Dolores Padierna

La herencia de los añorantes y la economía

Pese al impacto de la pandemia, a partir del segundo trimestre de 2021 la economía mexicana entró en un periodo de franca recuperación y mejorado las expectativas de crecimiento futuro.

Diputada Federal por la LXIV Legislatura

Ha nacido un nuevo bloque opositor integrado por personajes que ocuparon posiciones de poder importantes en las últimas décadas. Los une su condición de exfuncionarios —electos o no— y su odio, ya no tan disimulado, al proceso de transformación que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador.

La presentación pública de un documento con nombre trillado reunió en el mismo espacio a personajes otrora disímbolos, entre los que figuran algunos que fueron corresponsables de muchos de los males que siguen aquejando al país.

El documento de marras se llama “Una nueva visión de país”.

¿Qué puede tener de “nueva” la visión de los mismos de siempre?

Nada. Lo que sí contiene el documento es un diagnóstico sombrío sobre la situación del país, cuyas consideraciones no se fundan en la realidad.

Pongamos un ejemplo: “La economía mexicana se derrumbó”, dicen, con una frase que resume un panorama de desastre.

La realidad parece no importar a los convocantes de esta iniciativa opositora que podríamos llamar “la conjura de los ex” (exfuncionarios públicos muy poderosos unidos por sus ganas de regresar).

¿Qué ha ocurrido en la realidad?

La propaganda apocalíptica del nuevo-viejo bloque cierra los ojos.

Pese al impacto negativo —y mundial— de la pandemia, a partir del segundo trimestre de 2021 la economía mexicana entró en un periodo de franca recuperación y han mejorado las expectativas de crecimiento futuro.

Todos los determinantes del crecimiento han mostrado comportamientos positivos. Entre enero y octubre de 2022 el consumo privado en el mercado interior creció 7.1 por ciento y la inversión fija bruta 5.5 por ciento. El mercado externo ha sido muy dinámico.

En 2022 las exportaciones crecieron 16.9 por ciento y las importaciones 19.6 por ciento. El importante crecimiento de las importaciones es un indicador de la fortaleza del mercado interno; sin embargo, al ser mayor al de las exportaciones originó un déficit de 26 mil 421 millones de dólares, impactando negativamente al crecimiento del PIB.

El mercado de trabajo se ha comportado de manera positiva. En 2022 se incorporaron al mercado de trabajo 2.3 millones de personas y la población ocupada es 6.8 por ciento mayor a la de 2018. El número de asegurados ante el IMSS creció en 872 mil trabajadores y ya es 6.0 por ciento mayor al de 2018.

El poder adquisitivo de los salarios ha crecido de manera importante. Durante los cuatro primeros años de la administración el del salario mínimo ha crecido 58 por ciento, en tanto que el total de la población ocupada creció 5.0 por ciento y el de los asegurados ante el IMSS 9.8 por ciento.

Un aspecto negativo, que ha propiciado acciones de contención desde el gobierno, es el importante crecimiento de los precios. En 2022 la inflación general promedió 7.9 por ciento y la de la canasta básica 8.6 por ciento, lo que impidió que el poder adquisitivo de los ingresos de los trabajadores mejorara en mayor medida a la efectivamente lograda. Es importante señalar que la inflación se ha desbordado por causas externas como el aumento desmedido de los precios internacionales de las materias primas y de los energéticos.

Como consecuencia de la alta inflación el Banco de México ha determinado incrementos significativos a las tasas de interés. En 2022 la tasa interbancaria de equilibrio (TIE) promedió 7.9 por ciento y cerró el año en 10.5 por ciento.

En contraste, el tipo de cambio ha tenido un comportamiento muy favorable. En 2022 promedió 20.12 pesos por dólar, 0.8 por ciento menos que en 2021. A partir del mes de octubre se mantuvo por debajo de los 20 pesos y en enero de 2023 ha seguido disminuyendo y ya se ubica por debajo de los 19 pesos.

Otros indicadores financieros también muestran resultados positivos. En 2022 las remesas familiares alcanzaron el nivel histórico de 53 mil 174 millones de dólares. Las reservas internacionales se mantuvieron cerca de los 200 mil millones de dólares y el financiamiento de la banca comercial superó los 8 billones de dólares, 5.4 por ciento más que en 2021 y 22.8 por ciento superior a 2018.

Muchos de estos datos deberían ser tomados como positivos por el conjunto de las fuerzas políticas, pero lamentablemente, en su afán de golpear al gobierno de la Cuarta Transformación, los recurrentes creadores de recetas fallidas los ignoran o manipulan.

COLUMNAS ANTERIORES

Un presupuesto justo
Razones para el optimismo

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.