Para cuando usted lea esta colaboración, el Inegi ya habrá publicado su estimación oportuna del IGAE de noviembre (IOAE). Con nuestro indicador IBEM estamos estimando una contracción del 1.2 por ciento anual, equivalente a una de alrededor de 3.0 por ciento mensual.
Así como en octubre vimos algunas sorpresas positivas, en noviembre éstas se dieron en el lado opuesto. El problema es que si esta anemia persistió en diciembre, básicamente por la falta de inversión, el primer trimestre pudiera ser también negativo o muy débil, y los pronósticos de 3.0 por ciento para el PIB de todo 2022, que tienen los analistas del sector privado, y de 4.0 por ciento que se contemplan en el Paquete Económico 2022 ya aprobado por el Congreso, van a quedar demasiado optimistas, lo que implica diversas complicaciones en materia de finanzas públicas. Veamos qué elementos tenemos ya conocidos de noviembre para este diagnóstico:
El Índice Bursamétrica de la Economía de México/(IBEM) para noviembre se ubicó con base en cifras originales, (no desestacionalizadas) en 117.94 unidades vs. 113.74 puntos de octubre, con un incremento de 3.69 por ciento mensual, equivalente a una variación del-5.63 por ciento anual, mientras que en octubre la variación fue de +5.22 por ciento mensual y de -4.11 por ciento respecto a igual mes de 2020. Los datos de noviembre muestran retrocesos en el sector manufacturero, y cierta reanimación en el mercado interno.
De todos los elementos que integran el indicador, solo tres de ellos le favorecieron:
• El indicador del ISM del sector manufacturero americano aumentó de 60.8 en octubre a 61.1 unidades en noviembre, reflejando una actividad fuerte y con mayor empuje.
• La producción automotriz bajó en noviembre en 20.25 por ciento anual, mientras que en octubre cayó en 25.90 por ciento anual.
• Las exportaciones automotrices cayeron 16.46 por ciento anual en noviembre, mientras que en octubre cayeron en 19.94 por ciento anual.
El resto de las variables le afectó negativamente:
• El Indicador Mexicano de Confianza Económica del Instituto Mexicano de Contadores Públicos/Bursamétrica en su componente de la percepción actual observó un decremento a 67.65 puntos desde 68.03 puntos de octubre.
• El Índice Mexicano de Confianza Económica (IMCP/Bursamétrica) en su subíndice de la percepción de la situación a futuro aumentó de 79.40 unidades en octubre a 76.31 unidades en noviembre.
• El precio de la mezcla mexicana de exportación de petróleo en términos de pesos creció en 52.4 por ciento anual en noviembre, mientras que en octubre subía en 130.8 por ciento anual.
• El indicador IMEF no manufacturero en noviembre disminuyó a 50.1 unidades desde 52.1 puntos de octubre.
• El indicador IMEF manufacturero bajó en noviembre a 50.3 unidades respecto de 50.7 puntos de octubre.
• Las ventas de las cadenas comerciales afiliadas a la ANTAD a tiendas comparables crecieron en 2.51 por ciento real anual vs. 4.48 por ciento real anual de octubre.
• Las ventas domésticas de autos bajaron 13.25 por ciento anual en noviembre; mientras que en octubre bajaron en 9.34 por ciento anual.
• El Índice de Precios y Cotizaciones de la Bolsa Mexicana de Valores ha crecido en 36.79 por ciento en los últimos 12 meses, mientras que en octubre aumentó en 38.72 por ciento anual.
• El número de trabajadores afiliados al IMSS subió en noviembre en 3.57 por ciento anual, mientras que en octubre aumentó en 4.34 por ciento anual.
Tomando en consideración estas estimaciones, nuestro pronóstico del PIB para el cuarto trimestre es de una variación del -0.5 por ciento anual. Con esta caída, se deja asomar un perfil de la recuperación de nuestra economía en forma de “W”, con esta segunda contracción. Esto hace probable tener un primer trimestre negativo o muy débil para 2022. Nuestro pronóstico del PIB de todo el año es ahora de un crecimiento de 1.9 por ciento anual.
El Paquete Económico 2022 plantea un ligero déficit en el resultado primario, la diferencia entre todos los ingresos menos todos los gastos, sin considerar los intereses de la deuda pública. Y también plantea un presupuesto de gasto que implica un incremento real de alrededor de 6.0 por ciento real, incluyendo un mayor importe para la inversión pública. Esto a su vez, presupone metas de recaudación que son todo un desafío. Pero esta anemia endémica puede hacer más difícil cumplir con los ingresos.
Sin embargo, no contemplamos que esta compleja situación nos vaya a llevar a un escenario en el que se tengan que hacer recortes en el Presupuesto.
Volveríamos a insistir aquí en que el gobierno adopte un sistema de administración integral de riesgos financieros. ¿Se habrá cubierto el posible incremento en los precios de las gasolinas y del gas importados? ¿Se tiene cubierto el riesgo de incrementos en las tasas de interés internacionales para los tramos de la deuda contratados a tasa variable? ¿Se tienen contratadas las coberturas cambiarias para la deuda externa del gobierno federal, de Pemex y CFE?
El autor es presidente de Bursamétrica.