DOS SEMANAS ATRÁS el resultado de las elecciones del primer domingo de junio en Quintana Roo parecía estar virtualmente decidido a favor de Mara Lezama, la aspirante de la coalición Morena-Verde.
Sin embargo, hace unos días el tablero político dio un sorprendente vuelco con la irrupción de Movimiento Ciudadano (MC), partido al que casi nadie prestaba atención en el Caribe mexicano.
Aparte de Mara, estaban los nombres de otras dos mujeres: la diputada federal Laura Fernández, que no sin obstáculos consiguió la virtual candidatura de la Coalición PAN-PRD, después de renunciar a su militancia en el Verde y sumarse a la bancada perredista.
La otra mujer que alborotaba la gallera política de Quintana Roo era la senadora Maribel Villegas, quien había descalificado la encuesta de Morena que favoreció a Mara.
Maribel no encontró asideros políticos ni en el PAN ni el PRD, y tocó las puertas de Movimiento Ciudadano. Ella misma soltó la versión de que sería la abanderada del partido naranja e incluso filtró día y fecha de su “destape”.
Pero el pasado viernes 21 de enero MC dio la sorpresa: se decantó por Roberto Palazuelos, quien semanas atrás había iniciado una campaña en sus redes sociales de que buscaría la candidatura para el gobierno de Quintana Roo.
Primero se dejó querer por el PRD, pero allí las negociaciones de Laura Fernández estaban avanzadas y fue imposible destrabarlas. Pero al mismo tiempo tejió relaciones políticas con la dirigencia nacional de ese partido.
¿Por qué MC se inclinó por Palazuelos? ¿Qué pasó con Maribel Villegas? Se habla de que al más viejo estilo, la 4T y Adán Augusto López desde Bucareli apretaron y la senadora desistió en su propósito de aparecer en las boletas en junio próximo.
Lo único cierto es que, como acostumbra, Dante Delgado apuesta a sangre fría con una carta fuerte sobre la mesa que tomó por sorpresa a los contendientes. ¿Puede ganar MC una gubernatura más?
El mar del Caribe es imprevisible. Eso lo saben los marineros y también los políticos lo deberían saber.
Hasta la semana pasada en Quintana Roo todo parecía muy claro. Se daba por hecho que Mara Lezama triunfaría en las próximas elecciones. Laura Fernández tendría la segunda posición y el PRI, con Leslie Hendricks, un lejano tercer lugar.
Pero la aparición de MC con Palazuelos ha alterado este panorama hasta cierto punto lánguido. Los intereses que representa el Caribe mexicano rebasan la mentalidad estrecha de la mayoría de sus políticos.
A finales del año pasado, cuando Morena convocó a una encuesta para definir su candidatura, parecía todo un mero trámite. Sin embargo irrumpió a mitad del foro un personaje de gran peso político en la llamada 4T.
Nos referimos a Rafael Marín Mollinedo, amigo cercanísimo del presidente Andrés Manuel López Obrador, encargado del proyecto del Corredor Transístmico y fundador de Morena en Quintana Roo.
Este tabasqueño normalmente moderado se lanzó contra el partido Verde, calificándolo como emblema de la corrupción y señalando que moralmente no debía gobernar Quintana Roo.
Las manos largas de Jorge Emilio González se ven claramente en la Tesorería y la Oficialía Mayor de Cancún.
Sin embargo, el propio presidente desestimó las aspiraciones de Marín Mollinedo de ser candidato al gobierno de Quintana Roo, pero él siguió creando enlaces y grupos para una eventual campaña.
Al final de cuentas no se inscribió en la encuesta. Y después de unas largas vacaciones optó por sumarse a Mara.
Lo anterior, más el desencanto de los simpatizantes de la senadora Villegas y la rebatinga por las candidaturas a diputados locales, hacen que el buque morenista empiece a hacer agua.
En cuanto a los actores políticos locales, el ex gobernador Joaquín Hendricks colocó a su hija Leslie como candidata del PRI al gobierno del estado, dado que el tricolor no se sumó a la alianza PAN-PRD porque prevalecieron los intereses de Alejandro Moreno, Alito, con el Niño Verde, que son socios en diversos negocios.
El también ex gobernador Félix González Canto juega a tres bandas: tiene nexos políticos y de negocios con Mara Lezama y con Laura Fernández. Y también, como era previsible, le alzó la mano a la candidata testimonial del PRI, la Hendricks.
