Perspectiva Bursamétrica

Cómo explicar la fortaleza de la economía estadounidense

Sigue habiendo gran liquidez en la economía y la restricción monetaria ha sido insuficiente. Las familias han venido agotando un saldo de más de 2 billones de dólares de ahorro.

¿Cómo se puede explicar la fortaleza de la economía americana a pesar de la política monetaria restrictiva? La semana pasada hablamos de la economía mexicana y de algunos de sus indicadores recientes que marcan fortalezas sorprendentes. Ahora toca el turno de analizar a la economía estadounidense, tratando de resolver la incógnita de si tendremos una recesión o solo un crecimiento anémico.

Al conocerse un crecimiento del 1.6 por ciento en el PIB al primer trimestre, la economía norteamericana acumula cinco trimestres consecutivos con crecimiento raquítico del 1.0 por ciento anual, menos de la mitad de su crecimiento medio histórico previo a la pandemia. Pero contra todo pronóstico sigue presentando signos de sobrecalentamiento aún y después de que la Reserva Federal ha incrementado el objetivo de la tasa de Fondos Federales del rango del 0.0 – 0.25 por ciento al rango de 5.0-5.25 por ciento anual.

Mercado laboral: En mayo pasado se crearon 339 mil nuevas plazas, muy por arriba de la estimación del consenso del mercado que esperaba 195 mil nuevas plazas. La tasa de desempleo aumentó del 3.4 por ciento al 3.7 por ciento lo que aún se considera pleno empleo. Los salarios aumentaron al 4.3 por ciento anual (4.4 por ciento anual en abril), muy por arriba de la meta de inflación de la Fed del 2.0 por ciento.

El apretado mercado laboral tiene varias causas, una de ellas es, sin lugar a dudas, la aplicación de las políticas fiscal y monetaria extremas ante el desplome de la actividad económica por la pandemia, en particular los cheques que el gobierno norteamericano estuvo mandando a las familias durante el 2020 al 2022; el avance tecnológico que propició el trabajo a distancia, así como la rápida y fuerte recuperación económica pospandémica. Ni las altas tasas de interés, ni la robótica, la inteligencia artificial o la automatización intensificada, parecen estar afectando al mercado laboral.

Los indicadores oportunos ISM presentaron en mayo los siguientes resultados: el ISM manufacturero cayó en mayo a 46.9 desde 47.1 en abril, su séptimo mes consecutivo debajo del umbral de 50 que indica una contracción más rápida por el período más largo desde la Gran Recesión. Por su parte el ISM del sector servicios bajó a 50.3 unidades luego de mejorar a 51.9 en abril. Todavía en zona de expansión.

En el comercio externo, en abril la balanza comercial presentó el mayor déficit desde 2015 al reportar -74 mil 550 millones de dólares después de bajar a -60 mil 590 millones en marzo. Las importaciones rebotaron 1.5 por ciento y las exportaciones cayeron 3.5 por ciento respecto de marzo. Lo que deberíamos estar viendo es una caída de las importaciones ante una desaceleración de la actividad.

En materia de inflación tenemos buenas y malas noticias. La inflación al consumidor en abril fue del 4.9 por ciento anual (0.5 por ciento mensual) mientras que la inflación subyacente al consumidor fue del 5.5 por ciento anual. La inflación al productor fue del 3.2 por ciento anual, mientras que la subyacente se ubicó en 2.3 por ciento anual. Sin embargo, la inflación del gasto del consumidor aumentó en 0.4 por ciento mensual tanto en el índice general como el índice subyacente, con lo que la inflación general aumentó en 4.4 por ciento anual y el índice subyacente subió 4.7 por ciento anual. Si bien ha habido una trayectoria general a la baja, sigue habiendo presiones inflacionarias de demanda más que de costos (excepción de los salarios) por lo que estrictamente no se puede cantar victoria en el ciclo alcista de tasas por parte de la Fed.

¿Cuál es la explicación de esta fortaleza de la actividad económica? Nuestra hipótesis es la siguiente: sigue habiendo una gran liquidez en la economía y la restricción monetaria ha sido insuficiente. Las familias han venido agotando un saldo de más de 2 billones de dólares de ahorro generado durante la pandemia con el subsidio fiscal a las familias.

Del lado monetario, el nivel vigente de la tasa de Fondos Federales de 5.00-5.25 por ciento representa apenas un rendimiento real positivo insignificante, ya que en toda la fase anterior del ciclo alcista de tasas se ubicaba en zona negativa en términos reales, es decir muy por debajo de la inflación. Este nivel vigente representa también, por primera vez, una tasa que se ubica apenas en zona restrictiva. De acuerdo a la propia Fed la tasa neutral (aquella tasa que permite que la economía crezca sin inflación) se estima desde hace un año en 4.92 por ciento (con base en la regla Taylor). Por último, durante la pandemia se crearon cerca de 8 billones de dólares con los programas de compra de bonos de la Fed. Desde el año pasado, la Fed ha implementado un esquema de contracción gradual de la oferta monetaria que va a un ritmo de apenas 2 billones de dólares para cuando termine el tercer trimestre de este año, y al ritmo actual de 1.3 billones anuales terminaría de contraer la oferta monetaria en más de 6 años. Ritmo totalmente insuficiente para disminuir el exceso de liquidez.

El autor es presidente de Bursamétrica.

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