EN UNA JUGADA de ajedrez político, el presidente Andrés Manuel López Obrador cambió la discusión entre Estados Unidos, Canadá y México: sacrificó a Ovidio Guzmán y puso en un segundo nivel de interés la disputa por el tema energético en el T-MEC.
En las últimas semanas los bonos de Marcelo Ebrard están creciendo como nunca, al convertirse en el líder negociador de México y ha borrado de la agenda política a Rocío Nahle y Raquel Buenrostro en energía, a Rosa Icela Rodríguez en seguridad y Adán Augusto López en migración.
Los equipos negociadores de los tres países trabajaron la semana pasada para allanar el camino a los mandatarios antes de que arranque la Cumbre de Líderes de América del Norte (CLAN) y llegar a un acuerdo en materia migratoria: Estados Unidos acepta 30 mil personas por mes, pero México se queda con 30 mil migrantes rechazados.
En los equipos negociadores de los tres países hay optimismo de que esta cumbre pueda ser una oportunidad histórica de hacer de Norteamérica la región más competitiva del mundo, si logran superar sus barreras ideológicas.
Como región podemos estar en la antesala de un relanzamiento del T-MEC, que incluya lo que no tuvo el TLCAN: flujos de mano de obra de México a Estados Unidos y Canadá, inversión en sectores estratégicos como petróleo y electricidad y control migratorio y aduanero conjunto.
Para estos negociadores, es evidente la oportunidad que se está dando en la integración por razones geopolíticas: China ha dejado de ser un socio confiable porque aprovechó la presencia de empresas occidentales para transferir y/o piratear tecnología.
Hoy en día, China compite con ventaja, además de que ha logrado tejer un tamaño que desafía el liderazgo de Estados Unidos tanto comercial como político en aquella zona del mundo.
Además se afirma que las cadenas de suministro tienen que reestructurarse y el bloque comercial norteamericano necesita a México para replantear los eslabones productivos en el hoy conocido como nearshoring.
Joe Biden llega con dudas de los republicanos en el Congreso porque consideran que tiene una posición débil frente a las presiones migratorias, mientras que la seguridad en la frontera sur con México es una coladera porque solo se incauta entre 5 y 10 por ciento de la droga.
Por eso, después de la seguridad en la frontera y el tráfico de drogas, el comercio trinacional para hacer de Norteamérica una zona más competitiva en el mundo, es el tema de tensión de Biden y López Obrador.
Le decía ayer que en el tema energético la Secretaría de Economía de Buenrostro ha arrastrado los pies lo más que ha podido para cumplir el acuerdo trinacional.
De hecho México ya pidió extender las negociaciones hasta finales de febrero, pero los equipos de Biden, y marcadamente Justin Trudeau, tienen emplazado a AMLO a que cumpla ya el acuerdo y se deje de interpretaciones nacionalistas.
Estados Unidos y Canadá argumentarán que resolver la disputa ayudará a atraer más inversión a México. De hecho, antes de iniciar su viaje, Trudeau aseveró: “Biden y yo vamos a ser bastante claros en que esto será una forma de ayudar a México para traer empresas”.
¿Qué van a pedir Estados Unidos y Canadá en tanto en las pláticas bilaterales y como en la trilateral?
Lopez Obrador pedirá a Biden apoyos económicos para proyectos de energía limpia y atraer inversiones en chips. La 4T quiere construir parques solares de propiedad estatal en Sonora y vender la energía limpia a los estados fronterizos con México, particularmente a California.
México quiere que el gobierno de Biden promueva entre las empresas de Estados Unidos que están hoy en Asia, trasladarse aquí e integrar cadenas de suministro para las empresas que están en la franja fronteriza, particularmente de la industria automotriz.
En este mismo sentido va la propuesta del gobierno de Trudeau, pero el canadiense está planteando el tema de los subsidios en las autopartes para autos eléctricos.
