La fuerza laboral es esencial para la producción. Sin ella, la vida moderna como la conocemos, desde la alimentación hasta el transporte, se detendría. La clase trabajadora es la base sobre la cual se construye la economía, transformando los recursos naturales en desarrollo. Sin embargo, los dueños del capital tienden a valorar más las ganancias, a menudo considerando la mano de obra como un simple insumo que debe comprarse al menor costo para maximizar los beneficios.
Esta visión ha prevalecido en México desde finales de la década de 1980, con el respaldo de gobiernos que adoptaron políticas neoliberales, priorizando los intereses económicos sobre los derechos laborales. Desde Carlos Salinas de Gortari hasta Enrique Peña Nieto, pasando por Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón, la clase trabajadora fue despojada de los derechos que había ganado durante un siglo de luchas.
El abuso y la impunidad acabaron con la paciencia de la ciudadanía, que hace seis años votó por un cambio significativo, eligiendo a Andrés Manuel López Obrador con la esperanza de mejorar el bienestar de los trabajadores. A medida que su sexenio se acerca a su fin, el balance es positivo:
• Salario mínimo: se ha incrementado más del 100% en términos reales, algo no visto en décadas.
• Reducción de la pobreza: la revalorización del salario ha permitido que 5.1 millones de personas salgan de la pobreza.
• Salario promedio: aumentó en un 25% en términos reales, beneficiando a 22 millones de trabajadores.
• Educadores: ahora, el salario de los educadores es igual o superior al promedio del Seguro Social.
• Desempleo: se mantiene por debajo del 2.3%, uno de los niveles más bajos del mundo.
• Reparto de utilidades: creció de 88 mil millones de pesos en 2020 a 214 mil millones en 2022.
• Outsourcing: la subcontratación, diseñada para evadir prestaciones, fue eliminada.
• Pensiones: el Fondo de Pensiones para el Bienestar asegura que los trabajadores de bajos ingresos se jubilen con el 100% de su salario.
• Democracia sindical: garantiza elecciones libres y secretas para elegir a los dirigentes y el derecho de huelga.
• Autonomía sindical: el gobierno no ha interferido en la vida sindical ni ha reprimido a los trabajadores.
López Obrador ha corregido los errores de gobiernos anteriores, reformando las leyes y políticas públicas para subsanar el daño causado por las políticas neoliberales. Es crucial que trabajadores, gobierno y empresarios colaboren para reducir desigualdades y construir un futuro más justo. En esta coyuntura electoral, Claudia, como la candidata más comprometida, está dispuesta a mantener este rumbo.