Coordenadas

El acertijo de Morena

Ricardo Monreal está estirando la liga hasta un punto en el que no se sabe si pueda resistir. No hay certeza de que pueda continuar al frente de la mayoría morenista en el Senado y de la Jucopo.

La reforma electoral aprobada por la Cámara de Diputados la semana pasada traía una enorme cantidad de inconstitucionalidades.

No es nada extraño, pues los diputados ni siquiera leyeron las propuestas.

Hasta ahora, los senadores modificaron 21 bloques y 70 artículos.

Aun así, muchos críticos señalan que, pese a las correcciones relativas a la inconstitucionalidad de las reformas legales aprobadas por la Cámara de Senadores, la reforma electoral que ha sido propuesta por el presidente de la República acabaría debilitando y mermando la autoridad del Instituto Nacional Electoral (INE).

Por lo tanto, la visión de muchos críticos es que hay que impedir esta reforma en su totalidad.

El problema es que se trata de una reforma de leyes secundarias.

Es decir, mientras Morena tenga la mayoría de las dos cámaras del Congreso, no hay recurso legal para detener la reforma.

Algunos piensan que el presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Senadores y líder de los senadores morenistas, Ricardo Monreal, tiene la capacidad para impedir que cualquier reforma sea procesada.

Ojalá fuera así.

Monreal no tiene el control de la mayoría de la Cámara de Senadores.

La oposición quisiera que archivara las reformas electorales.

Si lo hiciera, tendría los días contados y quien ocupara su puesto sacaría adelante las iniciativas.

El senador zacatecano tiene muchas horas de vuelo y más allá de su convicción constitucional, es decir, de la decisión de impedir que las reformas a las leyes secundarias infrinjan la Constitución, en términos políticos es un pragmático.

No va a emprender ninguna acción que lo hunda como tampoco va a renunciar al margen de maniobra que aún tiene para seguir compitiendo en Morena o bien para construir una opción fuera de ese partido.

El problema que tenemos con muchos opositores, es que actúan como si tuvieran la mayoría en las dos cámaras.

Cuando dicen con toda convicción: “la reforma electoral no pasará”, pareciera que tuvieran realmente poder para lograrlo.

Puede ser muy positivo para el ego y para imagen pública. La realidad es que no pueden hacerlo.

Por ejemplo, en la Cámara de Diputados el rechazo a las propuestas de reforma fue absolutamente testimonial.

No había nada que hacer.

En las pocas horas que duró la discusión ni siquiera se detectaron las inconstitucionalidades que posteriormente fueron identificadas por Monreal y sus colaboradores.

Pero, el líder de la mayoría morenista en la Cámara de Senadores también ha expresado con claridad que no tiene confusión en cuanto a que quien tiene el control de la Cámara de Senadores, es el presidente López Obrador.

Por esa razón, es que el político zacatecano está jugando para lograr eliminar la mayor cantidad de las reformas que son inconstitucionales, no para rechazar por entero la propuesta.

Pero, la situación es complicada pues en cualquier momento el presidente de la República puede ordenar que se acabe con esa negociación y pedir que se apruebe la reforma en los términos enviados por la Cámara de Diputados aunque después se vaya a la Corte.

Hasta ahora, y con la mediación del secretario de Gobernación, Adán Augusto López, todavía sigue la negociación.

Monreal está estirando la liga hasta un punto en el que no sabemos si pueda resistir, y, al margen del cálculo que él haya hecho, todavía no existe la certeza de que pueda continuar al frente de la mayoría morenista del Senado y al frente de la Junta de Coordinación Política de esa Cámara.

Todo es muy volátil por ahora y nada hay definido.

En estos días se estará jugando, como ya le hemos comentado, el futuro político del país.

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