EN LAS ELECCIONES presidenciales de 2018, el bajo clero dio un voto de confianza a Andrés Manuel López Obrador y sufragó en su mayoría por el candidato de Morena.
Cuatro años después, la mayoría de los más de 14 mil sacerdotes, 150 obispos y 30 mil monjas católicas del país, retiraron su apoyo político y simpatía al Presidente.
La muerte de los jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora, más otros seis caídos y los desaparecidos en este gobierno, más la inexistente interlocución, se traducirá en un voto de castigo a Morena en 2024.
Por años, jesuitas, agustinos, dominicos, franciscanos, maristas, lasallistas, josefinos, misioneros del Espíritu Santo, vicentinos, trinitarios, pero más el clero diocesano, simpatizaron con López Obrador y su causa.
Pero los dichos del tabasqueño contra miembros de la Compañía de Jesús, la Conferencia Episcopal Mexicana y del trabajo de miles de sacerdotes y religiosas en las comunidades pobres del país, llevaron a un punto de quiebre la relación del clero y la 4T.
La llegada de César Yáñez es una señal de que podría haber una nueva interlocución con la curia y un puente con los jerarcas católicos, pero no es garantía y tampoco hay mucha buena expectativa entre ellos.
El Vaticano designó a un nuevo nuncio apostólico en Mexico: Joseph Spiteri, porque el Departamento de Estado Vaticano, a cargo de Pietro Pailin, entendió que en los últimos 30 años las relaciones entre el gobierno y los obispos mexicanos no habían estado tan mal como ahora.
En el alto clero existe experiencia que éste, el de López Obrador y Morena, es un sexenio perdido, y que al Presidente no le interesa darle un lugar a la Iglesia católica como interlocutora seria.
Y en el bajo claro la desilusión es mayor porque la frase de “Por el bien de Mexico, primero los pobres”, se quedó en un mero mensaje politiquero de propaganda barata.
Los programa sociales, no asistenciales, se eliminaron y provocaron más pobreza que la que combatieron y la nula pelea contra la inseguridad y la muerte de los jesuitas fue la gota que derramó el vaso de la confianza.
Cuando López Obrador cuestionó el compromiso de la Iglesia católica en las causas sociales, el bajo clero empezó a tomar distancia de este régimen.
Hablamos de monjas y laicos que trabajan hace más de 40 años en programas de asistencia con niños pobres, indígenas, ancianos, enfermos, migrantes, mujeres maltratadas, en comedores y en educación.
Los obispos y los jesuitas se hicieron una sola voz y se desprendieron para retomar un camino diferente.
En los próximos meses los más de 14 mil sacerdotes católicos, a través de sus 4 mil 600 parroquias y 2 mil 800 templos, que influyen en millones de creyentes que asisten cada ocho días a servicios religiosos, se irán decantando por una opción político social que ya no será la 4T.
Los Siervos de la Nación van a tener un gran contrapeso de cara a las elecciones presidenciales de 2024: los curas de pueblo y los agentes de pastoral que trabajan en colonias populares con indígenas y migrantes.
También los sacerdotes que atienden colegios y universidades privadas y que tienen interlocución con jóvenes y con padres de familia.
La historia del bajo clero en Mexico y Centroamérica está ligada a los grandes movimientos sociales, lo que parece perdió de vista la 4T.
LA APROBACIÓN AYER del proyecto del INE que ordena a los partidos políticos postular al menos a una mujer a las gubernaturas del Estado de México y Coahuila el año próximo, acabó con las aspiraciones de los morenistas Higinio Martínez y Horacio Duarte en el caso de la primera entidad. Con ello se afianza la que de por sí era la candidata del presidente Andrés Manuel López Obrador, la secretaria de Educación Pública, Delfina Gómez. Asimismo, pega en el índice de flotación al exalcalde de Huixquilucan y actual diputado local, el panista Enrique Vargas, y mete en predicamentos al candidato de Movimiento Ciudadano, el senador Juan Zepeda. Los afectados por esa resolución del organismo que preside Lorenzo Córdova tendrán que hacer malabares para no quedarse fuera de la contienda. Por el contrario, las principales beneficiarias son las priistas Alejandra del Moral y Ana Lilia Herrera. La primera parece ir en caballo de hacienda para encabezar la alianza y a la segunda dicen que ya le echó el ojo Dante Delgado. ¿Será que sí?
LA REUNIÓN DE ayer en Washington entre los presidentes Andrés Manuel López Obrador y Joe Biden pasó con más pena que gloria. Quedó de manifiesto que México ya se le salió totalmente de control al estadounidense y que de ahora en adelante veremos una intervención cada vez más agresiva del bloque de senadores republicanos y demócratas en el manejo de la agenda bilateral, donde cada país defenderá de forma más enérgica sus intereses. La primera parada será septiembre, cuando los equipos políticos de cada partido se empiecen a armar de cara a las elecciones intermedias de Estados Unidos con un Biden sumamente debilitado políticamente. El primer cambio de señales será la salida del embajador Ken Salazar. No pierda de vista al senador demócrata por Nueva Jersey, Bob Menéndez, feroz crítico de la 4T y de López Obrador, pues concentrará casi el mismo poder que el propio Biden. Por su grupo político antiobradorista pasará la selección del nuevo representante diplomático que sustituirá a Salazar.
CUMPLIDA LA REUNIÓN con Joe Biden, el presidente mexicano participará hoy en el US-MEX CEO Dialogue Roundtable, el encuentro con empresarios estadounidenses. De los más relevantes de aquel país presentes apunte a los de Bulkmatic, Alejandro Doria; de Mexico Pacific Limited, Douglas Shanda; de New Fortress Energy, Wesley Edens; de Sempra, Jeffrey Martin; de Pattern Energy, Mike Garland; de Monterra Energy, Neil Brown; de EDP Renewables, Sandhya Ganaphaty; de Flint Hill Resources, Jeff Ramsey, y de Windstar, Marco Zaragoza. A todos ellos los acaba de llevar con Andrés Manuel López Obrador el embajador Ken Salazar. Lo interesante es que como parte de la delegación mexicana en esta reunión de hoy estarán presentes también la secretaria de Energía, Rocío Nahle, y el director de Pemex, Octavio Romero. El que no estará es Manuel Bartlett. Y es que el director de la CFE está boletinado por el gobierno estadounidense. La DEA no olvida el asesinato de su agente Kiki Camarena.
MÉXICO ES EL el único país del mundo que tiene una disposición en materia de propiedad industrial donde cualquier extranjero puede demandar a un nacional la nulidad de una marca otorgada y concedida hace 20, 30 y hasta 50 años. Nunca preescriben las acciones de nulidad, facultad que ningún mexicano tiene en el extranjero. La Suprema Corte de Justicia de la Nación va a resolver si la Segunda Sala actuó bien al declarar inconstitucional la fracción 1 del artículo 151 de la Ley de Propiedad Industrial, que da certeza a los mexicanos que tienen registradas sus marcas sin tener que recurrir a onerosos juicios. Bardahl de México tiene la marca Fórmula 1 desde 1993 para distinguir sus aceites lubricantes. Fue la primera marca Fórmula 1 registrada en el mundo, cuando el evento deportivo se denominaba Gran Premio. La organizadora del Formula One Licensing se constituyó hasta 1993 y registró su marca Fórmula 1 para competiciones en 2004, es decir, muchos años después que Sergio Díaz, el de Bardhal.
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