El gobierno de México planteará a Trudeau que la CFE, dirigida aún por el dique Manuel Bartlett, y la canadiense TransCanada Energy, que preside Francois Poirier, firmen una alianza para producir energías limpias.
López Obrador, a través de Ebrard, está empujando que se incrementen los flujos de migrantes mexicanos a Canadá para trabajos temporales, pero este sería el inicio para regular los trabajos de mano de obra de México a Norteamérica.
AL FINAL LA directora de Administración y Finanzas del ISSSTE, Almendra Ortiz, terminó asignando los servicios de imagenología a la empresa Consorcio Hermes y no a la compañía IBIIO. En ambos casos nos dicen que se tratan de razones sociales ligadas a la misma proveedora que la funcionaria benefició en julio del año pasado y que el Órgano Interno de Control del organismo que dirige Pedro Zenteno y la Secretaría de la Función Pública, que comanda Roberto Salcedo, inhabilitó en diciembre por 45 meses, esto es IMEDIC. Se trata de la asignación directa AA-051GYN020-E121-2022 con número de contrato 220123. Las actas para firmar de recibido los equipos tienen fecha 30 de diciembre del año pasado y ya están en los hospitales. Para el estudio de mercado con el cual Ortiz basó su asignación directa participaron tres distribuidores de Fuji. En todo este enjuague ha participado también la Oficialía Mayor de la Secretaría de Hacienda, que maneja Talía Lagunes. Esta semana se deben finiquitar las compras.
EL INSABI ESTÁ lanzando dos procesos de adquisición para 862 claves de medicamentos y material de curación. El primero de unas 223 claves de medicamentos por un monto aproximado de 20 mil millones de pesos. El segundo, de otras 639 claves de medicamentos, material de curación, agentes de diagnóstico y otros insumos por un monto de 45 mil millones de pesos más, que previamente adquiría la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (Unops), que ahora dirige Jens Wandel. El instituto que dirige el antropólogo Juan Antonio Ferrer inició la semana pasada el primer proceso, mismo que concluye el próximo 15 de enero, cuando se den a conocer las adjudicaciones. El segundo proceso apenas se publicó ayer. Estos insumos para la salud serán para cubrir las necesidades del sector para los ejercicios 2023 y 2024.
EL PASADO 21 de diciembre, ya cuando todo mundo andaba enfiestado en las posadas y celebraciones de fin de año, el SAT de Antonio Martínez Dagnino adjudicó de manera directa el contrato plurianual para el “Servicio de Centro de Datos 6″; con una duración de 36 meses y valor de 394 millones 90 mil pesos. La firma ganadora fue una de las filiales de Telmex, propiedad del magnate Carlos Slim. Hablamos de Triara, que ya ofrece servicios similares a otras dependencias del gobierno de la 4T, como la Secretaría de Educación Pública que lleva Leticia Ramírez. Los servicios se operarán desde el Centro de Datos Triara-Telmex de Querétaro, considerado uno de los más grandes de América Latina, con sus 17 mil metros cuadrados de salas certificadas para el almacenaje digital.
LA SECRETARÍA DE la Función Pública, a cargo de Roberto Salcedo, y autoridades del Estado de México, que encabeza Alfredo del Mazo, andan tras el rastro de la arrendadora de autos Continental Automotriz, de Héctor Mena Abascal, luego de cuatro años de onerosos contratos que suman una facturación de 38 millones 312 mil pesos. Su racha viene de más atrás: entre 2011 y 2019 ganó 31 contratos con dependencias como la Comisión Nacional del Agua, el INEGI y el CISEN, por algo así como 474 millones de pesos. El revés se lo llevó en la Licitación Pública LPNP-HAT-RP-07-2019 para la renta de 400 patrullas por 460 millones de pesos, y que por falta de mantenimiento, explotó en una de las conferencias mañaneras de Andrés Manuel López Obrador, que ordenó investigar el tema a fondo.
Consulta más columnas en nuestra versión impresa, la cual puedes desplegar dando clic aquí