Esta semana el Inegi publicará su Indicador Oportuno de la Actividad Económica con estimaciones preliminares del IGAE (PIB mensual) de agosto y de septiembre pasados. El 25 de octubre nos dará la estimación definitiva el IGAE de agosto, y el 29 la estimación oportuna del PIB al tercer trimestre.
Con nuestros indicadores anticipados le podemos comentar algunas sorpresas que pudiéramos observar en estos datos.
Para agosto, con base en nuestro Indicador IBAM, estamos estimando una variación positiva de +5.0 por ciento anual, mientras que el Inegi calculó preliminarmente una variación mayor, de +6.8 por ciento anual. A tasa mensual estimamos una ligera contracción de -0.1 por ciento.
Para septiembre, con nuestro Indicador IBEM, nuestra estimación del IGAE es un crecimiento de +3.4 por ciento anual, equivalente a una contracción mensual de -2.5 por ciento. Los últimos cuatro meses observan un raquítico dinamismo a tasa mensual. Por una parte la tercera ola del Covid-19 delta; por la otra, la crisis de suministros en las cadenas de valor globales están afectando la producción manufacturera en todo el mundo. Sin embargo, hay sorpresas positivas en el sector de los servicios, como se muestra a continuación:
Factores que favorecieron al indicador:
• El indicador del ISM del sector manufacturero americano aumentó a 61.1 en septiembre desde 59.9 unidades de agosto, reflejando una actividad muy fuerte a pesar de la falta de insumos.
• El Índice de Precios y Cotizaciones de la Bolsa Mexicana de Valores, como un indicador de las expectativas, ha crecido en +39.35 por ciento en los últimos 12 meses, mientras que en agosto aumentó en +38.71 por ciento anual.
• El Indicador Mexicano de Confianza Económica del Instituto Mexicano de Contadores Públicos/Bursamétrica en su componente de la percepción actual observó un incremento a 69.22 puntos desde 66.27 puntos de agosto.
• El Índice Mexicano de Confianza Económica (IMCP/Bursamétrica) en su subíndice de la percepción de la situación a futuro aumentó de 73.18 unidades en agosto a 77.74 unidades en septiembre.
• El número de trabajadores afiliados al IMSS subió en septiembre en +4.53 por ciento anual, mientras que en agosto aumentó en +4.25 por ciento anual.
• El precio de la mezcla mexicana de exportación de petróleo en términos de pesos creció en +98.1 por ciento anual en septiembre, mientras que en agosto subía en +50.2 por ciento anual.
• El indicador IMEF no manufacturero en septiembre se mantuvo en 50.1 unidades mismo nivel que en agosto.
• Las ventas de las cadenas comerciales afiliadas a la ANTAD a tiendas comparables crecieron en +3.77 por ciento real anual vs. -1.03 por ciento real anual de agosto.
En contraparte, los factores que afectaron al indicador fueron:
• La producción automotriz bajó en septiembre en 30.96 por ciento anual, mientras que en agosto cayó en 19.33 por ciento anual.
• Las exportaciones automotrices descendieron 20.97 por ciento anual en septiembre, mientras que en agosto cayeron en -17.44 por ciento anual.
• El indicador IMEF manufacturero bajó en septiembre a 49.8 unidades respecto de 51.3 puntos de agosto.
• Las ventas domésticas de autos bajaron 1.10 por ciento anual en septiembre, mientras que en agosto se incrementaron en +1.49 por ciento anual.
De resultar acertada nuestras estimaciones del IGAE de agosto y septiembre, el PIB de México podría registrar un incremento en el tercer trimestre de +5.3 por ciento anual.
Dada la tendencia que se aprecia en el mercado interno, estamos estimando un PIB al cuarto trimestre con un crecimiento de 2.5 por ciento anual, por lo que el PIB para todo el año 2021 lo estamos estimando en un crecimiento de +6.3 por ciento anual. Suena bien el dato, pero no lo es. Todavía estamos abajo del nivel económico previo a la pandemia, y mucho más abajo que hace tres años.
Sin lugar a dudas, el crecimiento de México sería mucho mayor si tuviéramos inversión. Afortunadamente México se sigue caracterizando por mantener una política fiscal sumamente disciplinada, con equilibrio en las cuentas públicas, con reservas internacionales muy elevadas, y un nivel de endeudamiento razonable. Desafortunadamente, decisiones como la de legalizar los autos ‘chocolate’ o emitir iniciativas de cambios constitucionales en términos de la reforma de energía, y los comentarios expresados por Manuel Barlett, director de CFE, de que no se van a pagar indemnizaciones a empresas cuyos contratos sean cancelados cuando entre en vigor la reforma, no ayudan mucho para restablecer el clima de confianza entre los agentes económicos. El Estado de derecho en México está atravesando por una de sus peores épocas.
El autor es presidente de Bursamétrica.