Hay una serie de acontecimientos recientes que quizá nos permitan entender la relación actual de México con Estados Unidos, con sus contradicciones, y ver luego sus perspectivas.
Permítame que le haga una reseña.
1.- El pasado 12 de julio se reunieron en la Casa Blanca el presidente Andrés Manuel López Obrador y el presidente Joe Biden. Todos los mensajes derivados del encuentro fueron positivos.
2.- Sin embargo, el miércoles 13 de julio estaba programado un desayuno de los dos presidentes con directivos de empresas mexicanas y estadounidenses. Finalmente, Biden no acudió porque voló al Medio Oriente, pero dejó que la delegación mexicana hiciera una primera convocatoria refiriendo la asistencia de ambos mandatarios. ¿Se equivocaron en la oficina de Biden o fue deliberado el cancelar a última hora? No lo sabemos.
3.- La US Chamber of Commerce, la representación empresarial más importante de Estados Unidos, emitió un comunicado en el que hizo explícito el reclamo de las empresas estadounidenses respecto a diversas políticas del gobierno mexicano, lo que echó agua fría a la evaluación del resultado de la visita del presidente mexicano, que oficialmente fue considerada muy amistosa y exitosa.
4.- El 19 de julio, apenas una semana después de la reunión entre los presidentes López Obrador y Biden, la Oficina Comercial del gobierno de Estados Unidos inició el procedimiento de consultas en el marco del Tratado México-Estados Unidos-Canadá (TMEC), respecto a las violaciones en las que podría estar incurriendo la política energética mexicana de los acuerdos del Tratado.
5.- El 20 de julio, el gobierno de Canadá expresó que también llamaría a consultas al gobierno mexicano por temas energéticos.
6.- Ese mismo día, el gobierno mexicano expresó que no reconoce ninguna violación del TMEC.
7.- El propio 20 de julio, el presidente López Obrador expresó que las empresas que se “dedicaban a saquear a México, a las que se les puso un alto, un hasta aquí, empezaron a hacer trabajo en EU para conseguir que el gobierno de ese país llamara a consultas en el marco del TMEC”.
8.- El 19 de julio nos enteramos a través del Fonatur, de que el Tren Maya había sido declarado como una obra de seguridad nacional, por lo que, a juicio del gobierno federal, ya no operaban las suspensiones establecidas por jueces federales.
9.- El 25 de julio, el magistrado Adrián Fernando Novelo señaló que estaba vigente la suspensión definitiva de las obras del Tren Maya.
10.- El mismo día, el presidente López Obrador señaló que la declaratoria de seguridad nacional para la obra del Tren Maya obedecía a que el gobierno de Estados Unidos estaba interviniendo en los procesos judiciales relativos a la obra.
11.- También ese mismo día, el presidente López Obrador le dio la bienvenida a 60 médicos cubanos que llegaron a México a integrarse al sistema de salud, lo que fue celebrado también por el gobierno cubano.
12.- El 24 de julio fue abierta en Los Pinos, antigua casa presidencial, una exposición del fotógrafo Perfecto Romero, cuyo motivo principal es la Revolución Cubana y sus personajes.
13.- En la conferencia mañanera del 26 de julio, aniversario de la Revolución Cubana, el músico Amaury Pérez participó en tres ocasiones en la conferencia mañanera del presidente López Obrador, quien lo presentó en el marco del Día Nacional de la Rebeldía del Pueblo de Cuba. López Obrador estuvo arrobado por las participaciones del cubano.
14.- El presidente de Cuba, Miguel Díaz Canel, se mostró orgulloso de la participación del cantautor cubano en la mañanera, según su expresión en Twitter.
Si pone usted estos 14 puntos como una secuencia, quizá pueda entender el alcance de ciertas decisiones del gobierno mexicano.
No sé si los estadounidenses tengan la perspicacia pera hacerlo.
Supongo que sí.
Creo que no hay que ser experto en geopolítica para entender el cuadro.
Hay muchos motivos de preocupación.
El gobierno mexicano pareciera estar coqueteando con Cuba y alejándose de Estados Unidos.
Supongo que saben el tamaño de la relación entre ambas naciones, algo así como de 100 a 1 en materia comercial y de inversiones.
Y probablemente entiendan que buscar un pleito con Estados Unidos es algo equiparable a arrojarse al vacío.
Pero, en épocas de transformación, como dice el presidente, no es descartable que el gobierno piense que es mejor el desastre antes que abdicar de la ideología.
Así estamos.