Los actos de arranque de campaña de las candidatas a la presidencia de la República fueron una muestra de lo que veremos en los siguientes tres meses.
Claudia Sheinbaum arrancó ‘mostrando músculo’. La gran concentración de simpatizantes de Morena y partidos aliados en el Zócalo fue una prueba de funcionamiento de una maquinaria que parece perfectamente aceitada en el conjunto del país.
La forma singular de comenzar la campaña de Xóchitl Gálvez, con tres eventos, comenzando en Fresnillo, Zacatecas, la ciudad con la peor percepción de inseguridad en México, fue un intento de innovación, que seguramente será característico en su campaña.
La razón de este contraste es la posición relativa en las encuestas que tiene una y otra.
Sheinbaum lleva una gran ventaja por lo que la estrategia de la campaña será administrar esa ventaja.
En contraste Gálvez necesita hechos de impacto que le permitan recortar puntos a esa ventaja.
En diversas ocasiones le he comentado el símil que existe con un partido de futbol. Cuando un equipo va ganando por un marcador de 4 a 0 usualmente lo que hace es no arriesgar y tratar de controlar el balón la mayor parte del tiempo. Pero ya no tiene urgencia de atacar para arriesgar lo menos posible.
El equipo que va en desventaja debe arriesgar y tratar de jugar tan ofensivo como le sea posible, buscando combinaciones creativas e innovadoras que le permitan eludir el juego defensivo de su contrincante.
Eso va a conducir a que veamos una campaña ortodoxa por parte de Sheinbaum, en donde se va a echar mano del gran aparato territorial que tiene Morena.
En Morena dan por descontado el triunfo de su candidata al punto que el objetivo principal de la campaña es lograr el mayor número de triunfos en las elecciones legislativas y obtener el porcentaje más elevado posible en las circunscripciones para conseguir el máximo de asientos en las cámaras.
El óptimo para Morena y aliados es alcanzar la mayoría calificada en ambas cámaras y el mínimo es obtener la mayoría absoluta.
Sheinbaum va a aprovechar el respaldo de los aparatos de 23 gobiernos estatales y veremos que realiza una gran cantidad de giras orientadas a la retención de los votos que aprueban la gestión de López Obrador, para desde allí tratar de apalancar el logro de las mayorías calificadas.
Xóchitl tendrá que seguir manteniendo el discurso de que la meta es ganar la presidencia de la República, aunque, si al paso de las semanas, no logra reducir significativamente la ventaja que le lleva Sheinbaum, va a hacerse más evidente que el objetivo de la coalición que encabeza será lograr el mejor resultado legislativo posible.
El óptimo para la coalición opositora es impedir que Morena y sus aliados alcancen la mayoría absoluta en las dos cámaras del Congreso y el mínimo es impedir que logran la mayoría calificada.
Para obtener es meta, Gálvez debe avanzar entre 5 y 10 puntos en las intenciones de voto que se registran en las encuestas.
Es decir, tiene la tarea de convencer a un porcentaje significativo de indecisos que voten por ella y por los legisladores de alguno de los partidos que la respaldan.
¿Qué papel puede jugar Jorge Álvarez Maynez en esta competencia?
Su objetivo primario será obtener el porcentaje de votos necesario para garantizar la permanencia del registro de Movimiento Ciudadano, es decir, el 3 por ciento.
Y el óptimo sería superar el porcentaje de 7 por ciento que obtuvo su partido en las elecciones del 2021.
Pareciera que si crece Álvarez Maynez quien eventualmente podría afectarse más es la votación a favor de Morena.
Todavía hay interrogantes respecto a la dinámica que tomarán las campañas, pero su arranque formal ya nos ha dado luz respecto a la estrategia que seguirá cada una de las y el contendiente.