Coordenadas

El dólar, la reforma judicial y la sobrerrepresentación

Tenga la certeza de que una gran cantidad de instituciones financieras van a estar atentas a todo lo que suceda en las próximas semanas y en septiembre o en el último trimestre nos pueden dar unas desagradables sorpresas.

No fue sorpresa que en los últimos dos días el tipo de cambio del peso frente al dólar se haya ido para arriba.

El precio del dólar ya se incrementó en más de 3 por ciento en solo dos días.

¿Qué fue lo que ocurrió para que esto sucediera?

Ahora, los principales factores detonantes fueron eventos internos, asociados con dos ámbitos.

Por un lado, están los malos datos económicos, específicamente el retroceso de las ventas minoristas en junio; y, por otro lado, están hechos políticos, como la situación vinculada con la reforma judicial y el paro de jueces y magistrados, así como la percepción de que el INE dará este viernes una mayoría calificada en la Cámara de Diputados a Morena y sus aliados.

En conjunto, perfilan una situación que eleva el riesgo de invertir en México.

No tenemos aún una corrida contra el peso, pues no se ha generalizado la recomendación de salirse de valores en nuestra moneda.

Hay una discusión respecto al grado en el cual los mercados han descontado ya que la asignación de legisladores que decida la autoridad –el INE y el Tribunal– dé una mayoría calificada a Morena en la Cámara de Diputados, y que haga viable entonces la reforma judicial.

Un interesante texto del área de Estudios Económicos de Citibanamex señala lo siguiente (subrayados míos): “El mercado no parece haber descontado completamente que sí habrá una mayoría calificada de Morena y que sí se aprobará la reforma judicial; también parece haber desdeñado el impacto político negativo de esta y otras reformas, así como subestimado su riesgo económico”.

Un poco más adelante ofrece una explicación:

“…es posible que quienes ya descuenten las reformas, consideren que, aunque estas debiliten la democracia, no implicarán políticas económicas anti-mercado ni debilitarán el marco macroeconómico. Esto es, puede ser que tengan confianza en las políticas públicas de la próxima administración, aunque se pierdan contrapesos. (…) El problema es que sin contrapesos y un sólido Estado de derecho, la incertidumbre de que esa perspectiva se concrete crece fuertemente. Por definición las primas de riesgos deberían aumentar de forma significativa. Todavía no ha ocurrido”.

Los analistas de Citibanamex, sin embargo, no descartan que esa reacción, la del incremento de la percepción de riesgo, pueda producirse en el futuro y quizás de manera abrupta, a diferencia de lo que sucedería si se descontara desde ahora.

Desde luego que esta visión es debatible, pero no debe descartarse si más y más inversionistas asumen que las reformas constitucionales del ‘Plan C’ traerán consigo un riesgo mayor.

¿Qué márgenes de maniobra tiene el gobierno de Claudia Sheinbaum para evitar un ‘incendio en la pradera’?

Mientras López Obrador sea quien esté en la Presidencia de la República, es decir, durante los siguientes 39 días, sus márgenes serán muy limitados.

Ya le hemos comentado que, a diferencia de otras transiciones sexenales, AMLO no le ha dado el menor espacio a Sheinbaum para ir tomando el control del Poder Ejecutivo.

Todo indica que AMLO se quedará con el control pleno hasta el último día de su mandato, el 30 de septiembre de 2024.

Contrasta el cuadro con lo que sucedió hace seis años, cuando Peña virtualmente dejó de funcionar como jefe del Ejecutivo para darle a López Obrador todo el espacio que necesitaba.

La presidenta electa y el secretario de Hacienda tendrán, en estos meses, poco espacio para convencer a los mercados de que no hay nada que temer.

Habrá un contraste entre la promesa de Sheinbaum o de Ramírez de la O, que afirman que todo va a estar bien, frente a un entorno que lo menos que suscita son dudas y en el peor de los casos, una profunda desazón.

Queda la interrogante de hasta qué punto existirá el poder de persuasión por parte de la nueva administración para evitar que, desde los primeros meses del nuevo gobierno, en este mismo año, tengamos una corrida contra activos en pesos derivada del aumento sensible de las primas de riesgo.

A AMLO poco le importa ya la estabilidad financiera. Ya se va al rancho. Si la inestabilidad emerge, ya le tocará a Claudia afrontarla. Él ya dejó –así lo piensa– la tarea hecha.

¡Qué complicado panorama!

Tenga la certeza de que una gran cantidad de instituciones financieras van a estar atentas a todo lo que suceda en las próximas semanas y en septiembre o en el último trimestre nos pueden dar unas desagradables sorpresas.

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