Siempre escribo esta colaboración como analista financiero, totalmente apartidista e independiente, con una trayectoria de 47 años. En México los resultados electorales preliminares sorprendieron con una enorme ventaja del partido oficial y sus aliados, con la posibilidad de lograr una mayoría calificada en ambas cámaras, impugnaciones de por medio, con lo que las reformas constitucionales planteadas por el presidente AMLO en febrero pudieran ser aprobadas. Esto y una sucesión de declaraciones desafortunadas han generado una caída en la Bolsa mexicana del 6 por ciento y una devaluación del peso mexicano del 7 por ciento.
Al mismo tiempo, en India, el partido oficial Bharatiya Janata, del primer ministro Narendra Modi, perdió el control absoluto del Congreso ante el avance de la coalición opositora de más de 20 partidos liderada por Rahul Gandhi, con lo que la Bolsa hindú se cayó 6 por ciento.
¿Cómo es esto? Los mercados caen cuando se gana el control del Congreso, pero también cuando se pierde. ¿Por qué sucede esta contradicción? A los agentes económicos les importa para qué usas esa mayoría en el Congreso. Si es para construir, para impulsar una economía de mercado más eficiente, y un marco institucional fuerte, los mercados lo premian. En cambio, si la mayoría en el Congreso pudiera usarse para reformas en contra de la democracia, de la economía de mercado y para debilitar el marco institucional, los mercados lo sancionan.
En los últimos años, la Bolsa hindú ha dado rendimientos extraordinarios porque la coalición que controlaba al Parlamento impulsó reformas que favorecieron una economía de mercado, el fortalecimiento del marco institucional y la inversión productiva. India es la economía más poblada del mundo y la de mayor crecimiento en los últimos años. Ahora, con la nueva conformación del Parlamento, las reformas pudieran atorarse, por lo que la Bolsa india se derrumba. Los índices bursátiles no son un fin en sí mismos, son un termómetro del clima de confianza y de las expectativas.
Cuando en las elecciones intermedias del 2021 se observó un avance de la oposición, lo que disipó temores de reformas retrógradas, los mercados reaccionaron positivamente. Ahora, ante la amenaza de que estas avancen, el clima de desconfianza se dispara.
Varias instituciones financieras internacionales han manifestado en sus reportes de análisis su preocupación sobre una eventual aprobación de las 18 reformas planteadas por el presidente AMLO desde el pasado mes de febrero. Las calificadoras internacionales han advertido sobre una posible revisión a la baja de la calificación de la deuda soberana y de Pemex, ante la complicada situación fiscal. En particular, Standard & Poor’s, que ha mantenido la tesis de otorgar la misma calificación al gobierno federal que a Pemex, con una calificación BBB+, dos escalones arriba del grado de inversión. Moody´s anunció que revisará la calificación antes de que inicie la nueva administración.
La dra. Claudia Sheinbaum tuvo que adelantar el anuncio de la ratificación del Dr. Rogelio Ramírez de la O al frente de la Secretaría de Hacienda, quien tuvo que dar un mensaje apresurado y atropellado para tranquilizar a los mercados el pasado martes.
Dos días después, el líder de la bancada morenista en la Cámara de Diputados, Ignacio Mier, declaró que el paquete de 18 reformas constitucionales iba a presentarse en la Comisión de Puntos Constitucionales en septiembre al iniciar la nueva legislatura, provocando una devaluación adicional del peso. Claudia Sheinbaum tuvo que volver a salir a tranquilizar las cosas diciendo que estaba analizando el contenido de la reforma judicial con Arturo Zaldívar, expresidente de la Suprema Corte e integrante de su staff político. También se comprometió a que haya sesiones de Parlamento abierto para que todas las fuerzas políticas y los actores involucrados pudieran aportar su punto de vista y entender las implicaciones de un cambio legislativo.
El viernes, el presidente AMLO confirmó que sí se buscará una enmienda judicial “de forma ordenada y sin autoritarismos”, y remató: “La justicia está por encima de los mercados... si hay que reformar el Poder Judicial, vamos a hacerlo”. Minutos después de estas declaraciones, el tipo de cambio registró un nuevo retroceso, alcanzando 18.30 pesos por dólar. Todavía después, el Presidente insistió en que esas fluctuaciones son normales y subrayó que la moneda nacional ha mostrado estabilidad en los últimos meses. Las reformas planteadas pueden contribuir a precipitar la pérdida del grado de inversión, y tomarnos por sorpresa, como le sucedió a Dilma Rousseff en septiembre del 2015, cuando la sucesora de Lula da Silva perdió el grado de inversión, generando la peor crisis económica y política que ha tenido Brasil y de la cual, hoy en día todavía no logran reponerse. El real se devaluó 40 por ciento.
Si los inversionistas globales perciben el riesgo de perder el grado de inversión, esos recursos pueden salir en fracciones de segundo a vender sus títulos, con lo que veríamos un alza impresionante de las tasas de interés, ante la caída en el valor de los bonos.