El viernes pasado, Carlos Slim, en el marco del evento organizado por la Fundación Telmex, “México Siglo XXI”, reiteró una propuesta que ya ha planteado en otras ocasiones: la jubilación debe ser a los 75 años.
El presidente honorario de Grupo Carso señaló que esta circunstancia se combinaría con la semana laboral de 3 días con jornadas de 11 horas por día, en la que también ha venido insistiendo.
“Jubilarse a los 60 o 65 años actualmente es absurdo”, señaló Slim.
La semana pasada le comentamos en este espacio la necesidad de revisar los actuales esquemas de pensión.
Hay una reforma en curso en el caso de las Afores, que, aunque insuficiente, apunta en la dirección correcta: el incremento en el monto del ahorro para jubilarse. En virtud del aumento de la contribución patronal, el porcentaje del ahorro para el retiro pasará del actual 6.5 por ciento del salario base de cotización a un 15 por ciento al término de esta década.
Pero, del tema del aumento en la edad de jubilación, no hay ni siquiera propuestas formales, más allá de ideas como la expresada por Slim.
La Ley Federal del Trabajo aprobada en 1973 –hace casi medio siglo– estableció los 60 años como la edad mínima para jubilarse en México en el caso de los trabajadores afiliados al IMSS.
En el caso de los empleados del Estado afiliados al ISSSTE, las leyes vigentes en la década de los 80 del siglo pasado no establecieron una edad mínima para jubilarse. Bastaba con 30 años de servicio para los hombres y 28 para las mujeres, al punto que la edad promedio para empezar a cobrar la jubilación llegó a estar en los 52 años.
La reforma de las pensiones en el ISSSTE sí cambió las reglas y estableció a partir del 2010 una edad mínima para jubilarse que quedará en 60 años para los hombres en el 2028 y en 58 años para las mujeres en la misma fecha.
En el caso de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), en 2016 se hizo un cambio en el Contrato Colectivo del SUTERM para fijar en 60 la edad mínima para jubilarse en el caso de las mujeres y 65 en el caso de los hombres.
Sin embargo, en 2020 se estableció que no hay edad mínima si se cumplen 30 años de servicio para los hombres y 25 para las mujeres.
La esperanza de vida al nacer para quienes alcanzaron la mayoría de edad en 1980 y que por lo tanto nacieron en 1962, era cercana a los 54 años.
De modo que, cuando se aprobó la Ley Federal del Trabajo en 1973, la edad mínima para jubilarse parecía bastante sensata, pues no implicaba una carga excesiva a las finanzas públicas.
Para el año 2030, la estimación es que la esperanza de vida en México sea de 77 años en promedio, es decir, 13 años más que cuando se estableció la Ley Federal del Trabajo. Pero, la edad mínima para jubilarse no se ha modificado.
Los 75 años planteados por Slim parecen tener sentido.
Hay una gran diferencia entre la condición de salud y capacidad para el trabajo que hoy puede tener una persona de 60 años respecto a la que podía tener hace medio siglo, que en muchas ocasiones ya estaba con padecimientos que la inhabilitaban.
Y, si quitamos el efecto de la pandemia de covid, que alteró las tendencias, tal vez las estimaciones respecto a la esperanza de vida en el futuro se vayan a quedar cortas, y puedan ser superiores a los 80 años al término de esta década.
Con una sobrevida después de jubilarse de 15 a 20 años en promedio, ni aun los incrementos aprobados en el ahorro voluntario van a ser suficientes para evitar una grave crisis de las pensiones en el futuro.
El problema, como siempre, es político.
Existe un muy elevado costo político para cualquier gobierno, de derecha o de izquierda, que pretenda elevar la edad mínima para jubilarse.
Y, en contraste, existe una enorme ganancia política para cualquier gobierno –como el de AMLO– que establezca una pensión universal en la que no se definen los mecanismos a través de los cuales habrá de financiarse este sistema en el futuro.
En la política, el mundo es al revés: primero se cosecha la popularidad y luego vienen los costos que otros habrán de pagar en el futuro.
Tal vez Carlos Slim Helú y algunos más ya no lo veamos, pero por meras razones demográficas el retiro a los 75 años será algo que va a suceder en México y que sí verán nuestros lectores más jóvenes.
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