Enrique Cardenas

Un sexenio perdido

Al finalizar 2018 la producción de México era de 12 mil 229 pesos por habitante al mes; al terminar el sexenio el producto per cápita se estima en 11 mil 990 pesos.

Universidad Iberoamericana de Puebla, Puebla contra la Corrupción e Impunidad.

Los últimos datos de crecimiento de la actividad económica confirman lo que muchos hemos venido diciendo: la economía tiene un pobre desempeño y no se ve que en el futuro vaya a ser mejor. De hecho, ya se puede asegurar que el de López Obrador será un sexenio perdido para el bienestar de los mexicanos.

La economía mexicana venía de un lento crecimiento de muchos años y, aunque magros, mostraba aumentos en el bienestar de los mexicanos. A lo largo de los seis años de Peña Nieto, el PIB per cápita, o sea el ingreso por cada uno de los mexicanos, avanzó 7.2 por ciento. En cifras más comprensibles: al finalizar 2018 la producción de México era de 12 mil 229 pesos por habitante al mes (PIB per cápita a precios de 2013). En 2019 el PIB se contrajo ligeramente, lo que llevó a que el producto por habitante cayera a 12 mil 89 pesos (también, a precios de 2013). Siguió el año de la crisis sanitaria, con una tremenda contracción de la economía por la pandemia y por el pésimo manejo de sus efectos económicos por parte del gobierno que aumentaron la pobreza y el endeudamiento de las familias.

Al terminar 2020, el PIB por habitante se contrajo a 11 mil 76 pesos al mes, menos 8.4 por ciento, una de las peores caídas registradas en los últimos 90 años. A pesar de ello, el gobierno no implementó políticas eficaces para aminorar los efectos de la crisis. Sólo las remesas internacionales pudieron paliar parcialmente la situación de millones de personas.

Y ahora, en 2021, la actividad económica por habitante se recuperó ligeramente para llegar a 11 mil 523 pesos (también a precios de 2013, para eliminar el efecto de la inflación). La economía ‘rebotó' de la caída del año de la pandemia, pero muy poco. Este dato quiere decir que, en promedio, cada mexicano ha tenido una caída de su bienestar valuado en 706 pesos por año, o sea un 5.8 por ciento respecto a lo que tenía cuando inició el sexenio.

Para este 2022, diversos organismos, instituciones especializadas y expertos consideran (un promedio de sus pronósticos) que el PIB tendrá un aumento de 2.2 por ciento. Dado el (pequeño) aumento de la población, a pesar de los más de 650 mil fallecimientos en exceso ocurridos por la pandemia y causas relacionadas, el producto por habitante se colocará en alrededor de 11 mil 673 pesos al final de 2022.

Para los años que siguen las expectativas no son halagüeñas. El estancamiento de la inversión, que se encuentra por debajo de su nivel de 2018 en 9.3 por ciento, y que ni siquiera alcanza para cubrir la depreciación de los activos existentes, permite ASEGURAR sin temor a equivocarse que el crecimiento futuro será también muy débil. Si hoy no hay inversión, mañana tampoco habrá prosperidad. La inversión de hoy es un indicador muy sólido de lo que va a pasar en el futuro. Y lo peor. La inversión no aumentará pues no hay ningún indicio de que el ambiente de negocios, el Estado de derecho, la confianza de los inversionistas mejoren mientras no haya un cambio radical de la política del presidente López Obrador. No hay forma, aunque el Consejo Coordinador Empresarial le prometa al presidente en público que va a reactivar la inversión, y en privado se digan entre ellos que ni de chiste lo harán de seguir la política actual y las amenazas de contrarreforma energética. Y como la política presidencial seguirá igual, no habrá inversión y por tanto tampoco crecimiento.

Es decir, si bien nos va (los expertos pronostican un aumento del PIB del 2.1 por ciento para 2023), el ingreso de los mexicanos en promedio será de solamente 11 mil 829 pesos mensuales a fines del año próximo. Y de continuar ese mismo comportamiento de la economía en 2024, el producto per cápita al terminar el sexenio será de 11 mil 990 pesos por habitante al mes (precios de 2013).

El resultado entonces es que estaremos 239 pesos al mes por debajo de 2018, que representa menos 2.0 por ciento. Es decir, el bienestar de las personas habrá empeorado. Se habrán perdido seis años para mejorar las condiciones de vida de los mexicanos. El sexenio de López Obrador será entonces un sexenio perdido. Ya lo es, y lo podemos afirmar categóricamente.

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