La demanda de materiales para la construcción como cemento, varilla, aditivos y de electricidad, a través de plataformas electrónicas como TUL, ha orillado a esta compañía a planear digitalizar este año hasta 50 mil tlapalerías y ferreterías en el Valle de México y otras ciudades de América Latina.
Nicolás Toro, expansion manager de TUL México, aseguró que en el país particularmente el impulso que ha tenido la autoconstrucción y el consumo doméstico de estos materiales para mejorar, ampliar o construir una vivienda, han llevado a digitalizar miles de estos negocios para agilizar las órdenes desde la plataforma.
“Atendemos cerca de 30 mil ferreterías y tlapalerías dentro de los cuatro países y las 19 ciudades donde tenemos operación. La idea para 2022 es llegar a atender cerca de 50 mil a 55 mil ferreterías en la operación de TUL a nivel regional”, dijo.
En México actualmente cerca de 3 mil ferreterías se han digitalizado a través de la plataforma que facilita la compra y entrega de materiales para la construcción a hogares de Ciudad de México, Estado de México y Guadalajara.
Agregó que entre los planes de la compañía está atender el mercado del Valle de Toluca, donde se sumarían hasta 10 mil unidades o ferreterías más a su red de distribución.
Para este primer semestre del año, TUL se enfocará en atender y abrir la plataforma a negocios de Toluca, Pachuca y Puebla, donde hay mucha actividad habitacional e industrial, en tanto que entre los planes de la compañía está desembolsar hasta 23 millones de dólares para el inicio y mantenimiento de estas operaciones.
TUL cuenta actualmente con una bodega virtual de más de 20 mil productos y 500 marcas como Cemex, Deacero y Holcim, entre otras, así como dos centros de distribución para entregar productos de construcción en la llamada última milla.
Pérdida y desperdicio de agua en México
En México los temas relacionados con el agua son pan de cada día; sin embargo, un sector que no se menciona tanto es el de la agricultura, que además de ser uno de los que hace un consumo intensivo de este vital líquido, es también uno de los que más lo desperdicia.
Los números hablan por sí solos, pues de 76 por ciento que se utiliza para la agricultura en el país, según datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) que dirige Germán Martínez Santoyo, se desperdicia 57 por ciento debido a la deficiente infraestructura de los sistemas de riego que se encuentran en mal estado, tienen fugas y/o son obsoletos.
A pesar de esta situación, no se ve por ningún lado que el gobierno actual vaya a implementar medidas para revertir este proceso, invertir en tecnología o renovar la infraestructura hídrica del sector.
Lo anterior es muy grave, ya que el agua es esencial para la producción agrícola y la seguridad alimentaria de todos los mexicanos. Si no se hace algo pronto, no habrá agua suficiente para los cultivos.
El atractivo de Caja Libertad
En las últimas semanas el rumor de que Caja Libertad estaba a la venta fue desmentido por el abogado y exdirectivo de la Sociedad Financiera Popular (Sofipo), Juan Collado, quien aseguró en un desplegado de prensa que ni su familia, ni los socios de la firma han buscado vender su participación en la compañía.
Lo que es un hecho es que la Sofipo más grande del país es un activo muy importante que sigue levantando interés de diferentes inversionistas en el mercado, debido al proceso de modernización y digitalización que ha tenido Caja Libertad, al mando de Silvia Lavalle, además de la capitalización de sus accionistas.
A lo largo de tres año, Caja Libertad ha logrado algunas alianzas estratégicas con firmas como Google, Microsoft y la firma de soluciones bancarias en la nube Mambu, que contribuyen a lograr la transformación y digitalización de la financiera.
Por ejemplo, con Mambu la Sofipo busca acercar sus soluciones financieras a 20 por ciento más personas en el próximo lustro, además de promover la inclusión financiera y seguir incrementando la cartera de clientes y depósitos a través de mayores servicios financieros.
Actualmente, Libertad tiene 52 por ciento del mercado de crédito al consumo en su segmento, además de incursionar en el mercado de las Pymes. Por eso dicen, nada que la quieran vender.