JUSTO EN LA recta final de la contienda electoral para renovar la gubernatura del Estado de México, uno de los principales colaboradores de Alfredo del Mazo Maza está metido en un grave conflicto de interés.
Se trata de su secretario de Gobierno, Luis Felipe Puente, quien recibió de la Agencia Nacional de Aduanas (ANAM) un jugoso contrato para el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA).
La Agencia estaba a cargo de Horacio Duarte Olivares, el operador de la campaña de la candidata de Morena, Delfina Gómez, y quien sería el verdadero gobernador atrás de la exsecretaria de Educación Pública.
A través del Fideicomiso para Administrar la Contraprestación del Artículo 16 de la Ley Aduanera (FACLA), o mejor dicho, el “Fideicomiso de Aduanas”, asignó a LTP Global Software el megacontrato en cuestión.
El contrato es por 495 millones de pesos en el AIFA, para la instalación de un sofisticado sistema de inspección de rayos X para equipajes y personas.
En el contexto de la elección del Edomex, este guiño de contrato pareció ser muy bien visto por el gobernador, Alfredo del Mazo Maza, quien esta recta final de la campaña electoral ya metió las manos.
La compra de los equipos se realizó a través de la Dirección General de Modernización, Equipamiento e Infraestructura Aduanera de la Agencia Nacional de Aduanas de México.
Fue por medio de una adjudicación directa, misma que fue validada por Duarte, el hoy coordinador de campaña de Delfina Gómez, candidata a gobernadora del Estado de México por Morena.
EN EL GRUPO Monterrey cayó como bomba la decisión de Andrés Manuel López Obrador de “expropiarles” su aeropuerto privado. Y lo que es peor: que ahora lo opere la Secretaría de la Defensa Nacional, de Luis Crescencio Sandoval. La concesión del Aeropuerto del Norte se otorgó en agosto de 1993 a Sociedad Cooperativa de Consumo de Servicios Aéreos Aeropuerto del Norte, que capitaneaba Ricardo González Sada, por 20 años. En 2016 se modificó el título a 30 años, es decir, les dieron diez años más, luego de que la empresa concesionaria acreditó que había realizado inversiones que no podrían ser amortizadas por el gobierno en los 20 años originalmente otorgados. Pero AMLO desconoció todo. Así que pronto grupos como FEMSA que aún preside José Antonio Fernández Carbajal, Alfa que comanda Armando Garza Sada, Cemex que capitanea Rogelio Zambrano, CYDSA de Tomás González Sada, Vitro de Federico Sada, Xignux de Eugenio Garza Herrera, Proeza de Enrique Zambrano, Frisa de Eduardo Junco Garza, DeAcero de Sergio Gutiérrez Muguerza y el Grupo Reforma de Alejandro Junco, entre varios más, tendrán que vérselas con los “verdes”.
UNA CARRERA POR quien controla la deuda de Mexarrend es la que libran los fondos internacionales Doubleline Capital, BTG Pactual, Invesco, Prudential y MailFirst Sicav Luxembourg, con el financiero regiomontano David Martínez. Éste, vía su fondo Fintech Advisory, ya tiene poco más de 40 por ciento del bono de 300 millones de dólares de la sociedad anónima promotora de inversión. En el medio se conoce de las agresivas apuestas de este avezado hombre de negocio especializado en comprar empresas quebradas. Por lo pronto Mexarrend, que dirige Alejandro Monzó contrató al bufete de Los Angeles Houlihan, que lleva aquí Jorge Villén, para que le diseñe un plan de negocios. En esa labor también participa Blink Asesores Financieros, de Javier Nájera.
DONDE TAMBIÉN LAS cosas se han movido es el arbitraje entre el Fondo EXI Energía e Infraestructura, que capitanea Mario Gabriel Budebo, y Pattern Energy, que comanda Michael Garland. Le decía que se acusan mutuamente de incumplimientos de los contratos de construcción y operación de las plantas solares Tuli-Helios de Zacatecas. EXI las financió y Pattern las construyó y no han podido entrar en operaciones. La demanda asciende a cien millones de dólares. Acaba de haber cambio de árbitros. Guillermo Díaz de Rivera y Elena Gutiérrez salieron y entraron Gerardo Lozano y Víctor Ruiz. El panel lo complementa Fernando del Castillo. Al fondo lo representa el despacho de Alonso Rivera Gaxiola y al operador la firma de Luis Cervantes.
LE PLATICABA DE las denuncias de unas diez familias que dieron en administración sus respectivos inmuebles para operarlos como Hoteles Misión y que ahora el presidente de la compañía, Roberto Zapata, no se los devuelve. De los más activos apunte a Vicente Yannini del Misión Grand San Cristobal, Patricia Servín del Misión Centro Pátzcuaro, Mauricio Benevides del Misión Express Monterrey y Apodaca, Roberto Trad Aboumrad del Misión Cuernavaca, Ernesto Guraieb del Misión Angelópolis Puebla, Roxana Torres del Misión Veracruz y July Denegre Vaught Charruf del Hotel Panamerica Mérida. En este último la lucha incluso es con el ayuntamiento que se niega a clausurarlo, a pesar de operar irregularmente y contra resoluciones judiciales.
EL HOTELERO DANIEL Araf Hop llama la atención por su estilo de hacer negocios. A través de Amaneceres del Pacífico y Atardeceres del Pacífico ofreció garantías duplicadas a Crédito Real y al BBVA, además de intentar defraudar al vender bienes inmuebles de los que no era legítimo dueño. Uno tiene que ver con lotes en Tulum, que a pesar de estar declarados en resguardo administrativo por razones ambientales y haber sido expropiados por el gobierno, fueron gravados por Araf con duplicidad de folios. Intentó embarcar a terceros con departamentos en Bosques de las Lomas de su hermano Moisés, pero no obtuvo aprobación de su propia familia, pues les habría presentado avalúos falsificados según los cuales el valor de cada inmueble era de cinco millones de dólares, cuando no superaba los 20 millones de pesos.
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