Perspectiva Bursamétrica

Continúa el crecimiento acelerado a pesar de todo

La economía de México creció 4.2 por ciento anual en el tercer trimestre del presente año; el problema es que puede sufrir una contracción si EU llega a una recesión.

El pasado 31 de octubre el INEGI sorprendió al dar a conocer un crecimiento estimado para la economía de México al tercer trimestre de 4.2 por ciento anual, con la publicación de su Estimación Oportuna del PIB, lo que implica implícitamente que en septiembre, el IGAE debiera de mostrar un crecimiento de 6.0 por ciento anual, una variación que consideramos poco probable, sustentado en nuestro indicador IBAM, que para septiembre nos da un posible crecimiento de 4.0 por ciento anual, y nos lleva a un posible incremento del PIB al tercer trimestre de 3.6 por ciento anual.

El propio INEGI estimaba en 3.3 por ciento anual el crecimiento del IGAE de septiembre en su Indicador Oportuno de la Actividad Económica, publicado el 20 de octubre.

Pero la nueva sorpresa es que con nuestro indicador más oportuno, el IBEM, con cifras no desestacionalizadas, tenemos una estimación preliminar del IGAE de octubre de 6.7 por ciento anual. ¿Qué puede explicar este dinamismo, totalmente inusual en nuestra economía tan amenazada en lo interno y en lo externo? Veamos lo que nos dicen sus indicadores componentes:

En primer lugar hay que señalar que la base de comparación es todavía muy favorable, dado que 2021 fue un año de recuperación parcial de la fuerte contracción en la actividad económica sufrida durante la pandemia en 2020, pero sin lograr recuperar del todo la actividad económica que se tenía, por ejemplo en 2018, antes del nuevo gobierno y de los efectos del confinamiento que se dio en el mundo y en nuestro país por el Covid 19.

El sector automotor sigue presentando un fuerte dinamismo. La producción automotriz creció en 8.0 por ciento real anual, mientras que las exportaciones de automóviles ligeros aumentaron en 19.3 por ciento anual, Las ventas de automóviles en el mercado nacional crecieron en 18.9 por ciento real anual.

Las ventas de la ANTAD bajo tiendas comparables con el año anterior crecieron en 12.1 por ciento anual nominal y 3.4 por ciento real anual quitando la inflación en el periodo.

Es muy probable que el flujo de remesas familiares haya continuado en cerca de 5 mil millones de dólares en octubre, lo que junto al crédito al consumo, la favorable evolución del empleo, de la masa salarial y de las dádivas gubernamentales, nos esté dando este crecimiento en el consumo.

El número de empleos registrados en el IMSS, que representa el empleo en el mercado formal, creció en 4.1 por ciento anual respecto a octubre del año pasado. Se crearon 208 mil puestos tan solo en octubre, y se han creado 549 mil plazas en cuatro meses.

Los indicadores de percepción también están registrando mejoría. El Indicador IMEF no manufacturero, es decir de servicios, aumentó a 51.8 puntos desde 50.9 unidades de septiembre. El de manufactura arrojó la misma lectura del mes previo, en 50.1 unidades, que implica que está en el umbral entre crecer o contraerse, que es el nivel de las 50 unidades.

El Índice de Confianza de la Economía Mexicana, producido por el Instituto Mexicano de Contadores Públicos y Bursamétrica, tuvo una mejoría significativa en octubre al aumentar en su indicador total de 68.76 a 72.11 unidades. La percepción a futuro se disparó a 77.03 puntos desde 73.65 de septiembre, mientras que la percepción actual aumentó de 64.84 a 68.16 puntos.

El Índice de Precios y Cotizaciones de S&P y la Bolsa Mexicana de Valores, como un reflejo de las expectativas a futuro también presentó una evolución muy favorable al crecer de 44 mil 626.80 unidades a 49 mil 86.30 puntos. Una variación mensual de 10 por ciento.

El problema es que para el mediano y largo plazo la economía puede sufrir una contracción si la economía de Estados Unidos llega a una recesión, como lo han descontado totalmente los mercados financieros internacionales.

En México contamos con estos motores de crecimiento: 1. Las exportaciones manufactureras y del campo. 2. El flujo de turismo que ha sido muy fuerte este año. 3. Las remesas familiares que este año pueden llegar a 58 mil millones de dólares, cerca de 6.0 por ciento del PIB. 4. La Inversión Extranjera Directa que hemos estado captando a pesar de todo, por el efecto del nearshoring, que es básicamente la relocalización de plantas de China hacia la frontera norte del país.

Es previsible que estos cuatro motores sufran una contracción el año entrante al darse la recesión americana, lo que nos va a llevar a una recesión amplificada en nuestro país dado el clima de desconfianza que se ha dado ante la inseguridad, la falta de un Estado de derecho, las políticas públicas y las iniciativas de ley que en nada favorecen al clima de confianza para las inversiones.

El autor es presidente de Bursamétrica.

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