Eduardo Guerrero Gutiérrez

Municipios con focos rojos (ejecuciones, levantamientos, desapariciones y fosas)

Las fosas clandestinas tienen frecuentemente la intención de invisibilizar la violencia y así no atraer la presencia de medios o fuerzas militares o policiales, señala Eduardo Guerrero Gutiérrez.

En México la violencia del crimen organizado se manifiesta cotidianamente en incidentes o hallazgos como ejecuciones, levantamientos (secuestros no económicos), desapariciones y fosas clandestinas.

1. Las ejecuciones son asesinatos que realiza el crimen organizado con el propósito, por lo general, de debilitar organizaciones rivales o disciplinar a miembros del mismo grupo criminal (que han desertado, cometido errores costosos o incumplido ordenes).

2. Los levantamientos, por su parte, son acciones en las que, a través de la fuerza, una o varias personas son privadas de la libertad con el objetivo de asesinarlas en algún lugar remoto, reclutarlas para que laboren en alguna organización criminal o trabajen, de modo forzado, en un mercado ilícito de trata de personas (entre otros).

3. Frecuentemente los levantamientos culminan en desapariciones, y algunos desparecidos terminan siendo hallados en fosas clandestinas. Pero no a todas las desapariciones les antecede un levantamiento; en muchos casos las personas son engañadas para que muerdan voluntariamente un anzuelo.

4. Las fosas clandestinas, por último, tienen frecuentemente la intención de invisibilizar la violencia y, con ello, no atraer la presencia de los medios o las fuerzas militares o policiales a zonas de presencia criminal. También pueden ser utilizadas para elevar la probabilidad de que un homicidio quede impune (pues un presunto homicidio, sin cadáver de por medio, difícilmente será investigado).

Salvo en el caso de las desapariciones (que las autoridades estatales reportan de modo altamente errático), nuestras autoridades de gobierno no llevan un registro pormenorizado (al menos en documentos que sean públicos) de este tipo de hallazgos e incidentes. De aquí que sea necesario realizar el monitoreo de estos hechos en fuentes abiertas.

Enseguida apunto, por región, los municipios que, de acuerdo con el seguimiento y recolección que coordino en Lantia Intelligence, poseen la más alta prevalencia de este tipo de incidentes en los últimos 18 meses.

La región noroeste (Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Sinaloa, Sonora) presenta muy altos niveles de violencia, especialmente en Tijuana y Ciudad Juárez, las dos ciudades con más altos niveles de ejecuciones en el país. En Tijuana la violencia se mantiene estable; en cambio, la tendencia en Ciudad Juárez es de franco deterioro (al igual que en Chihuahua capital). Por lo que se refiere a Sonora, los municipios de Caborca y Guaymas son los que registran el mayor número de levantamientos (secuestros no económicos). Sonora, también, es uno de los estados en el que más cadáveres de personas desaparecidas han sido hallados en fosas clandestinas (ubicadas primordialmente en Cajeme, Guaymas, San Luis Río Colorado, Hermosillo y Santa Ana).

En la región noreste (Coahuila, Durango, Nuevo León, San Luis Potosí y Tamaulipas) nos encontramos con un significativo aumento de las ejecuciones en Guadalupe (Nuevo León) y Matamoros (Tamaulipas). Por otra parte, Saltillo registra una alta prevalencia de personas desaparecidas, y Monterrey se encuentra entre los municipios con más mujeres desaparecidas. Finalmente, Nuevo Laredo (Tamaulipas) destaca por su alto número de levantamientos, y en General Escobedo (Nuevo León) se ha encontrado un alto número de cadáveres en fosas clandestinas.

En la región centro (CDMX, Edomex, Guerrero, Hidalgo, Morelos, Puebla y Tlaxcala) llama la atención que los municipios de Puebla capital, Ecatepec, Toluca y Nezahualcóyotl (estos tres en Edomex) se encuentran entre las siete ciudades con más desapariciones. Puebla capital, por cierto, es donde se registran más mujeres desaparecidas (le siguen Ecatepec y Toluca). Destaca, finalmente, el importante aumento de ejecuciones que ha registrado recientemente la alcaldía de Tlalpan en la CDMX.

En la región occidente (Aguascalientes, Colima, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Querétaro y Zacatecas) destaca León (capital de Guanajuato) como el tercer municipio con más ejecuciones a nivel nacional, con una tendencia de deterioro en los últimos meses. La misma tendencia exhibe Tlajomulco de Zúñiga (Jalisco), donde también las ejecuciones siguen aumentando junto con los hallazgos de cadáveres en fosas clandestinas. Por otro lado, Zapopan y Guadalajara son los dos municipios que registran el mayor número de desapariciones en México (rubro en el que Tlajomulco y Tlaquepaque también figuran en los lugares noveno y decimosegundo del ranking, respectivamente). Por último, Fresnillo (Zacatecas) registra una muy elevada frecuencia de levantamientos (tercer municipio, a nivel nacional) y Tecomán (Colima) también aparece en tercer lugar nacional (pero en la lista de municipios con mayor número de cuerpos hallados en fosas clandestinas).

Por último, de lo que más llama la atención en la región sureste (Campeche, Chiapas, Oaxaca, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz y Yucatán) es el brutal número de cadáveres hallados recientemente en fosas clandestinas de Alvarado, Veracruz. Por otra parte, llama la atención también el alto número de desapariciones en Cancún (Benito Juárez, QRoo), del cual una tercera parte son mujeres. También en Solidaridad (Playa del Carmen) y Othón P. Blanco, cuya cabecera es Chetumal, capital de Quintana Roo, destacan como municipios con un alto número de desapariciones. Finalmente, Othón P. Blanco es, además, el cuarto municipio en el país con mayor número de levantamientos.

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