Las elecciones para gobernador en el Estado de México serán la ‘madre de todas las batallas’.
Del resultado en la elección de la entidad con el mayor número de electores en el país, surgirá el ambiente que podría revitalizar a una posible alianza opositora a nivel nacional.
El antecedente más reciente de un proceso electoral en ese estado fue el proceso del año pasado.
En el 2021, los partidos agrupados en la alianza Va por México obtuvieron 2 millones 911 mil votos, mientras que Morena y sus aliados consiguieron 2 millones 854 mil sufragios.
La participación ciudadana fue de 54 por ciento, con una lista nominal de 12.4 millones de electores.
El padrón de esa entidad es 4.7 millones de ciudadanos mayor al de la Ciudad de México, que ocupa el segundo lugar en dimensión. De ese relieve es el Estado de México.
Alfredo del Mazo ganó en 2017 la elección con 2 millones 40 mil votos, mientras que Delfina Gómez obtuvo entonces 1 millón 871 mil sufragios.
Aunque hoy pareciera, de acuerdo con la mayoría de las encuestas, que hay una clara inclinación hacia Morena y sus aliados, las cosas podrían cambiar sustancialmente a partir de que eventualmente se formalice una alianza entre el PRI, el PAN y el PRD respaldando la candidatura de Alejandra del Moral.
Los procesos de designación de las dos candidatas fueron accidentados y en ambos casos hubo costos.
En el caso de Morena, la designación de Delfina Gómez trajo consigo el descontento del senador Higinio Martínez, que consideraba que era su turno para obtener la candidatura.
Si bien Higinio mostró finalmente su respaldo a la maestra Delfina, es bien conocido que éste no será activo y entusiasta, lo que es muy significativo, pues Higinio es el político quizás con la maquinaria electoral más amplia en Morena.
En el caso de Alejandra del Moral, su apurado destape provocó el enojo de la diputada Ana Lilia Herrera y de la dirección nacional del PRI.
Sin embargo, la cultura priista de disciplinarse ya condujo a que los exgobernadores, que representan la maquinaria tricolor, expresen su respaldo.
La diputada Herrera ha expresado su determinación de continuar en el PRI. Se equivocan quienes creen que se va a ir a la oposición. En cuanto negocie su lugar en los próximos procesos electorales, quizás una candidatura al senado en 2024 dará su respaldo a Del Moral.
En el PAN, si bien no hay expresión de apoyo todavía y Enrique Vargas sigue apareciendo como su propuesta para que encabece la alianza opositora, se sabe perfectamente que aceptará respaldar al PRI tras alguna negociación en la que se reserven para los panistas diversas candidaturas de la alianza.
Igualmente, se sabe que será el blanquiazul el partido que deberá definir al candidato o candidata de una eventual alianza opositora para la Ciudad de México.
Queda la interrogante respecto a si las diferencias entre las dirigencias nacionales del PAN y el PRD con la del PRI, podrían impedir que se conformara la alianza en el estado. La realidad es que es muy poco probable.
Las dirigencias locales ya han articulado los elementos necesarios para realizar esa alianza.
Insisto que, pese a lo que las encuestas dicen en este momento, la competencia para Morena no será nada fácil.
Y no porque el gobernador Alfredo del Mazo vaya a operar a favor de la candidata del PRI, que él mismo impuso, sino porque la maquinaria priista en el Estado de México rebasa con mucho el control de Del Mazo.
Hay una gran diferencia entre las candidatas.
Delfina Gómez cumplirá 60 años el próximo 15 de noviembre. Y ha sido visible desde hace meses su falta de energía y de entusiasmo.
Tan marcado fue el hecho, que AMLO le puso a Horacio Duarte a un lado para reforzarla.
Sin embargo, una candidata que haga campaña ‘a tiempo parcial’, va a ir perdiendo terreno en la medida que avance el proceso, aún con el respaldo del presidente.
El tema ha llegado al punto de que se ha corrido la versión de que podría ser sustituida, lo que por lo pronto no va a suceder.
Alejandra del Moral tiene 39 años y aunque creo que no era mejor opción que Ana Lilia Herrera para ser candidata de una alianza opositora, al final acabará obteniendo los respaldos. Puede proyectar una imagen completamente opuesta a la del cansancio de la maestra Delfina y avanzar en las intenciones de voto en el curso de la campaña.
Falta aún mucho camino que recorrer, pero hay condiciones para que la candidata de la alianza crezca y pueda ganarle a Delfina el próximo año.
Y si eso sucede, el ambiente previo al 2024 va a cambiar sustancialmente a favor de una posible alianza opositora.
Veremos.