“EL PRESIDENTE LÓPEZ Obrador está tratando los energéticos como Fidel Castro trataba a los casineros: los citaba en el antiguo hotel Hilton de La Habana y los acusaba de explotadores y traidores a la patria”.
Las palabras son de un analista con conexiones en el Capitolio, en las embajadas y con lobbistas de ambos países. “John Kerry no trajo a nuevos inversionistas, trajo a los damnificados de la reforma energética de la 4T”.
En la reunión del jueves antepasado participaron 20 empresarios que querían escuchar soluciones a sus respectivas problemáticas. Los mismos que hoy tienen en vilo inversiones por unos 10 mil millones de dólares.
Uno era Tim Duncan, el fundador y presidente de Talos Energy, la empresa que al amparo de la reforma energética de Enrique Peña ganó un bloque donde se descubrió años después el mayor yacimiento petrolero.
Hablamos de Zama, cuya operación fue arrebatada por Pemex y la Secretaría de Energía en esta administración, uno de los tantos expedientes cuyos inversionistas clamaron una solución a López Obrador.
Zama estuvo presente en el encuentro que el enviado de la Casa Blanca para el Cambio Climático y su comitiva buscaron convertir en un “diálogo político de alto nivel” que permitiera avanzar en soluciones a la barrera en que se ha convertido la contrarreforma del tabasqueño.
Kerry planteó la creación de un grupo bilateral integrado por las secretarías de Energía de ambos países, la de Economía y la Representación Comercial de Estados Unidos, y las empresas afectadas para dar seguimiento a la reforma energética.
Efectivamente, López Obrador nunca expresó ni un sí ni un no a lo que Kerry expresó, defendió su reforma y amagó con exhibir a las empresas que se beneficiaran de la corrupción.
Hacia las siete de la noche la comitiva salió de Palacio Nacional, vino la declaración banquetera de Kerry sobre el supuesto acuerdo para la creación de un equipo negociador conjunto, y de ahí a la embajada.
John Kerry y el embajador Ken Salazar se encerraron en la sala blindada y se enlazaron con el presidente Joe Biden vía teleconferencia en la que reportarían el resultado de su encuentro con López Obrador.
Fueron básicamente tres mensajes los que se le comunicaron al presidente de Estados Unidos: una solución al caso de Zama, la reforma energética se desbloquearía y habría una comisión de trabajo para acompañar la reforma energética.
Esa noche del jueves 31 de marzo el presidente del país más poderoso del planeta se fue a dormir creyendo que México había aceptado un acuerdo, y Kerry y Salazar pensando que habían cumplido su misión.
Pero el despertar del viernes 1 de abril, con el estruendoso desmentido presidencial de la conferencia mañanera, López Obrador dejó en ridículo a Estados Unidos, a Biden y a sus enviados.
Se creó ya una situación de enfrentamiento supremo entre Estados Unidos y México, que se agravó con la preferencia de López Obrador hacia el Ejército sobre la Marina, los aliados históricos del país vecino en el combate al narcotráfico.
“La idea de cancelar visas, no solo a legisladores simpatizantes de Rusia y a los que voten a favor de la contrarreforma energética, es una realidad, y es extensiva ahora a las fuerzas castrenses también”, adelanta este acucioso observador.
POR CIERTO QUE el presidente López Obrador ha tomado la decisión de poner bajo el escrutinio de su régimen todos los permisos, concesiones y planes del sector privado, primeramente en el sector energético, pero de ahí a cualquier otra actividad regulada o que implique la autorización del gobierno federal. Tras la votación del pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la que siete de once ministros declararon inconstitucional su Ley de la Industria Eléctrica y que no alcanzó el mínimo de seis votos para dejar sin efecto los amparos en contra de ella, el tabasqueño llamó de urgencia a Palacio Nacional a quienes serán sus arietes para hacerle la vida complicada a los inversionistas, nacionales y extranjeros, hacer negocios en el país por lo menos los próximos tres años. Apunte bien sus nombres. El jueves fueron convocados los secretarios de Gobernación, Adán Augusto López; de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O; de Economía, Tatiana Clouthier, y de Energía, Rocío Nahle; el director de la CFE, Manuel Bartlett, y los titulares de Nafinsa y Bancomext, Luis Antonio Ramírez, y de Banobras, Jorge Mendoza. La instrucción central fue solo una: de ahora en adelante todas las decisiones en materia económica tendrán que subordinarse a un criterio político.
LE DECÍA QUE el miércoles pasado hubo consejo en Pemex. El representante por Hacienda, el subsecretario Gabriel Yorio, adelantó el acuerdo para reestructurar un bono de 20 mil millones de dólares que vencía el mes próximo. Se va a refinanciar a 10 años en mejores condiciones. JPMorgan, que lleva aquí Felipe García-Moreno, es el asesor financiero de la petrolera que dirige Octavio Romero. Yorio también informó que la dependencia dejará de pagar los intereses de la deuda con la emisión de más deuda y que lo hará a partir de abril con recursos de sus utilidades. De enero del año pasado a marzo Hacienda ha amortizado cerca de 12 mil millones de dólares mensuales de intereses. Las tasas a las que contrató andan arriba de 9 por ciento, lo que hacía muy oneroso el servicio. Pero en noviembre del año pasado por primera vez en seis años la empresa productiva del Estado reportó utilidades, en este caso cerca de 80 mil millones de dólares. Ante ello el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, optó por modificar el esquema de pagos de deuda, que asciende a unos 115 mil millones de dólares.
DESDE HACE DOS semanas en el escritorio de Jorge Arganis están los nombres de los candidatos para relevar al director de Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam). Víctor Hernández es en buena parte culpable de que haya un caos en los tiempos de salidas y llegadas de vuelos en el Aeropuerto Internacional de la CdMx (AICM). En los últimos días el nivel de demora ha crecido de 45 minutos a una hora y media en promedio, debido al desorden que provocan los controladores aéreos, que sin respetar los slots, dan el servicio a las líneas aéreas generando una saturación del AICM que a su vez provoca que los vuelos procedentes de otras ciudades no puedan despegar. Los dos candidatos son pilotos aviadores civiles, pero al señor Arganis simplemente no se le pega la gana dar un manotazo a esta situación y relevar a un funcionario que ya es una carga para Carlos Morán y Carlos Antonio Rodríguez, directores del AICM y de la Agencia Federal de Aviación Civil, respectivamente. ¿Hasta cuándo secretario de Comunicaciones?
LA SCJN LE enmendó la plana la semana pasada a la Comisión Reguladora de Energía (CRE), que preside Leopoldo Melchi, tras dejar sin efecto una resolución en la que rechazaba autorizar la participación cruzada de Trafigura. Esta se da cuando una compañía comercializadora es cliente de un almacenamiento o transporte en donde también tiene una participación de capital. En este caso, Trafigura llevó la participación a la Comisión Federal de Competencia (Cofece) para que se aseguraran de que no implicaba dominancia en el mercado. La instancia que preside Brenda Grisela Hernández dio una opinión favorable mientras que la CRE la rechazó. Por unanimidad la Primera Sala que preside Margarita Ríos-Farjat resolvió que Cofece es la autoridad e invalidó la resolución negativa de la CRE, lo cual confirma que Trafigura no afecta al mercado, por el contrario, aumenta las opciones de suministro y la competencia.
La Cuarta Transformación volverá a publicarse el martes 19 de abril.
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