segundo vicepresidente, José Luis Nassar Daw, seguiría en renuncia el primer vicepresidente, Víctor Olea. Al menos eso se escuchaba ayer. Varios expresidentes como Carlos Loperena, Claus von Wobeser, Luis Madrigal y Héctor Herrera ven con preocupación la ruta que está siguiendo este importante grupo colegiado.

Álvaro Fernández. (Ilustración de Nelly Vega)

EL DIRECTOR DE Grupo Alfa, Álvaro Fernández, señaló ayer: “Hoy más que nunca, no podemos dejar que el gobierno de nuestra ciudad caiga en manos inexpertas. En las empresas, cuando buscamos a alguien para un puesto de dirección, no lo elegimos por sus sueños o su carisma. Los grandes planes de un inexperto candidato a un puesto no nos dice qué tan bien va a lograr los resultados”. El ejecutivo salió a pedir el voto a favor del candidato de la coalición PRI-PRD a la alcaldía de Monterrey, Francisco Cienfuegos. El mensaje bien puede replicarse para todo el país.

COLUMNAS ANTERIORES

El ‘auxiliar en la recaudación’
Edomex: los confictos de Alfredo

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.