EL NEGOCIO DE las marchas y manifestaciones en México tendrá un repunte espectacular el próximo domingo, cuando el acarreo de casi un millón de personas provenientes de todo el país invada la CdMx.
Se estima que el costo de la llamada “contramarcha” del presidente Andrés Manuel López Obrador va ser de aproximadamente mil 500 millones de pesos, recursos que saldrán del erario público.
Esta cifra viene del conteo de unas 700 mil personas provenientes de los 31 estados de la República, con una media de 10 mil a 20 mil personas, para lo que se necesitarán entre 250 y 500 camiones por entidad.
Además la paga por concepto de hotel, alimentos y viáticos en general, así como herramientas de apoyo como camisetas, gorras, banderines y pancartas, ronda los 20 millones por cada 10 mil personas.
Solamente cada camión cuesta un promedio de 24 mil pesos el viaje redondo, además de un viático de mil pesos por persona para cubrir la estancia, las comidas y un apoyo por el esfuerzo de estar presente.
En tanto, las cerca de 300 mil personas que se espera provengan de la CDMX y zona metropolitana, costarán entre 2 y 3 millones de pesos por cada 10 mil manifestantes aportados a la marcha del respaldo.
La “contramarcha” del próximo domingo es una manifestación organizada y promovida desde la cúspide del poder en México, que es representado por el inquilino de Palacio Nacional.
Va a ser ejecutada por gobernadores, alcaldes y demás dirigentes del partido Morena, usando recursos públicos, para volver a retomar la movilización social pausada los cuatro años de gobierno de la 4T.
En las últimas tres décadas solo José López Portillo convocó como presidente en funciones a una marcha para movilizar a sus huestes priistas y justificar la nacionalización de la banca.
El 22 de marzo de 1938, el general Lázaro Cárdenas promovió una marcha de apoyo a la expropiación petrolera: unas 250 mil personas se concentraron frente a Palacio Nacional para respaldar su decreto.
López Obrador se quitará la banda presidencial y reasumirá el liderazgo partidista en la antesala del debate en el Congreso por la reforma política donde pretende controlar al INE y allanar el camino a su candidata.
Con la marcha del domingo, AMLO quiere mostrar su músculo político y evidenciar que tiene amplio respaldo popular, desacreditando el resultado de la movilización ciudadana del 13 de noviembre.
Existe mucha evidencia videograbada de que los gobiernos morenistas en los estados y municipios están gastando millonarios recursos públicos para llenar de acarreados el Zócalo capitalino.
Pero ante el uso de esos recursos públicos, el INE no tiene capacidad de maniobra, porque no se ha mencionado abiertamente algún fin o enfoque electoral.
Sin embargo, la movilización de pasado mañana por sí misma se inscribe en el contexto de la sucesión presidencial dentro de 19 meses, cuando habrá votaciones para renovar la Presidencia, el Congreso federal, nueve gubernaturas y 30 congresos estatales.
“¿QUÉ ME OFRECES, si la Ciudad de México ya está perdida?”, soltó un Ricardo Monreal. Del otro lado estaba Mario Delgado, líder nacional de Morena. El planteamiento se hizo hace ya varios días atrás. Una propuesta más o menos en los mismos términos le dejó entrever también el secretario de Gobernación, Adán Augusto López. “Ya bájate (del Senado) y vete por la CdMx”, ha sido la sugerencia velada del líder del partido en el gobierno y del principal operador político de Andrés Manuel López Obrador. Estos intercambios trascienden justo cuando el zacatecano aguanta la metralla de su propia bancada en el Senado y a días de que preanunciara su salida para diciembre o, como él mismo canta, “para abril o para mayo”. Monreal va a ser el único precandidato a la Presidencia que romperá con Morena. Marcelo Ebrard se terminará disciplinando a AMLO y será el líder de la bancada morenista en el Senado en 2024. Al tiempo. La pregunta es pa´ cuándo le renuncia Monreal al partido guinda.
LE REFERÍ AYER quiénes conforman el primer círculo del Presidente. Ése que ha estado atrás de la radicalización de Andrés Manuel López Obrador y que conducirá sus decisiones de aquí a que entregue la banda presidencial. El tabasqueño tomó la decisión de cerrarse a otras voces hace 18 meses, cuando la clase media acudió al llamado de la alianza Va por México y le arrebató la mitad de la CdMx y varias plazas del país. El grupo ultra radical, le decía, lo integran como ejecutores de políticas públicas Adán Augusto López y Claudia Sheinbaum. Y como voces al oído su esposa Beatriz Gutiérrez Müeller, su hijo Andy López Beltrán, su vocero Jesús Ramírez, Epigmenio Ibarra, el monero de La Jornada Rafael El Fisgón Barajas, el articulista de La Jornada Pedro Miguel y el jefe de la Unidad de Inteligencia Financiera Pablo Gómez. El ala ruda de la 4T se alista para la “madre de todas las batallas”.
ESTE MIÉRCOLES ALEJANDRO Vivanco Alarcón, Gerardo Álvarez Morphy Alarcón y Oscar Alarcón de Zamacona denunciaron por homicidio doloso de Roberto Vivanco Alarcón a su tío, el empresario Gabriel Alarcón Velázquez. La acusación fue presentada en la Fiscalía General de Justicia de la CdMx, de Ernestina Godoy. En el señalamiento se asienta que a finales de marzo de 2022 estaban Alejandro y Gerardo en el domicilio de Cerro de Mayka 335, colonia Lomas de Chapultepec, cuando alrededor del medio día llegó Oscar, quien les dijo que su papá, Oscar Alarcón Velázquez, le aseguró que “Gabriel (Alarcón Velázquez) quiere mandar matar a Gerardo (Álvarez Morphy), que lo va a mandar asaltar y que lo maten, que no les va dejar este problema a sus hijas cuando se muera, que como no les dejó a Roberto Vivanco de problema”.
LA PROPUESTA QUE hizo Carlos Slim y su banco Inbursa por los activos de Citibanamex ni siquiera llegó a los 2 mil millones de dólares. Fue una oferta no vinculante que se entregó a Citi hace cuatro meses, por ahí de julio, cuando Santander, de Ana Botín, lanzó su propia oferta, también no vinculante, por casi 6 mil millones y que tanto ofendió a las huestes de Jane Fraser a grado tal que los expulsaron de la puja. Pero en el caso de Inbursa y Slim, el banco que dirige Manuel Romo tampoco hizo ruido y, mucho menos, un pancho. Así las cosas.