Aunque de acuerdo con cifras oficiales, en México se han registrado más de 6 millones de casos de Covid-19 y más de 325 mil defunciones por este virus, nos cuentan que aún no se han adquirido los medicamentos para su tratamiento, que son Paxlovid de Pfizer, que dirige aquí María Constanza Losada, y Molnupiravir desarrollado por MSD, que dirige en México Carlos Annes.
Hay que recordar que a principios de enero de 2022, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) aprobó como tratamiento de emergencia el uso del fármaco Molnupiravir, que es destinado para pacientes con síntomas de leves a moderados, pero que tienen un alto riesgo de complicación de la enfermedad del coronavirus, siendo el primer tratamiento oral en aprobarse en México y América Latina para combatir el SARS-CoV-2. Sin embargo, han pasado ya más de siete meses y aún ninguna autoridad en México ha adquirido este medicamento. Incluso, la semana pasada el gobierno de Panamá anunció la compra de este fármaco. Así que está pendiente que la Secretaría de Salud, que encabeza Jorge Carlos Alcocer Varela, adquiera cualquiera de estos dos tratamientos: Paxlovid y Molnupiravir, debido a que comienzan a incrementarse los contagios y fallecimientos en las últimas semanas. Debido a su aprobación de emergencia, por ahora sólo pueden ser adquiridos y prescritos por instituciones públicas del gobierno de nivel federal y estatal.
Más energía en Coparmex
Hace unos años la Comisión de la Energía y la Sustentabilidad de la Coparmex CDMX, que preside Gustavo Rodríguez, realizó, en conjunto con el Centro de Investigación para el Desarrollo, AC (CIDAC), un diagnóstico de la situación energética de la Ciudad de México.
Dicho ejercicio arrojó que la CDMX usa energía costosa, contaminante y riesgosa, y que, aunque existen iniciativas, era necesario pasar de la intención a la acción para contar con un modelo de uso eficiente de energía como punto de partida para toda la nación.
De ahí que Rodríguez haya decidido tomar cartas en el asunto de la mano de expertos como Paolo Salerno, managing partner del despacho especializado en Pymes Salerno y Asociados, a quien recientemente nombró vicepresidente de la Comisión de Desarrollo Sustentable y Energía de Coparmex CDMX.
Salerno tiene como encomienda empujar proyectos como ciudad solar, eficiencia energética, alianzas con CFE para interconexiones de generación distribuida y reforestación, así como proponer la penetración de nuevas tecnologías.
Asimismo, impulsará la realización de pláticas en universidades de la CDMX para sensibilizar a los nuevos líderes y empresarios del país sobre temas de cambio climático, transición energética y nuevos modelos de negocios que ayuden a combatir el calentamiento global con un aspecto de negocios.
Auge petrolero en Tabasco
El sector energético vive un buen momento gracias a los elevados precios del crudo a nivel internacional, y en este contexto se llevará a cabo el XVI Congreso Mexicano del Petróleo, donde se darán cita más de 7 mil asistentes vinculados a la industria y quienes conocerán la tecnología de punta que requiere el sector en este momento, así como los avances que hay en materia de exploración y producción. Villahermosa, Tabasco, sede de este importante encuentro, captará una jugosa derrama económica y, al mismo tiempo, se apuntalará como la capital energética de México, gracias a su protagonismo en la producción nacional de hidrocarburos, sobre todo con el potencial que ha adquirido recientemente con la construcción y próxima puesta en marcha de la Refinería Olmeca de Dos Bocas.
Bonos a la baja
Los bonos de Crédito Real están en mínimos históricos, al tiempo que las batallas legales entre el prestamista mexicano no bancario y sus acreedores llegan a un punto crítico. Sus valores en dólares a 2028 cayeron a 5.5 centavos por dólar en la última semana de junio y los bonos perpetuos con vencimiento posterior a dicho año valían menos de 4 centavos. El pesimismo sobre cuánto se pagará a los tenedores de bonos aumenta mientras Crédito Real enfrenta ataques legales de todos los frentes. Sus bonos en dólares ahora descuentan valores mínimos de recuperación.