Coordenadas

¿Ya ganó Trump?

Algunos opinan que no hay figuras en el Partido Demócrata que sean capaces de remontar la desventaja que tienen respecto a Trump en un lapso tan corto.

Por lo pronto va ganando.

El desastroso debate del presidente Joe Biden lo dejó en la lona. De acuerdo con una encuesta rápida realizada por CNN mostró que el 67 por ciento piensa que ganó Trump y solo el 33 por ciento que lo hizo Biden.

Otro estudio más amplio de la firma YouGov señala que el 43 por ciento piensa que ganó Trump, solo 22 por ciento que ganó Biden y el otro 35 por ciento no está seguro del resultado.

Como contraste, en el primer debate realizado previamente a la elección del 2020, 60 por ciento consideró que ganó Biden.

El pánico se ha desatado entre los demócratas. Se han generalizado los pedidos a Biden para que decline la candidatura.

Pero, el tema no es solo el debate sino la desventaja en la campaña.

Es bien sabido que los llamados “estados columpio” son probablemente los determinantes del resultado electoral.

De los siete estados que usualmente son considerados como decisivos, por ahora solo en dos, Michigan y Wisconsin, Biden tendría alguna oportunidad. Las encuestas revelan que Wisconsin está empatado mientras que en Michigan, Trump lleva apenas una leve ventaja de 0.5 puntos.

Esos dos estados dan 26 votos en el Colegio Electoral.

En los otros cinco estados, Arizona, Georgia, Nevada, Carolina del Norte y Pennsylvania, Trump va adelante, lo que permitiría ganar los 68 votos en juego.

En este escenario, Trump ganaría al menos por 42 votos electorales.

Pero, las cosas pueden ser peor pues las encuestas aún no incorporan el efecto negativo que para él tuvo el debate, por lo que seguramente en el futuro inmediato la ventaja para Trump puede ser aún mayor.

Algunos opinan que no hay figuras en el Partido Demócrata que sean capaces de remontar la desventaja que tienen respecto a Trump en un lapso tan corto como el que resta para las elecciones.

Es posible, pero, las circunstancias obligan a tomar ese riesgo en lugar de ir a una derrota segura con Biden.

Entre los que podrían contender en lugar de Biden está en primer lugar el gobernador de California, Gavin Newsom. Pero también podría ser el gobernador de Illinois J.B. Pritzker. O bien, no descarte a la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer.

Pero también podrían ser personajes de su gabinete como Pete Buttigieg, el secretario de Trasporte, que ya fue su competidor hace cuatro años.

Y ya en el extremo, alguna figura carismática, como el reverendo Raphael Warnock, senador de Georgia, que derrotó en las elecciones intermedias al ex jugador de futbol americano, Herschel Walker, quien tenía abierto respaldo de Trump.

Sin embargo, el problema es que Biden no acepta declinar.

El 19 de agosto comenzará en Chicago la Convención Demócrata en la que se podría formalizar el cambio de candidato.

Pero, es demasiado tiempo el que aún resta y Trump va a seguir tomando ventaja.

El segundo debate será el 10 de septiembre. Si Biden sigue, quizás en ese momento le pongan el último clavo a su ataúd político.

El equipo de Claudia Sheinbaum debe partir de la base de que el triunfo de Trump es el escenario más probable y que hay que preparar desde ahora una estrategia para lidiar con él en la presidencia por cuatro años, hasta enero de 2029.

Será fundamental para México la construcción de alianzas con grupos en Estados Unidos. Las más evidentes son con la comunidad empresarial que depende cada vez más de México.

Ya vimos en el primer debate que el tono contrario a China que tendrán las campañas anticipa probablemente más aranceles para los productos de este país, lo que puede permitir que México adquiera aún más relevancia comercial para Estados Unidos y por lo mismo, que una parte aún más amplia de su base productiva sea una potencial aliada.

Pareciera haber mejores condiciones que la primera ocasión que llegó Trump a la Casa Blanca, para situarse mejor y enfilarse a una revisión del Tratado (TMEC) en 2026 desde una posición de mayor fuerza.

Esperemos que rápidamente podamos construir alianzas sólidas y productivas, antes de tener el pie de Trump en nuestro cuello una vez más.

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