DE NADA SIRVE a partir de hoy el cabildeo, los encuentros y las campañas en medios. Los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) se van ya de vacaciones.
Eso sí: el lunes 2 de enero, al mediodía, tienen una cita para votar quién presidirá en los próximos cuatro años la máxima instancia de procuración de justicia. Once ministros con sus votos lo definirán.
Ayer, el presidente Andrés Manuel López Obrador fue a la Corte como invitado de honor al informe de labores del Poder Judicial, el último del ministro presidente Arturo Zaldívar Lelo de Larrea.
El tabasqueño, transparente como un cristal, volvió a demostrar que las únicas que pueden presumir su cercanía y simpatía son las ministras Yasmín Esquivel Mossa y Loretta Ortiz Ahlf. Así quedó de manifiesto.
A su llegada al edificio de Pino Suárez 2, en el Centro Histórico, fue recibido, como marca el protocolo, por los presidentes de las dos salas de la SCJN, en este caso presididas, curiosamente, por mujeres.
Esquivel Mossa y Margarita Ríos-Farjat fueron las encargadas de recibirlo; López Obrador repelió a la segunda en el abrazo de recibimiento y la primera se adueñó de la conversación hasta la llegada al pleno.
Una vez ahí Alfredo Gutiérrez Ortiz-Mena, el candidato con más posibilidades junto con Yasmín de obtener la Presidencia, también se estrelló con la frialdad de un López Obrador distante, a la hora del saludo.
Alberto Pérez Dayán, el otro ministro que se inscribió en la contienda, no desaprovechó el encuentro para autopromoverse con el secretario de Gobernación Adán Augusto López, con el almirante secretario de Marina José Rafael Ojeda Durán y con la consejera Jurídica de la Presidencia, María Estela Ríos González.
Pero fiel a sus convicciones, o a sus filias o fobias, Andrés Manuel no cruzó comentario con ningún ministro más allá de sus amigas, Yasmín y Loretta.
No se quedó a la comida de los ministros, magistrados y jueces del Poder Judicial, y tras atestiguar el informe, se encerró con Zaldívar media hora en su oficina, para después regresar a Palacio Nacional.
Nos vemos el próximo 2 de enero en la votación.
LA ADMINISTRACIÓN DEL morenista Julio Menchaca en el estado de Hidalgo cumple sus 100 primeros días y entrega como resultados los números de su Ministerio Público estatal, el único que se mantiene como Procuraduría General de Justicia que intenta caminar con cautela hacia el nombramiento de su primer fiscal. Su saldo: más de 400 órdenes de aprehensión ejecutadas en la entidad por el equipo de Santiago Nieto, extitular de la Unidad de Inteligencia Financiera. La cereza del pastel es la investigación sobre la llamada ‘estafa siniestra’. Nieto identificó una red de corrupción que desvió más de 500 millones de pesos, en la que participaron por lo menos 13 ayuntamientos que recibieron ingresos extraordinarios para dirigirlos a empresas fachada. Se ha ejercido ya acción penal contra diversos presidentes municipales: Luis Enrique Cadena, de Nopala de Villagrán; Felipe Juárez, de Huautla; Fidel Arce, de Epazoyucan, y Elías Sanjuan Sánchez, de Yahualica. Algunos de ellos ya se encuentran acogidos a criterios de oportunidad para engrosar carpetas de funcionarios del gobierno de Omar Fayad. En la mira se encuentran Atilano Rodríguez y Sayonara Vargas, exsecretarios de Educación; Marco Antonio Escamilla y Alejandro Benítez, exsecretarios de Salud, y Delia Blancas, exsecretaria de Finanzas. Esta última autorizaba recursos extraordinarios para los municipios, los cuales, sin autorización incluso de sus cabildos, los ejercían irregularmente bajo conceptos como la rehabilitación y mejora de caminos, disposición de espacios recreativos o compra y arrendamiento de maquinaria. La misma metodología se empleaba desde las secretarías de Educación y de Salud, con recursos dirigidos a programas de infraestructura escolar, desarrollo educativo y campañas de promoción sanitaria. Se presume incluso que los desvíos pudieron ser más onerosos y rebasar la cifra de 2 mil millones de pesos. La mancuerna Menchaca-Nieto ha tenido en 100 días de trabajo resultados que se comparan o superan los de cualquier fiscalía autónoma.
