La candidata de Morena a la gubernatura del Estado de México para las elecciones del próximo año será la maestra Delfina Gómez.
Las encuestas organizadas por el partido en el poder dieron a la actual secretaria de Educación Pública como ganadora con un 31.1 por ciento de la intención de voto; Higinio Martínez quedó en segundo lugar, con un 14.9 por ciento; Fernando Vilchis tuvo el tercer lugar, con un 14.6 por ciento, mientras que Horacio Duarte se fue al cuarto lugar, con un 9.6 por ciento.
Morena dice que sus encuestas y las que en espejo realizaron Mendoza Blanco y Covarrubias, confirman los resultados.
Por cierto, dado que solo había cuatro opciones, resulta que la suma es de 70.2 por ciento. No sabemos qué respondió el restante 29.8 por ciento y tampoco si la encuesta fue aplicada a población abierta o a los simpatizantes de Morena.
Pero la realidad es que claramente, era Delfina la que atraía más simpatías.
El pasado 24 de julio, en la encuesta aplicada por El Financiero, resultó que entre la población en general, Delfina tenía un 34 por ciento de preferencias frente a un 14 por ciento de Higinio, un 12 por ciento de Vilchis y un 10 por ciento de Duarte.
En este caso, pareciera que la encuesta de Morena reflejó lo que otros estudios indicaban con anterioridad.
La misma encuesta señalaba que en un ejercicio hipotético Delfina ganaría en este momento si una alianza opositora respaldara a Ana Lilia Herrera, a Alejandra del Moral o a Enrique Vargas.
Claro, estamos a 10 de meses de las elecciones y por lo pronto Morena no tiene un enemigo enfrente.
Hace seis años, en las elecciones de 2017, Delfina quedó en un cercano segundo lugar, solo 2.78 puntos atrás de Alfredo del Mazo.
Delfina se subió a la ola ascendente de Morena y AMLO, como una candidata que tenía poca imagen nacional e incluso estatal.
En esta ocasión, ha estado mucho más tiempo en el escaparate, lo cual es una ventaja, pero también un riesgo.
Hay otro ingrediente a tomar en cuenta.
Tras conocerse el resultado de la encuesta, se percibió que la aceptación de Higinio Martínez fue más bien fría.
Si el senador de Morena hace huelga de brazos caídos, Delfina puede estar en problemas, pues es claro que el político morenista tiene la maquinaria política más poderosa de la entidad.
La elección de Delfina también condiciona la definición de ‘la tienda de enfrente’.
Si se confirma la regla de que deben ser una mujer y un hombre en las dos elecciones estatales del próximo año, se forzará a que una hipotética candidatura de la alianza opositora en el Estado de México corresponda a una mujer.
Y resulta que los nombres que tienen más arraigo son Alejandra del Moral, actual secretaria de Desarrollo Social en el gobierno de Alfredo del Mazo y la diputada Ana Lilia Herrera.
A diferencia del intrincado ‘método de encuestas’ de Morena, en la alianza opositora lo más probable es que la definición se dé por acuerdo de las dirigencias.
Hay consenso en que al margen de quién sea la candidata o candidato, la clave para el proceso electoral estará en la actitud que asuma el gobernador Alfredo del Mazo.
La elección del Estado de México tendrá una indudable repercusión nacional. No solo por ser la entidad con el padrón más grande, del orden de 12 millones de electores, sino por ser un verdadero laboratorio.
Su resultado condicionará la definición del abanderado o abanderada de Morena en 2024.
Creo que la jefa de Gobierno rezará porque la maestra Delfina quede electa.
Así, quizás podría haber ‘dos delfinas’.