Tomando como válidas las cifras que arrojan las estimaciones oportunas del INEGI y las de nuestros indicadores oportunos de México de Bursamétrica (IBAM e IBEM), para el IGAE de noviembre y diciembre, se puede afirmar que el PIB de México en el 2023 podría haber crecido alrededor del 3.4 por ciento real anual.
Las cifras que se publiquen por el INEGI el próximo 24 de enero del IGAE de noviembre, y el 30 de enero con la estimación oportuna para el PIB del cuarto trimestre pasado, nos darán la pauta para calcular la cifra del PIB de todo el año, pero seguramente estará muy por arriba de lo que el consenso de los analistas preveíamos para todo el 2023 a principios del año, en donde el fuerte incremento en las tasas de referencia de la Reserva Federal y el sobrecalentamiento de la economía norteamericana nos hacían prever una recesión. El consenso pronosticaba un crecimiento del 1.2 por ciento anual, nosotros veíamos una cifra recesiva.
INEGI está estimando de acuerdo a su Indicador Oportuno de la Actividad Económica un incremento del 3.1 por ciento para el IGAE de noviembre y un 2.6 por ciento para el de diciembre. Si se cumplen estas estimaciones cuando se den a conocer las cifras definitivas, el promedio de todo el año del IGAE sería de 3.4 por ciento real anual.
Con base en los Indicadores Oportunos de Bursamétrica (con el IBAM estamos estimando un incremento del 3.1 por ciento para noviembre y con el IBEM prevemos un crecimiento del 3.7 por ciento anual para diciembre), el PIB al cuarto trimestre pudiera ubicarse entonces en 3.4 por ciento y el PIB de todo el año, quedaría en el mismo 3.4 por ciento anual. Las cifras del PIB no coinciden siempre con los promedios de los IGAES mensuales, pero son cifras cercanas.
Como se infiere en lo hasta aquí comentado, para el mes de diciembre INEGI ve una desaceleración en relación a noviembre, mientras que nosotros vemos una actividad más vigorosa con nuestro indicador IBEM. A continuación mencionamos los ingredientes que conforman nuestra estimación.
Los factores que favorecieron al IBEM de diciembre fueron:
1. El Indicador de Gerentes de Compra de la Manufactura norteamericana subió de 46.7 a 47.4 unidades, todavía en zona de contracción.
2. Las ventas de las cadenas comerciales afiliadas a la ANTAD bajo tiendas comparables con el año anterior, estimamos observó una mejoría al pasar de +0.93 por ciento real anual a +1.12 por ciento real anual.
3. La percepción sobre la situación actual del Indice de Confianza Económica del IMCP/Bursamétrica pasó de 71.89 a 75.02 unidades.
4. El Índice de Precios y Cotizaciones de la Bolsa Mexicana de Valores que después de subir en 5.21 por ciento anual, se disparó 18.41 por ciento anual en diciembre.
Los factores que afectaron al indicador IBEM fueron:
1. La producción automotriz que bajó en 9.86 por ciento anual, mientras que en noviembre creció en 18.28 por ciento anual.
2. Las exportaciones automotrices crecieron en 16.02 por ciento anual, menos que el crecimiento del 21.71 por ciento anual logrado en noviembre.
3. Las ventas automotrices en el mercado interno aumentaron 18.28 por ciento anual, mientras que en noviembre crecieron 34.94 por ciento anual.
4. La percepción sobre la situación a futuro del Índice de Confianza Económica del IMCP/Bursamétrica bajó de 82.27 puntos a 81.77 unidades.
5. El Indicador IMEF para el sector manufacturero bajó de 50.2 puntos a 49.8 unidades pasando a la zona de contracción.
6. El Indicador IMEF para el sector de los servicios bajó de 52.7 puntos a 50.8 unidades.
7. El precio de la mezcla mexicana de exportación de petróleo en pesos observó una caída del 24.2 por ciento anual, contra un alza del 0.2 por ciento anual de noviembre.
8. El número de trabajadores afiliados al IMSS se desaceleró ligeramente al aumentar en 3.05 por ciento anual mientras que en noviembre creció al 3.18 por ciento anual.
Los mercados financieros han empezado a corregir el optimismo que habían estado descontando en el último bimestre del 23 y los primeros días del nuevo año. Los datos recientes de inflación en Estados Unidos, en Europa y en México han salido al alza, lo que hace difícil que los bancos centrales inicien pronto el ciclo a la baja en las tasas de interés.
El mundo sigue sometido a fuertes presiones inflacionarias por los conflictos geopolíticos y los fenómenos del cambio climático, y por el enorme gasto fiscal que se está dando en mas de 70 países en donde se tienen elecciones presidenciales en este año.
Con lo que se observa en nuestros indicadores anticipados, y asumiendo una fase de incertidumbre postelectoral, hemos revisado a la baja nuestras expectativas de crecimiento para la economía mexicana para este año a un 2.2 por ciento anual en relación a un 3.2 por ciento anual originalmente.