Coordenadas

Nos pegarán como piñata

Ante las elecciones en Estados Unidos, los candidatos tomarán el tema de la migración y el fentanilo como ‘banderas’, adelanta Enrique Quintana.

Nos dieron apenas una probadita de lo que vendrá.

México se va a convertir los siguientes meses, y sobre todo en el próximo año, en la piñata de los políticos norteamericanos, especialmente de los del Partido Republicano.

Ya en esta semana hubo varios signos de ello.

En la Cámara de Representantes, se votó suspender la entrega de 60 millones de dólares a programas financiados por el gobierno norteamericano en México, debido a que perciben que el gobierno mexicano no hace suficientes esfuerzos para combatir el tráfico de fentanilo a Estados Unidos.

Más allá de que la iniciativa no prospere porque los demócratas no la van a dejar pasar en la Cámara de Senadores, es claro que sí hay una exigencia cada vez mayor de los políticos norteamericanos para que México ofrezca mejores resultados en el combate al tráfico de este opioide.

Simplemente no creen la versión oficial que dice que en México no se produce fentanilo.

De hecho, el jueves próximo estará en nuestro país una delegación de alto nivel en EU, encabezada por los secretarios de Estado, Anthony Blinken; de Seguridad, Alejandro Mayorkas y de Justicia, Merrik Garland, para hablar del tema del fentanilo.

Pero, además, en el debate entre aspirantes republicanos a la candidatura presidencial del miércoles pasado se escucharon propuestas cada vez más radicales, como el envío de efectivos militares a territorio mexicano para combatir a los cárteles de la droga.

Vivek Ramaswany, empresario, y uno de los aspirantes republicanos que ha adquirido notoriedad, señaló lo siguiente en una entrevista:

“…podemos ayudarle a México a recuperar su soberanía de los cárteles de la droga mexicanos que se están extendiendo a nuestra patria, pero si no lo hacen, entonces entraremos y haremos el trabajo nosotros mismos”.

Aunque sea puro alarde, refleja el tipo de discurso que vamos a escuchar en los siguientes meses.

No tenga duda que el fentanilo, que cobra cientos de víctimas diarias en EU, y la migración, que desborda la capacidad fronteriza, van a ser dos de los temas fundamentales de las campañas electorales en EU.

El gobierno de Biden buscará ponerse cada vez más duro para evitar ser blanco de las críticas de los republicanos, que reclaman la ineficacia gubernamental en ambos terrenos.

Y, frente a ello, habrá ‘un concurso’ entre los aspirantes que buscan confrontar a Trump, para hacer propuestas cada vez más descabelladas que les den puntos frente a un electorado radicalizado.

Aún si todo esto se tratara solamente de retórica, sería suficientemente preocupante para tomarlo en serio, pues con ello se estaría creando un clima muy desfavorable para México y para los migrantes.

Pero, por ejemplo, con las medidas de contención tomadas por el gobierno de Texas, encabezado por Gregg Abbot, que colocó boyas en el Río Bravo, incluso en territorio mexicano, podemos ver que el asunto puede ir mucho más allá de la retórica.

Ya tenemos ahora implicaciones serias derivadas de esta actitud de los norteamericanos y de las respuestas que ha tenido que darse desde México.

Ya hemos visto el cierre de puntos fronterizos, como el Puente de las Américas en Ciudad Juárez, o en general, la lentitud generalizada en los cruces como producto de una vigilancia más estricta de la carga.

Va a ser paradójico que mientras está en curso el proceso de nearshoring que solo puede implicar un mayor volumen de exportaciones de México hacia Estados Unidos, nos vayamos a enfrentar con obstáculos al comercio, como producto de los procesos políticos en Estados Unidos.

Esa paradoja es algo con lo que seguramente vamos a tener que convivir en los siguientes meses.

Volveremos a convertirnos en ‘piñata’, sobre todo de los republicanos, que no le van a dejar pasar al gobierno de Biden ningún problema que le puedan criticar y posteriormente convertir en votos.

De acuerdo con el sitio realclearpolitics.com, el promedio de las encuestas sigue marcando un virtual empate en una hipotética contienda de Trump y Biden.

En ese contexto, cada evento que pueda inclinar algo la balanza hacia algún lado va a aprovecharse, por ejemplo, la huelga automotriz. Tanto Trump como Biden hicieron acto de presencia en el crucial estado de Michigan esta semana.

A nadie le gusta que le peguen como piñata, pero es lo que nos va a suceder.

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