¿Ya está usted preparado para que le den de palos?
Ayer pudimos percibir que de nueva cuenta México volverá a ser “la piñata” en la campaña electoral de los Estados Unidos.
Este miércoles ocurrió el primer acto formal de campaña: un primer debate de los aspirantes del Partido Republicano, con la ausencia de Donald Trump y en paralelo, la difusión por redes sociales de una entrevista del expresentador de Fox News, Tucker Carlson, con el expresidente.
Trump desestimó asistir pues consideró que no tenía por qué estar con aspirantes que están lejos de las preferencias que él tiene.
En eso lleva razón.
El sitio realclearpolitics.com hace un seguimiento de las encuestas electorales en Estados Unidos.
El promedio de las últimas nueve encuestas publicadas indica que las preferencias de los republicanos por Trump son de 55 por ciento; en segundo lugar, se ubica Ron DeSantis, con 14 por ciento, y luego viene una larga lista de nombres que van de menos de 1 hasta 7 por ciento.
Si el expresidente sigue legalmente habilitado para contender tendría que haber una enorme sorpresa para que perdiera la nominación.
Por eso, lo que él diga respecto a sus proyectos será altamente relevante.
Además, en los careos con el presidente Biden hay una competencia cerrada.
El promedio de las últimas siete encuestas da a Biden una ventaja de solo dos puntos, lo que realmente es un empate, debido a los márgenes de error.
Al ser cuestionado el miércoles por Carlson respecto a cuál sería su prioridad en la campaña, como lo fue el muro en la campaña del 2016, Trump fue claro en que sus temas centrales serán la frontera con México y la migración.
El expresidente sabe que, en esos aspectos, muchos norteamericanos están descontentos con los resultados de la política de Biden, más allá de que exista hipocresía pues muchos empleadores de Estados Unidos están ocupando a trabajadores sin papeles ante la escasez generalizada de mano de obra.
Sin embargo, más allá de que nuevamente México y los migrantes se vayan a convertir en la piñata de la campaña republicana, lo más preocupante para el país vendrá a mediano plazo.
De acuerdo con el calendario establecido por el propio Tratado México-Estados Unidos-Canadá (TMEC), en el año 2026, cinco años después de haber entrado en vigencia, se hará una revisión integral de ese acuerdo.
En el escenario de que Donald Trump haya regresado a la Casa Blanca y eventualmente tuviera mayorías en el Congreso, podría haber presiones para realizar cambios sustanciales al Tratado.
Al margen de que prosperaran o no, el hecho mismo de que existiera una etapa de incertidumbre asociada a ese proceso podría ensombrecer la perspectiva positiva que se ha abierto para la economía mexicana por el proceso de relocalización industrial.
El ‘show’ de Trump
El día de ayer, hubo nuevamente un acto de campaña de Trump que seguramente le va a redituar mayor respaldo de sus partidarios: su entrega a la acusación recibida por su intervención en el proceso electoral en Georgia.
Por cierto, los cargos que ayer le fueron dados a conocer serían de los que no podría ‘autoindultar’ en caso de llegar a la presidencia.
Sin embargo, lo que sí podría ocurrir es que el gobernador de Georgia, Brian Kemp, pudiera indultar al personaje.
Aunque Kemp es republicano, no es parte del ala que respalda a Trump, pero en el hipotético caso de que tuviera una sentencia de culpabilidad y tuviera que “gobernar desde una celda”, seguramente habría presiones múltiples que le diera el indulto. Todo un tema por definir.
La ciencia de las encuestas
Vaya tema para las empresas encuestadoras que vayan a hacer el trabajo de captar las simpatías del frente opositor o en la 4T.
En el primer caso, el del Frente, se señala que quien habría obtenido el contrato para ese trabajo es una empresa adscrita a un medio.
Y se habría aceptado ese hecho, con la condición de que no se revelara la identidad. Y falta conocer cuáles son las cuatro que van a realizar las ‘encuestas espejo’.
Por cierto, quienes afirman que Morena hará una elección, se equivocan. Todo será una encuesta. Nada más.
En cuanto al frente opositor, no hay ninguna pista de qué casa encuestadora vaya a concluir la tarea de transparentar el proceso de levantamiento.
Y menos aún de quién organizará la elección primaria.
Vaya disyuntiva en la que estamos metidos.
El 3 y el 6 de septiembre veremos el desenlace final.
Tranquilos.