Coordenadas

¿Podrá Xóchitl recuperar el tiempo perdido?

Pese a que Xóchitl Gálvez confirmó su asistencia al encuentro anual de industriales de la Concamin, la senadora nunca llegó al evento. ¿Acaso dejó ir una oportunidad? De esto reflexiona Enrique Quintana.

La Reunión Anual de Industriales es el encuentro más importante que realiza cada año la Confederación de Cámaras Industriales de la República Mexicana (Concamin), una de las organizaciones que conforma el Consejo Coordinador Empresarial (CCE).

En su edición más reciente, se celebró esta semana en León.

El plato fuerte del encuentro iba a ser la presencia de Xóchitl Gálvez, la virtual candidata presidencial del Frente Opositor.

Desde luego, los industriales también invitaron a Claudia Sheinbaum, quien desde tiempo atrás, declinó participar.

Y aunque también estuvo presente el gobernador de Nuevo León y aspirante a ser candidato presidencial de Movimiento Ciudadano, Samuel García, la gran atracción era Xóchitl.

Resulta que los organizadores se enteraron incidentalmente el martes pasado de que la senadora Gálvez no tenía pensado acudir, a pesar de que habían existido confirmaciones previas y no hubo declinación formal a la invitación.

Entre los empresarios de todo el país que acudieron a León hubo la sensación de ‘plantón’.

El equipo de Gálvez e incluso la propia senadora insistieron en que nunca confirmaron que asistiría.

Yo pude observar en los mensajes recibidos por la dirigencia de los industriales la respuesta positiva que se dio a esta invitación y pude notar también la falta de coordinación del equipo de la virtual candidata.

Pero, además, también conocí la gran molestia de la senadora cuando la propia dirigencia de la Concamin expresó la sorpresa por la ausencia, al punto de acusarlos de que para ella quedaba claro que “estaban operando para favorecer a Morena”, algo claramente falso.

Ignoro qué criterios sigue la senadora Gálvez y su equipo para elaborar su agenda, pero me queda claro que la ausencia en León le quitó una muy buena oportunidad para expresar sus opiniones ante un sector que es su clientela natural y que, además, como dirigentes de cámaras empresariales en todo el país, son altamente influyentes.

No creo que haya existido ninguna intención de dejar plantados a los industriales, pero sí que hay evidentes insuficiencias del equipo que apoya a Gálvez.

Ignoro en cuántas ocasiones la virtual candidata haya tomado decisiones equivocadas a la hora de confeccionar su agenda, pero, como le he comentado en este espacio, la única posibilidad que tiene Xóchitl de remontar una desventaja que hoy tiene en las preferencias electorales en el país es haciendo una campaña sin errores, como los que derivan de una deficiente confección de la agenda, que deja pasar oportunidades.

Ella gusta referir que en las contiendas electorales en las que ha participado siempre ha venido de atrás. Incluso en la encuesta y el proceso en el que fue seleccionada por los partidos del Frente Opositor, también vino de atrás y rebasó a quienes tenían meses promoviéndose en todo el país.

Por esa razón, considera que no tendrá problema para remontar cualquier desventaja que ahora tenga.

A mi parecer, hoy el contexto es diferente al de otras contiendas en las que ha participado. Su contrincante principal, Claudia Sheinbaum, tiene el respaldo de un presidente que cuenta con 58 por ciento de aprobación; tiene tras de sí a casi todo el aparato del Estado, que va a operar a su favor y llegará a la etapa de las precampañas, que comienzan entre el 20 y el 26 de noviembre, con una amplia ventaja.

Pero, además, la senadora tiene que conciliar sus posiciones con las de partidos que no coinciden entre ellos, y de ellos con las opiniones de la senadora, lo que puede hacer tortuoso el proceso de toma de posiciones.

Y, para terminar, no ha logrado construir un equipo suficientemente robusto y eficaz que la respalde, pues por naturaleza es desconfiada.

Aunque ha corrido la especie de que el Frente estaría incluso evaluando reemplazarla, creo que eso es parte de una guerra de rumores. No va a ocurrir.

Pero de lo que sí estoy seguro es que uno de los escenarios que existen entre los partidos es que, aunque ella no gane la presidencia de la República, al menos pueda funcionar como un imán de votos que permita ampliar las posiciones que en la Cámara de Diputados y en el Senado tiene la oposición.

Obviamente, desearían el triunfo en la contienda presidencial, pero sé que hay dirigencias partidistas que lo que más quieren es que Morena pierda las mayorías absolutas en las Cámaras.

Remontar lo perdido y hacer una campaña sin errores son retos muy grandes para la virtual candidata opositora, veremos si logra afrontarlos.

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