Por lo que hace al gobernador Carlos Joaquín González, está más ocupado en ajustar las cuentas para entregarle el mando a Mara, mientras el PVEM se frota las manos.
Hasta el ex gobernador Mario Villanueva se está moviendo. El cenecista no ha dejado de hacer política y en su arraigo domiciliario recibe a todos y les ofrece igualmente apoyo. No quiere quedar mal con nadie.
Pero en el Caribe los vientos tienen sorpresas. Hay incertidumbre. La jugada de MC en el tablero, con Mi Rey Palazuelos, ha hecho que el gambito de dama no sea garantía de triunfo.
FUERON 100 MIL millones de razones por las que el gobierno de Pedro Sánchez terminó dando, ayer, su beneplácito a México para que Quirino Ordaz sea el embajador en España. Cien mil millones de dólares es lo que empresas hispanas han invertido en nuestro país hasta ahora. Haberle dado un portazo a Andrés Manuel López Obrador habría puesto en jaque al BBVA, que dirige aquí Eduardo Osuna. El caso Iberdrola ya está perdido, ¿pero qué explicación le darían a Patricia Botín de Banco Santander, a Carmen y Luis Riu Güell de la cadena hotelera Riu o a Amancio Ortega que tiene aquí cientos de tiendas Zara? Que le quede claro: las relaciones México-España están congeladas y el retraso de tres meses fue la respuesta al inquilino de Palacio Nacional a tanto insulto mañanero. No obstante, los ibéricos tampoco le van a dar un balazo en el pie a sus empresas. Con tanto ex abrupto presidencial, un desaire al tabasqueño ponía en riesgo la propiedad privada española en México.
AHORA QUE ESTÁN de moda los encargos diplomáticos, habría que recordar que Porfirio Muñoz Ledo ha sido el único mexicano que en la historia reciente de México le ha sido negado un beneplácito. Cuando el multipartidista estaba por culminar su gestión en la Misión Permanente de México ante la ONU en 1985, se solicitó el beneplácito al Reino Unido para que fuera Embajador en ese país. No le fue concedido porque durante su estancia en la Gran Manzana promovió y fue muy activo en lograr una condena en la Asamblea General contra el gobierno de Margaret Thatcher por la guerra de las Malvinas. Después vino el rompimiento con Miguel de la Madrid y su salida del PRI para iniciar su camino en la oposición. El incidente no fue del dominio público y solo se supo en las oficinas del entonces Canciller, Bernardo Sepúlveda.
NO HAY FECHA que no se cumpla y este lunes Ricardo Anaya deberá presentarse de manera presencial ante Marco Antonio Fuerte Tapia, juez de Control del Centro de Justicia Penal Federal del Reclusorio Norte en la Ciudad de México. El ex candidato presidencial panista tendría que responder a las acusaciones de corrupción que le formuló Emilio Lozoya Austin, en torno al caso Odebrecht. Pero hay dos grandes interrogantes: si el queretano efectivamente se presentará, y cómo va proceder la Fiscalía General de la República, pues ya acusó al ex director de Pemex de haberse robado ese dinero y hasta solicitó que se le condenará a 39 años de cárcel. O sea, Alejandro Gertz Manero ya dejó de darle credibilidad a los dichos del acusador. En todo caso tendría que desistirse.
EL FUEGO AMIGO contra el senador Ricardo Monreal está a todo lo que da. Desde Palacio Nacional le armaron la rebelión y tiene de dos sopas: o se dobla frente al ala más radical de Morena y la 4T, o se deja arropar por Movimiento Ciudadano, el partido de su amigo Dante Delgado. Las próximas serán semanas cruciales para su futuro político, pues quieren que suelte la presidencia de la Junta de Coordinación Política y el liderazgo de la fracción morenista, posiciones que busca Olga Sánchez Cordero. La ministra y ex secretaria de Gobernación dejará a finales de agosto la presidencia de la Mesa Directiva y quiere ser la operadora de las tres iniciativas de Andrés Manuel López Obrador: reforma energética, electoral y Guardia Nacional. ¿Le alcanzará a doña Olga?
EL PRESIDENTE DEL Partido Acción Nacional, Marko Cortés, arrancó el año a tambor batiente. El michoacano está echado para adelante en la idea de hacer campañas negras contra personajes del gobierno de la 4T que están despuntando políticamente. La intención es abrirle espacios electorales al blanquiazul. Los dos primeros blancos de la estrategia mediática son los secretarios de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, y de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard.