Coordenadas

Ahora Morena va por el INE

Morena y el PRI podrían alcanzar una mayoría calificada para definir a los cuatro nuevos integrantes del Consejo General del INE, incluido a su presidente.

Y ahora, el PRIMOR (PRI-Morena) podría ir por el Instituto Nacional Electoral (INE).

Lo ha querido Morena desde hace muchos meses. Ahora tiene la posibilidad.

Una de las consecuencias más importantes de la alianza que han establecido Morena y el PRI en la Cámara de Diputados es que podrían alcanzar una mayoría calificada para definir a los cuatro nuevos integrantes del Consejo General del INE, incluido a su presidente a partir de abril de 2023.

Hay indicios, por lo pronto son solo indicios, de que la cercanía de los legisladores del PRI con el partido en el poder no sea solo en lo referido a la presencia de los militares en actividades de seguridad pública, sino que vaya más allá.

Sin embargo, pese a ello no podrían procesar reformas constitucionales si el bloque de los senadores priistas se mantiene unido y en contra de Alito.

Los senadores de Morena y sus aliados son 75, lo que representa 58.5 por ciento del total. Para lograr mayorías calificadas, se requieren 86 senadores, lo que implica que necesitan 11 votos.

Los senadores del PRI son 13. Para darle mayoría calificada a Morena y aliados, se requeriría que casi todos ellos votaran directamente con Morena. O bien, atraer a algunos de los senadores sin partido, lo que no parece sencillo.

El no contar con una mayoría calificada en el Senado puede atorar las reformas constitucionales que sean aprobadas en la Cámara de Diputados, trátese de la ampliación del plazo para que las Fuerzas Armadas realicen actividades de seguridad pública o de la reforma que busca cambiar la estructura de las autoridades electorales.

Pero, hay un caso en el que la mayoría calificada del PRI y Morena en la Cámara de Diputados no depende de lo que hagan los senadores priistas.

Se trata de la sustitución de los cuatro consejeros electorales que abandonarán sus cargos en abril de 2023.

Se trata de Lorenzo Córdova, Ciro Murayama, Adriana Favela y Roberto Ruiz Saldaña.

Para la selección de los nuevos consejeros se requiere de una convocatoria pública para que se anoten los interesados y de la formación de un Comité Técnico Evaluador designado por la Cámara de Diputados.

Si Morena y satélites se alían con el PRI, podrán controlar la integración de este Comité.

Y si esa alianza se mantiene, también tendrán los votos suficientes para realizar la designación de los cuatro consejeros electorales, incluyendo al nuevo presidente del Instituto.

El INE será algo muy diferente con esos nuevos integrantes y con un nuevo presidente.

Le había comentado en este espacio que uno de los escenarios posibles era que no hubiera reemplazos de los cuatro consejeros que terminan su periodo.

Aunque esa posibilidad sigue vigente, la recomposición de alianzas en la Cámara podría permitir realizar el proceso de reemplazo para colocar a consejeros que sean proclives a Morena y de esa manera tener más posibilidad de influir en el proceso electoral de 2024.

Obviamente, en ese escenario, además, lo más probable es que la alianza Va por México ya estuviera disuelta y el PRI tuviera que lanzar un candidato propio a la Presidencia o de plano respaldara al candidato de Morena.

Pero, también es factible que pudiéramos enfrentar una división del PRI en la que algunos de sus integrantes dejaran las filas de tricolor ante la obstinación de Alito y algunos otros de mantenerse en la dirigencia del partido, para engrosar a otros partidos como el PRD o Movimiento Ciudadano.

El PRI ha tenido históricamente la vocación de mantenerse en el poder. Aunque algunos no se sumaran, seguramente habría otros que se declararían parte de la 4T, sin ningún rubor.

Aunque pareciera que la disputa actual tiene que ver con un asunto puntual de la legislación (la participación del Ejército y Marina en la seguridad pública) es probable que estemos viendo una parte central del proceso que puede determinar el curso de la política mexicana en los años por venir y en buena medida, el futuro que tendremos a partir de 2024.

Usted dirá.

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