En las últimas dos colaboraciones nos hemos centrado en analizar las fortalezas que presentan tanto la economía mexicana como la norteamericana, a pesar de la política monetaria restrictiva que han estado aplicando los bancos centrales de ambos países. Ahora veremos el desempeño reciente de la economía local.
Los datos preliminares de la economía mexicana para mayo muestran un nuevo impulso. De acuerdo con nuestro indicador oportuno, el IBEM (Índice Bursamétrica de la Economía de México) en mayo, la economía pudo haber crecido al 3.4 por ciento anual. El INEGI va a reportar hoy su Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE), y nos dará su estimación preliminar para el IGAE de abril y de mayo.
El Índice General (IBEM) se ubicó en 140.70 unidades, 5.78 por ciento arriba del nivel de diciembre del 2019 antes de la pandemia, pero 8.86 por ciento por debajo del máximo histórico de este indicador, registrado en diciembre de 2017. El índice aumentó en 5.25 por ciento por arriba del índice de abril, y +8.66 por ciento por arriba del índice de mayo del 2022.
Los componentes del indicador que le favorecieron fueron:
1. La producción automotriz que aumentó en 24.97 por ciento anual, contra un alza de 17.10 por ciento anual de abril. La crisis de microchips y suministros en general provocó una importante caída en la producción de automóviles en el 2020 y ésta se ha venido recuperando muy gradualmente.
2. Las exportaciones de autos ligeros subieron 14.16 por ciento anual, mientras que en mayo crecieron en 4.99 por ciento anual. La demanda de automóviles en Estados Unidos sigue siendo fuerte a pesar el incremento en el costo del dinero.
3. Las ventas domésticas de automóviles crecieron 17.06 por ciento anual, un poco más que en abril que crecieron en 16.96 por ciento anual.
4. El número de trabajadores afiliados al IMSS aumentó en 4.07 por ciento anual, mientras que en abril crecieron en 3.55 por ciento anual.
5. El Indicador de Confianza Económica del Instituto Mexicano de Contadores Públicos y Bursamétrica tuvo un alza importante del 4.35 por ciento mensual en el Índice General, resultado de un crecimiento del 4.39 por ciento en la percepción de la situación actual y de un alza de 4.30 por ciento en la percepción sobre la situación a futuro. En términos anuales, el Indicador General creció en 7.96 por ciento anual, la percepción actual mejoró en 7.52 por ciento anual y la percepción sobre el futuro de la actividad económica creció en 8.44 por ciento en relación a hace un año.
En el otro extremo los ingredientes que afectaron al indicador fueron:
1. El Indicador ISM del Sector Manufacturero en Estados Unidos bajó a 46.9 puntos vs. 47.1 de abril, acumulando siete meses de registrar niveles inferiores a 50 unidades, que es el umbral entre crecimiento o contracción.
2. Los indicadores IMEF que son los equivalentes al ISM norteamericano, presentaron reducciones al ubicarse el de manufactura en 49.8 vs. 49.9 de abril. El IMEF de Servicios bajó de 52.0 a 51.1 puntos en mayo.
3. Las ventas de las cadenas comerciales asociadas a la ANTAD bajo tiendas comparables con el año pasado cayeron en 4.29 por ciento real anual, mientras que en abril bajaron en 0.05 por ciento real anual.
4. El precio de la mezcla mexicana de exportación de petróleo en dólares cayó 43.1 por ciento anual, pero en términos de pesos bajó en 49 por ciento anual.
5. El Índice de la Bolsa Mexicana de Valores como indicador de expectativas aumentó 3.37 por ciento anual mientras que en abril crecía al 7.20 por ciento anual
Los datos de la Inversión Fija Bruta en marzo presentaron cifras positivas con un alza del 8.8 por ciento real anual y con un incremento del +16.1 por ciento real anual en la inversión en maquinaria y equipo. Si bien es un motor pequeño por la contracción que se dio por años, la Inversión está siendo un detonador de crecimiento interno y de empleo.
Ahora bien, hacia delante las cosas no lucen tan bien. Aunque las cifras recientes en promedio resultan favorables, conviene advertir que el consumo se está deteriorando. Las ventas de la ANTAD cayeron 4.3 por ciento real anual a pesar del incremento en el empleo, en la masa salarial, en las dádivas clientelares del gobierno, así como en las remesas familiares que siguieron estando por arriba de los 5 mil millones de dólares mensuales.
El Indicador Oportuno de Consumo Privado del INEGI presentó una estimación de un crecimiento del 3.2 por ciento anual para abril, y del 3.5 por ciento para mayo. Pero en términos mensuales, el INEGI estima una variación del 0.3 por ciento en abril y del 0.0 por ciento para mayo.
Si la economía de Estados Unidos entra en una recesión, para finales de este año o principios de 2024, lo que es el escenario con mayor probabilidad de ocurrencia, los flujos del exterior tanto de comercio como de inversión, como de remesas y turismo se van a revertir, con lo que la economía mexicana puede sufrir una recesión, con una mayor caída que la de la economía estadounidense, y la fortaleza del peso puede terminar súbitamente.
El autor es presidente de Bursamétrica.