EL PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR sabe que la madre de todas sus batallas electorales será en 2024, pero también que la aduana del Estado de México el año próximo es fundamental, porque representa casi 12 por ciento del padrón electoral. Nos enteramos de que Morena, que preside Mario Delgado, ya está pidiendo a sus gobernadores que apadrinen un distrito electoral, con operadores y recursos que garanticen el triunfo de la maestra Delfina Gómez. Trascendió que a partir de enero los gobernadores morenistas enviarán varias decenas de operadores políticos y varios portafolios con, al menos para abrir boca, 20 millones de pesos, para lo que se ofrezca. Claudia Sheinbaum, Rutilio Escandón, Carlos Merino, Cuitláhuac García, Marina Ávila, Víctor Castro, Alfonso Durazo, Rubén Rocha, David Monreal, Indira Vizcaíno, Alfredo Ramírez Bedolla, Evelyn Salgado, Lorena Cuéllar, Layda Sansores, Miguel Ángel Navarro, Julio Menchaca, Salomón Jara, Mara Lezama, Américo Villarreal y Sergio Salomón. A los que habría que sumar a Cuauhtémoc Blanco y Ricardo Gallardo, del PES y Verde, incondicionales también. Veintidós gobernadores: 440 millones de pesos, cuando menos, para aceitar la maquinaria en el estado que aún gobierna Alfredo del Mazo.
AUNQUE YA SE cumplieron 20 días del acarreo a la CdMx del presidente Andrés Manuel López Obrador para mostrar su músculo político, vale la pena rescatar detalles del movimiento. Uno interesante fue la protección que el tabasqueño tuvo a lo largo de la marcha que encabezó del Ángel de la Independencia al Zócalo capitalino. No todo ese mar de gente que lo abrazó y lo quiso tocar durante su trayecto era el pueblo. Unos 168 efectivos del Ejército mexicano vestidos de civil estuvieron dispersos en su primer círculo. Estamos hablando de 14 batallones que le puso el secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval. Cada batallón estaba compuesto por unos 12 soldados. A ellos agregue los miembros de la Ayudantía que comanda Daniel Asaf Manjarrez.
AHORA QUE SE empieza a calentar el proceso de cara a las elecciones presidenciales de 2024, el nombre de José Antonio Meade se empezó a mover en el círculo rojo como un posible candidato de la alianza Va por México. Pues para nada. Le podemos asegurar que por la cabeza del exsecretario de Hacienda y de Desarrollo Social en el sexenio de Enrique Peña Nieto no pasa esa idea. Vamos, ni siquiera lo incluyó el presidente Andrés Manuel López Obrador en su lista de 42 “precandidatos del bloque conservador” del martes pasado. Sin embargo, no crea que Meade abandonó también la idea de llegar a ser presidente de México algún día. Su mirada está puesta en 2030. Para entonces tendrá unos 59 años. Y es que “alguien tendrá que levantar el tiradero que dejará la 4T”.
TE DIGO ARMANDO para que me entiendas Claudia. ¡Aguas Claudia Sheinbaum! Para los avezados de la política y que conocen bien a Andrés Manuel López Obrador, no pasó desapercibido lo que pasó en Coahuila. El Presidente bajó en el último momento a su delfín, Ricardo Mejía Berdeja, y ungió al senador morenista Armando Guadiana para abanderar a Morena como candidato para la gubernatura de ese estado. No vaya a ser que el inquilino de Palacio Nacional aplique el mismo criterio de reflejos en 2024 en favor de Marcelo Ebrard. Y es que también cómo obviar la foto que Mario Delgado, presidente de Morena, viralizó el sábado, en la víspera de un encuentro de precampaña del canciller en Monterrey. ¿No que estaban distanciados el padre y el hijo político?
LA CUARTA TRANSFORMACIÓN VOLVERÁ A PUBLICARSE EL LUNES 2 DE ENERO. FELICES FIESTAS DE NAVIDAD Y AÑO NUEVO.
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