Coordenadas

La vacunación va para largo y el riesgo subsiste

Será responsabilidad de todos cuidar que no caigamos en un nuevo confinamiento que vuelva a entorpecer la evolución de la economía.

El ritmo de vacunación en México se ha acelerado, pero la proporción de la población realmente inmunizada sigue siendo muy baja y los riesgos de un rebote persisten.

En el mes de febrero se aplicaron 64 mil vacunas diarias en promedio; en marzo, la cifra creció a un promedio diario de 174 mil y en los días que llevamos en abril, el número creció a 360 mil.

Se han presentado días incluso de más de 500 mil dosis aplicadas, pero el promedio todavía no llega a esa cifra.

El total de dosis aplicadas alcanza los 14 millones.

Sin embargo, si se considera exclusivamente a la población que ya recibió las dos dosis de la vacuna, la cifra baja a 3.7 millones de personas, algo así como el 4.6 por ciento de la población objetivo.

Si consideramos que el nuevo calendario de vacunación señala que en el mes de mayo debe quedar vacunada la totalidad de adultos mayores y el sector salud (al menos el del sector público), se requeriría la aplicación de aproximadamente 32 millones de dosis desde ahora y hasta el final del mes de mayo.

Es decir, se requiere que se apliquen 18 millones de dosis entre lo que resta de abril y mayo, lo que implica que para llegar a esa meta se requiere elevar el promedio a 450 mil aplicaciones diarias, esto es, se necesita un crecimiento de 25 por ciento en el ritmo de vacunación.

No es imposible pero tampoco es sencillo.

La aparición de mutaciones ha conducido a diversos expertos a considerar que la inmunidad colectiva o “de rebaño” requiere algo así como un 70 por ciento de la población, al menos.

Esto implica vacunar a 88 millones de personas.

Vayamos más allá de mayo. Si consideramos un porcentaje pequeño de la vacuna Cansino, la única vacuna aprobada de una sola dosis, tal vez podríamos estimar en 160 millones el número de dosis que sería necesario aplicar.

Bajo la hipótesis de un promedio como el de la primera quincena de abril, serían necesarios 405 días para llegar al objetivo.

Es decir, el porcentaje de 70 por ciento de vacunados se alcanzaría más o menos al final del mes de mayo de 2022.

Observando exclusivamente datos objetivos, podemos concluir que el regreso a la normalidad en México, si no hay cambios drásticos en un sentido o en otro, todavía va para largo.

El gobierno federal está presionando mucho para el retorno a las aulas, como un emblema de que las cosas van mejor.

La realidad es que, de no incrementarse dramáticamente el ritmo de vacunación, la expectativa planteada varias veces por funcionarios de la Secretaría de Hacienda, de que en agosto tengamos 80 por ciento de vacunados entre la población objetivo, es simplemente un buen deseo.

No es imposible que una economía funcione razonablemente bien, aunque el porcentaje de vacunación no sea tan alto.

El año pasado aprendimos lo suficiente respecto al virus como para establecer las condiciones para que pueda haber una cierta normalidad en medio de restricciones y protocolos.

El problema es que, en México, pareciera que nos gusta estar en blanco o negro. Queremos que las cosas sean como antes y que ya no haya restricciones, cosa que va a tardar mucho en ocurrir.

Y si prevalecen las restricciones, entonces estamos buscando cómo darles la vuelta.

Como le hemos comentado en este espacio, en las últimas semanas han surgido señales económicas positivas.

Será responsabilidad de todos cuidar que no caigamos en un nuevo confinamiento que vuelva a entorpecer la evolución de la economía.

Las experiencias de India, Brasil, Chile y diversos países de Europa muestran que puede haber un rebote de los contagios cuando parece que las cosas ya están controladas.

Ojalá aprendamos de ellos.

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