Perspectiva Bursamétrica

Bidenomics vs. Fed: Estados Unidos creció 4.9% anual

El crecimiento es el más rápido en casi dos años, gracias al aumento del gasto de los consumidores, a quienes no parece importarles la inflación y el incremento del costo del dinero.

El reporte oportuno del Departamento de Comercio para el PIB estadounidense del tercer trimestre, que estima un crecimiento del 4.9 por ciento anual, resultó sorprendente, por arriba de los optimistas pronósticos del consenso de los analistas. Parece que la política monetaria restrictiva ha sido insuficiente hasta ahora, para frenar la demanda excesiva de bienes y servicios. En otras palabras, la economía sigue sobrecalentada.

Lo lógico sería que la economía estuviera presentando ya signos de recesión, después del rally alcista de tasas de interés por parte de la Reserva Federal más violento de la historia; el crecimiento presentado es el más rápido en casi dos años, gracias al aumento del gasto de los consumidores, a quienes no parece importarles la inflación, y el incremento del costo del dinero.

En el tercer trimestre el gasto personal creció al 4.0 por ciento anual; el mayor aumento desde 2021. Este desempeño va de la mano con el del mercado laboral, que también ha presentado en el trimestre un sorprendente robustecimiento. En lugar de desacelerarse o contraerse, se acelera. Los empleos creados en septiembre fueron 336 mil nuevas plazas.

En el trimestre se crearon cerca de 770 mil nuevas plazas, y los salarios están creciendo a un ritmo estable promedio del 4.3 por ciento anual. Es aquí en donde el marco teórico se rompe. La tradicional curva de Philips que establece una pendiente negativa entre la inflación y el desempleo, no se está cumpliendo con la fuerte creación de puestos de trabajo. Los salarios crecen a más del doble de la inflación objetivo, pero no se están acelerando.

Otra buena noticia es la evolución reciente de la inflación subyacente implícita en la medición del PIB. El índice de precios de gastos de consumo personal subyacente, que la Fed sigue con lupa y que excluye los costos de alimentos y energía, bajó a un ritmo de 2.4 por ciento anual en el tercer trimestre. El índice de precios PCE general aumentó un 2.9 por ciento anual. Pero la inflación del sector servicios, excluidas la energía y la vivienda, una variable más estricta seguida también muy de cerca por los funcionarios de la Reserva Federal, aumentó a una tasa del 3.6 por ciento anual, por arriba del 3.4 por ciento del trimestre anterior.

Tratando de desmenuzar este fuerte dinamismo tenemos que el consumo lidera los motores de crecimiento; las ventas finales ajustadas por inflación a compradores nacionales privados –un indicador clave de la demanda subyacente– excluyendo inventarios, el gasto público y el comercio, aumentaron un 3.3 por ciento anual.

La fortaleza de la demanda de los hogares se debe a una combinación de factores, que incluyen una contratación sólida, aumentos salariales sólidos y un aumento récord en la riqueza de los hogares a principios de este año. El gasto en servicios aumentó al máximo en dos años, mientras que los desembolsos en bienes también se aceleraron.

El incremento en el gasto de inventarios agregó 1.3 puntos porcentuales al PIB del tercer trimestre. El gasto público también contribuyó al avance en 1.0 por ciento. El gasto de inversión residencial aumentó por primera vez en más de dos años, a pesar del fuerte incremento en las tasas de los créditos hipotecarios. En el lado opuesto de la ecuación, la inversión empresarial disminuyó por primera vez en dos años debido principalmente a una contracción en el gasto de inversión en maquinaria, más que en equipo de transporte.

Este primero de noviembre se tiene prevista la reunión del Comité Nacional de Mercado Abierto de la Fed. Hay una ligera mayoría de analistas que piensa que la Fed dejará intacto el objetivo de la Tasa de Fondos Federales, en 5.50 por ciento, mientras que hay otro grupo numeroso que piensa que la Fed volverá a incrementar su objetivo en 25 puntos base. La expectativa de estabilidad en las tasas se basa en la reciente declaración de Jerome Powell que dijo: “Dadas las incertidumbres y los riesgos, y lo lejos que hemos llegado, el comité está procediendo con cuidado”. Otros apuntan que el disparo de los rendimientos de los Bonos del Tesoro a largo plazo, que la semana pasada tocaron 5.0 por ciento anual, en el bono a 10 años, hace innecesario otro incremento en la tasa de referencia.

Nuestro escenario básico en Bursamétrica es que en este año se tendrá un incremento de 25 puntos base en el objetivo de Fondos Federales y por lo menos otro incremento similar en el primer trimestre del 2024. La política fiscal superexpansiva y electorera del presidente Biden (Bidenomics) que plantea un déficit fiscal a PIB del 7.0 por ciento es el principal factor que genera un crecimiento artificial y presiones inflacionarias adicionales.

El autor es presidente de Bursamétrica

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