Coordenadas

El incierto futuro del dólar

Debido a su presencia creciente en los mercados internacionales, la cotización del peso frente al dólar tiene que ver cada vez más con lo que sucede fuera del país.

El peso arrancó el 2024 con toda la fuerza y el viernes por la tarde se cotizaba hasta en 16.86 unidades por dólar.

¿Qué podemos esperar de la paridad de nuestra moneda en este año? ¿Se mantendrá muy fuerte y romperá todos los pronósticos o tendremos finalmente un ajuste ante los factores de riesgo que se presentan?

Lo primero que hay que decir es que es muy complicado pronosticar el comportamiento del tipo de cambio en el mediano plazo debido a dos factores.

El primero es que en la determinación de la paridad confluyen una gran cantidad de factores objetivos y subjetivos que difícilmente son anticipables.

El segundo es que, debido a su presencia creciente en los mercados internacionales, la cotización del peso contra el dólar tiene que ver cada vez más con lo que sucede fuera del país, incluso con la forma en la que inversionistas foráneos ven a nuestra moneda.

Como ya le comentamos en este espacio, el 2023 fue un ejemplo del gran fracaso de los pronósticos cambiarios.

Hacienda, que se acercó más que los demás al crecimiento del PIB (anticipó 3 por ciento), quedó muy distante de su estimación para la paridad, pues anticipaba 20.60 pesos por dólar para el cierre del año. El error fue de casi 18 por ciento al terminar en 16.91 pesos.

El consenso de los analistas estableció una estimación promedio de 20.50, por lo que el margen de error fue parecido.

Para el fin de 2024 la SCHP se puso optimista y estima un 17.60 por dólar, mientras que el consenso de los analistas entrevistados por Citibanamex estima 18.60 pesos.

Respecto a los niveles del viernes pasado, Hacienda considera que habría una depreciación de 4.3 por ciento, mientras que los expertos del sector privado ven un 10.2 por ciento en el año.

¿Qué puede incidir en el comportamiento del peso este año?

El factor más importante será la percepción que los inversionistas tengan respecto a la política monetaria que habrá de aplicarse en México y Estados Unidos.

El fortalecimiento del peso el viernes ocurrió luego de conocerse los datos positivos del mercado laboral de Estados Unidos y fortalecerse la sensación de que la Reserva Federal todavía tardará un buen tiempo en bajar sus tasas de interés.

La misma sensación dejaron las minutas de la reunión de política monetaria del Banxico, que fueron publicadas el jueves pasado.

Esta circunstancia puede cambiar si, en los siguientes meses, los datos de la actividad económica ya no fueran tan positivos o si hubiera indicios de que la inflación retoma su tendencia a la baja.

El otro factor que está sobre la mesa es lo que puede traer consigo el proceso electoral en ambos países.

En México, la mayor parte de los inversionistas ha descontado ya en sus expectativas un triunfo de Claudia Sheinbaum en la contienda presidencial, pero también asumen como el escenario más probable que Morena y sus aliados no alcancen mayoría calificada en el Congreso.

Si se perfilara esa circunstancia, creo que la percepción del riesgo para las inversiones crecería en los próximos meses y ello impactaría negativamente a nuestra moneda.

En el caso de Estados Unidos, hoy el favorito para ganar la presidencia es Donald Trump.

Aunque la ventaja que tiene sobre Biden en las encuestas nacionales es de solo 2.2 puntos, según el promedio de RealClearPolitics.com, el hecho de que tenga ventaja clara en los llamados ‘estados bisagra’ lo convierte en favorito.

Una encuesta de Morning Consult /Bloomberg publicada en diciembre le da ventaja al republicano en siete estados que son cruciales en la elección de noviembre: Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, Carolina del Norte, Wisconsin y Pennsylvania, con un promedio de cinco puntos a favor de Trump.

Claro que este año veremos el impacto de los juicios contra Trump, pero lo pronto, lleva la delantera.

Si la narrativa del expresidente es nuevamente agresiva contra México y vuelve a enarbolar propuestas proteccionistas, no es difícil que haya nerviosismo.

Entre diciembre de 2015 y la toma de posesión de Trump en enero de 2017, el peso se depreció en 27 por ciento respecto al dólar y llegó a niveles de 21.70.

Habrá que seguir con cuidado el proceso electoral de EU, por el impacto que puede tener en nuestra moneda.

Le reitero: sea muy cuidadoso con los pronósticos cambiarios.

COLUMNAS ANTERIORES

Un día, hace 30 años
Una desaceleración muy desigual

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.