Coordenadas

Una desaceleración muy desigual

La actividad económica va desacelerando, pero el hecho de que aún existan sectores en los que el desempeño es positivo, conduce a que el freno sea menor de lo previsto.

Poco a poco empiezan a surgir indicadores oportunos de los últimos meses del año, que confirman algunas tendencias de la economía mexicana.

Le resumo tres.

1-Hay un evidente freno de la actividad económica que incluye una desaceleración del consumo, pero no una caída.

2-El empleo formal también muestra un freno importante, lo que hace suponer que tendremos el peor año en generación de empleo desde el 2020.

3-El comportamiento es diferenciado, pues hay sectores, como el de la venta de autos, que tuvo en noviembre un importante repunte.

Van algunos detalles y luego las conclusiones.

El INEGI dio a conocer esta semana que el indicador oportuno del consumo privado creció a tasa anual 1.9 por ciento en octubre y 1.5 por ciento en noviembre.

Las tasas son menores que las de los meses previos. En el tercer trimestre el ritmo fue de 2.6 por ciento en promedio y en el segundo había sido de 3.5.

La tendencia al freno es evidente, aunque, a diferencia de otras variables, como la inversión fija bruta, que ya tiene dos meses de caídas, el consumo se mantiene en el terreno del crecimiento, así éste sea menor.

Uno de los factores que ha debilitado el consumo es la menor generación de empleo formal.

De acuerdo con los datos del IMSS, al mes de noviembre, la tasa de crecimiento anual del empleo formal fue de 1.0 por ciento.

Al término del tercer trimestre el empleo crecía a 1.6 por ciento y a 2.0 por ciento en el segundo trimestre, así que el freno resulta muy claro.

Tradicionalmente, en el empleo formal en México, durante el mes de diciembre hay una reducción del empleo. El año pasado fue de 384 mil 882 puestos de trabajo.

Aun suponiendo que en este año fuera menor, y “solo” fuera de 300 mil empleos, terminaríamos este 2024 con una generación de alrededor de 320 mil nuevos empleos.

La cifra se va a comparar desfavorablemente con los 651 mil de 2023 o los 752 mil 748 de 2022.

Solo resultó peor el año de la pandemia, el 2020, en el que más bien hubo una caída del empleo de 647 mil 710 puestos de trabajo.

Sin embargo, no toda la actividad económica se ha venido para abajo.

Las ventas de autos en el mes de noviembre crecieron a una tasa de 14.3 por ciento, registrando uno de los mejores meses que se recuerden.

Aunque hubo estrategias agresivas de los distribuidores que buscaban reducir sus inventarios de vehículos, ofreciendo descuentos y diversos tipos de promoción, lo cierto es que hay un segmento de consumidores que ha decidido seguir haciendo compras de bienes duraderos en una proporción importante.

Ese hecho, junto con las exportaciones, que crecieron poco menos de 3 por ciento en noviembre, permitieron que la producción de vehículos aumentara a un ritmo de 6.7 por ciento en el undécimo mes del año.

No hay duda de que la actividad económica va desacelerando, pero el hecho de que aún existan sectores en los que el desempeño es positivo, conduce a que el freno sea menor de lo previsto, lo que ha conducido a una ligera revisión hacia arriba de las estimaciones del crecimiento del PIB para este año.

Tanto la encuesta de Banxico que fue presentada esta semana, como la de Citi, que se dio a conocer ayer, estiman un crecimiento de 1.6 por ciento para este año, lo que implicaría un ritmo de alrededor de 1.9 por ciento a tasa anual para el cuarto trimestre de este año, lo que sería el mejor registro del 2024.

Ya lo confirmaremos en las siguientes semanas.

El verdadero reto va a ser lo que venga en el 2025.

COLUMNAS ANTERIORES

Trump para principiantes (en 10 pasos)
La realidad del ‘remanente’ del Banxico

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.