2022 será un año de una gran intensidad política en México, cuyos resultados pueden influir también en la economía.
¿Cuáles serán algunos de los procesos críticos que van a darse en el curso de este año? ¿Cuál será el balance con el que resulte el presidente López Obrador?
1.- La consulta por la revocación de mandato.
Hay dos escenarios básicos respecto a este tema. Uno de ellos implica una salida negociada a las discrepancias que se han producido entre el INE y el presidente.
La decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), tomada en su última sesión del año pasado, indica que el camino es que el INE requiera a la Secretaría de Hacienda nuevos recursos para poder organizar este proceso.
Si Hacienda accede a otorgar una cantidad razonable, se habrá zanjado esta diferencia.
Pero no puede descartarse aún el escenario en el que Hacienda rechace la entrega de los recursos solicitados y por tanto la confrontación continúe, con un desenlace incierto.
Aun en el primer caso, todavía está pendiente el verificar si Morena obtuvo las firmas requeridas por la Constitución.
Si lo hizo, entonces lo que tendremos será un jaleo por este tema en el primer trimestre y hasta allí quedará.
Si no hay las firmas necesarias, entonces el choque entre el Ejecutivo y el INE podría escalar y hacerse más frontal.
Creo que en cualquer escenario, AMLO capitalizará el proceso.
2.- Las elecciones estatales.
Las campañas electorales formales en los seis estados en los que hay elecciones comenzarán entre marzo y abril. Por lo pronto, hay indicios de que Morena podría ser el partido que más gubernaturas ganara, pero no de manera tan contundente como ocurrió el año pasado.
La designación de sus candidatos generó diferencias y por lo pronto hay inconformidades serias en Oaxaca y Durango.
Morena puede tener ventaja clara en Quintana Roo, Hidalgo y en Oaxaca, pese a la inconformidad. Puede competir en Tamaulipas. En Durango también puede hacerlo siempre y cuando la fisura que se observa no se convierta en fractura. Pero tiene pocas posibilidades en Aguascalientes.
En este caso, el saldo a favor de AMLO será menos claro que el año pasado.
3.- La reforma eléctrica y otros cambios constitucionales.
No está claro aún el camino que seguirá la reforma en materia eléctrica.
En esta materia, hay dos escenarios. Si se insiste en aprobar la reforma en los términos enviados, entonces se ve poco viable que pase, pues el PRI no daría sus votos antes de las elecciones de junio y quizás en la Cámara de Senadores tampoco, después de ellas.
Esto sería una gran derrota para el presidente.
El otro es que se acepten cambios sustanciales y se llegue a una reforma ‘descafeínada’, que permita a AMLO decir que consiguió el cambio, pero que no amenace las inversiones existentes ni la provisión eléctrica.
En este caso, también habría un costo para el presidente.
Será crítico también si en este año sí se introduce la propuesta de reforma político-electoral, así como la correspondiente a la militarización formal de la Guardia Nacional.
En las actuales circunstancias se ve muy complicado contar con la suma de votos que permita realizar los cambios que quiere el presidente, lo que implicaría otras derrotas.
4.- La pelea entre los ‘tapados’.
En la medida que Morena continúa encabezando todas las encuestas de intención de voto, tendrá gran relevancia la disputa que se dé entre los aspirantes a obtener la candidatura presidencial, específicamente los tres que ya están visibles: Claudia Sheinbaum, Ricardo Monreal y Marcelo Ebrard.
La dinámica política de este año va a tener en la competencia entre estos protagonistas uno de sus ingredientes fundamentales, que va a tener repercusiones en todos los ámbitos y que aún no está claro cómo habrá de ocurrir. Un manejo descuidado de estas diferencias le podría significar a AMLO un alto costo.
5.- La oposición y sus dilemas.
Finalmente, otro de los factores críticos de este año será la posibilidad de que haya un reagrupamiento de la oposición y la aparición de figuras que pudieran perfilarse como candidatos de una alianza opositora.
Si no los hay, será uno de los grandes triunfos de AMLO. Si aparecieran, podría ser su principal batalla perdida este año.