El proceso electoral del Estado de México será la primera gran prueba para la oposición en el camino a las elecciones del 2024.
Aunque la postulación de Enrique Vargas como candidato del PAN a la gubernatura fue interpretado por algunos como una posible ruptura de la alianza opositora, en realidad solo abrió el camino para buscar la candidatura común de los partidos de la alianza.
Los políticos mexiquenses del PRI, PAN y PRD no son estúpidos y saben que contender por separado en contra de Morena es la garantía de una derrota segura.
Y, si hay políticos que convenzan a sus dirigencias de que pueden ganarle a Delfina Gómez ellos solos, será una carrera rumbo al precipicio, arrastrando en ello además las posibilidades de una alianza opositora para el 2024.
A pesar de que las encuestas favorecen a Delfina Gómez por lo pronto, la realidad es que Morena no va a tener un día de campo en el Estado de México.
Hay varias razones que explican por qué Morena puede perder el Estado de México.
1-Ya perdió en el 2021.
Los candidatos a diputados de la alianza PAN-PRI-PRD, o los que contendieron por cada partido de esta alianza obtuvieron en 2021 2 millones 911 mil votos, que representaron el 43.5 por ciento de la votación total, mientras que Morena y sus aliados obtuvieron 2 millones 858 mil votos, que significaron el 42.8 por ciento de la votación.
En ese proceso electoral, Movimiento Ciudadano (MC) obtuvo el 4.9 por ciento del total. Hoy, MC, si postula a Juan Zepeda podría obtener entre el 14 y el 20 por ciento del total. Si esos votos se los quita a la oposición, Morena gana seguro. Pero si se los quita a Morena, la oposición ganaría.
2-Morena tiene una candidata débil.
Las imágenes de la maestra Delfina Gómez tras su nominación para la candidatura son elocuentes. Hay una expresión entre el cansancio y la flojera, que refleja que bien podría tener una campaña desangelada. Para agravar las cosas, aunque el senador Higinio Martínez expresó públicamente su respaldo a Delfina, fue claro que resultó insatisfecho al perder quizás su última oportunidad de llegar a la gubernatura, así que no sería extraño que su poderosa maquinaria política no operara a plenitud para favorecer a la maestra, lo que la haría más débil aún.
3-Morena ha ido perdiendo votos en el Estado de México.
En las elecciones estatales del 2017, Delfina Gómez obtuvo 1 millón 802 mil votos, que entonces representaron el 30.8 por ciento del total. En 2018, sin embargo, López Obrador obtuvo 3 millones 840 mil votos, es decir, casi dos millones más que los obtenidos por Delfina.
Sin embargo, ese porcentaje de votación no se logró mantener en las elecciones federales del año pasado, en las que sus candidatos a diputados (o los de sus aliados) obtuvieron casi un millón menos que los de López Obrador. Si la tendencia siguiera, el resultado electoral en la entidad sigue siendo una moneda en el aire.
El gran reto para la oposición es que resuelva eficazmente el tema de la designación de su candidato.
Para Enrique Vargas, la propuesta panista, el problema es que si se aprueba la iniciativa para que en esta elección deba haber un hombre y una mujer como candidatos a cada uno de los estados en los que hay comicios en 2023, la ventaja de la alianza opositora es mayor con un candidato hombre en Coahuila, Manolo Jiménez.
Lo que inclinaría la balanza a que hubiera una candidata de la alianza opositora en el Estado de México, y las políticas más destacadas hoy están del lado del PRI.
Por ahora, pareciera que la balanza se inclina más hacia Alejandra del Moral o Ana Lilia Herrera.
Como ya le comentamos en otro artículo, una de las variables clave será la actitud que asuma el gobernador Alfredo del Mazo. Si sigue un comportamiento parecido a los de Alejandro Murat u Omar Fayad, y no hace nada para favorecer a la posible candidata de la alianza, Morena tendrá ventaja.
Si se combina un gobernador que ve posibilidades de que su partido vuelva a ganar y se echa para adelante, con una candidata de Morena que hace campaña a medio gas, entonces las cosas pueden inclinarse hacia la Alianza Opositora.
Para nadie es un secreto que esta elección es la antesala de la del 2024 y que su resultado va a condicionar la pelea por la presidencia de la República.
Por ello su relevancia.