Perspectiva Bursamétrica

La economía de EU cae por su fuerte crecimiento. ¿Recesión en puerta?

El dato del PIB refleja una muy vigorosa economía estadounidense. Es tal la fuerza de la demanda, que generó un déficit comercial que produce una variación negativa del PIB.

El PIB preliminar al primer trimestre de Estados Unidos publicado por el Departamento de Comercio el pasado jueves presentó una sorpresiva contracción del 1.4 por ciento anualizado, mientras que la inflación al consumidor se ubicó en 8.5 por ciento anual. ¿Ya empezó la recesión?, o ¿se trata de una estanflación? ¿Nos va a llevar el Tren Maya? Hay varias cosas que decir al respecto…

Esto podría cacarearse en alguna mañanera de esta semana. “México está creciendo más y con una inflación menor que Estados Unidos”, lo que aparentemente es cierto. México reportó un crecimiento de 2.7 por ciento anual al primer trimestre, con una inflación de 7.26 por ciento al cierre de marzo. También podría advertirse quizá que al contraerse la economía de EU, a lo mejor nos podría dar un pequeño COVID. Ojo, no hay que mezclar peras con manzanas. EU reporta preliminarmente su PIB con la variación trimestral (-0.4 por ciento) por cuatro, por lo que se llama ‘anualizado’ igual a -1.4 por ciento anualizado. México reporta preliminarmente también su crecimiento trimestral (0.9 por ciento trimestral) y el que se tiene respecto al mismo trimestre del año anterior (1.6 por ciento anual). El PIB de EU respecto al primer trimestre de 2021 aumentó 3.6 por ciento anual. Hasta aquí más bien habría que preguntarse ¿porque México crece menos que EU?

Más allá de los malabares de las cifras, la preocupación principal es esta: ¿Ya está entrando en recesión la economía más poderosa del mundo? Si nos atenemos a la definición de ‘recesión’ del organismo privado oficial encargado de calificar las recesiones, el Conference Board of Economic Research (CBER), que dice: “Una recesión es: una disminución significativa en la actividad económica que se extiende por toda la economía y dura más de unos pocos meses, bajo tres criterios que deben cumplirse: a. profundidad, b. difusión y c. duración”, podríamos concluir que hasta ahora no hay una recesión.

Esta es una mejor definición en relación a la clásica que resulta de ver dos trimestres consecutivos de disminución del PIB señalada por Julius Shiskin, como diagnóstico inequívoco de recesión, quien fue jefe de la Oficina de Estadísticas Laborales en la década de los setentas y trató de determinar cómo identificar una recesión en el momento en que se estaba produciendo.

Lo cierto es que, aunque usted no lo crea, este dato del PIB del jueves nos refleja una muy vigorosa economía americana. Por ejemplo: el consumo, a pesar de que ya terminaron los cheques de la ayuda del gobierno a los ciudadanos creció a 2.7 por ciento anual. La inversión de las empresas está disparada, creciendo en 9.2 por ciento anual. La más alta en las últimas dos décadas. Estos crecimientos son reales, no son producto de un crecimiento artificial de inventarios. Los inventarios de las empresas están en un nivel históricamente bajo, por lo que los inventarios restaron -0.84 por ciento del PIB.

Tampoco es el gasto de gobierno el que infla el PIB. El gobierno está en modo de control de la inflación: En momentos en que un gobierno con más gasto público pudiera generar más inflación, la reducción de su déficit fiscal apenas representa un impacto de +0.1 por ciento del PIB al primer trimestre.

El signo negativo del PIB se explica sobre todo por lo siguiente: la forma en que los americanos publican sus datos, permite que en los mismos se dé una exagerada volatilidad. En el cuarto trimestre EU reportó un crecimiento de 5.5 por ciento anual, ahora sale en +3.6 por ciento anual que es negativo por 1.4 por ciento anualizado contra el cuarto trimestre. El comercio exterior juega un papel fundamental, y en este caso presentó un déficit enorme por 191.6 miles de millones de dólares, creciendo a 3.2 por ciento anual. Esto es lo que da el PIB negativo. Es tal el vigor de la demanda americana que generó un déficit comercial que produce una variación negativa en el PIB.

Ahora viendo las cifras de México, y apoyándonos en nuestros indicadores adelantados de la economía, tenemos como diagnóstico que se ve probable un frenón en la actividad económica desde febrero y marzo en el sector de la construcción. La cifra de 2.7 por ciento anual en el PIB al primer trimestre de México implica un crecimiento de solo 0.5 por ciento anual en marzo. En febrero estábamos creciendo a 2.8 por ciento anual. Las exportaciones manufactureras crecieron en marzo a 20 por ciento anual y las ventas de la ANTAD subieron en marzo a 8.8 por ciento anual. El bajo crecimiento que implican las cifras del trimestre implican una contracción muy fuerte en el sector de la construcción.

Este miércoles la Fd va a incrementar en 50 puntos base su tasa de referencia. Es probable que los incrementos futuros en la tasa de referencia de la Fed para contener la inflación nos lleven a una recesión, que vemos probable para finales de 2023.

El autor espresidente de Bursamétrica.

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