Coordenadas

Ya no subirán las tasas

La tendencia de la inflación claramente hacia la baja y una postura monetaria bastante restrictiva son algunas de las razones por las que Banxico dejaría sin cambio la tasa.

El próximo jueves 18 de mayo, la Junta de Gobierno del Banxico deberá tomar la siguiente decisión de política monetaria, en la que determinará si deja sin cambio la tasa objetivo en el nivel de 11.25 por ciento que hoy tiene o si la incrementa nuevamente.

La expectativa que hasta hace poco prevalecía en los mercados financieros era que lo más probable era un nuevo incremento de un cuarto de punto.

Pero, hoy las opiniones ya están divididas.

La encuesta entre expertos, realizada por Citibanamex y publicada el pasado 20 de abril, indicaba que, de 31 respuestas, 16 señalaron que esperaban un alza de 0.25 por ciento en la reunión de mayo, mientras que el resto consideraron que no habría movimiento y que el siguiente ajuste sería más bien un retroceso.

Algunos lo ven en septiembre y otros incluso hasta febrero de 2024.

Sin embargo, tomará más fuerza la percepción de que quizá ya llegamos al techo del ciclo alcista al conocer lo dicho ayer por la gobernadora del Banxico, Victoria Rodríguez Ceja, quien señaló ante la Comisión de Hacienda del Senado que: “…ante estas señales positivas y la postura monetaria ya alcanzada, estaremos evaluando la posibilidad de hacer un alto en la tasa”.

Creo que hay elementos para pensar en que, salvo que haya una gran sorpresa antes del próximo 18 de mayo, ya llegamos al techo de las tasas nominales, pero no necesariamente al de las tasas reales.

Las razones son las siguientes.

1.- La tendencia de la inflación ya es claramente hacia la baja.

El índice nacional de precios al consumidor correspondiente a la primera quincena de abril fue de 6.24 por ciento, una cifra que estuvo ya 2.5 puntos por abajo del nivel más elevado al que llegó en septiembre de 2022.

Pero, no es solo este indicador el que bajó. Ya lo hizo también la inflación subyacente (es decir, la que excluye alimentos y energéticos) y de manera muy destacada la inflación al productor.

De hecho, al término de marzo, los precios de los insumos para los productores ya tienen más bien una deflación de 1.2 por ciento a tasa anual, cuando en junio del año pasado la inflación era de 13.3 por ciento.

2.- La postura monetaria de Banxico ya es bastante restrictiva.

Con una tasa nominal de 11.25 por ciento y una inflación de 6.8 por ciento en marzo, se perfila una tasa real anual de 4.1 por ciento, lo que ha hecho muy atractiva la compra de activos financieros en pesos.

Solo para contrastar, hay que recordar que en Estados Unidos la inflación es de 6.0 por ciento y la tasa de referencia es de 4.0 por ciento, lo que implica una tasa real de -1.9 por ciento, muy distante a la que prevalece en México.

Aunque ayer hubo un leve incremento de la cotización del dólar, en términos generales, la moneda norteamericana se ha mantenido muy estable desde hace ya varios días, ligeramente por arriba o por debajo de 18 pesos.

Con las declaraciones de la gobernadora del Banxico ayer, existía la posibilidad de que el peso se debilitara.

No lo hizo, lo que implica que es probable que ya empiece a descontarse una estabilización de las tasas, al margen de lo que vaya a hacer en su próxima reunión la Reserva Federal.

No va a ser corto ni fácil el camino a la normalización monetaria, pero pareciera que vamos en esa senda.

Y por lo pronto, pareciera no estar bajo amenaza la estabilidad del tipo de cambio.

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